El Cádiz se enreda en la muralla de Aguirre y se complica la permanencia

Aroma de partido grande en Cádiz. El Nuevo Mirandilla respiraba ilusión por una nueva oportunidad de agarrarse a la permanencia ante un Mallorca que tras la final de Copa del Rey, ha vuelto a la cruda realidad. Si algo caracteriza a los bermellones es que en las citas clave, no se arrugan y hoy en otra final, han tirado de casta para frenar la energía de un estadio que ruge, pero que tuvo que resignarse al reparto de puntos.

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La exigencia del escenario obligó al Cádiz a llevar el peso del partido ante un Mallorca, que parece más cómodo sin balón y ordenado. Al equipo de Aguirre no le importa que el rival se sienta superior para sacar el aguijón con el más mínimo error. Así llegó el primer zarpazo de los bermellones. Martin Valjent salió de la cueva para ver la luz de un Vedat Muriqi, que en el área no tiene piedad. El kosovar no desaprovechó la asistencia y dirigió de cabeza a la red el primero del partido.

A partir de ahí se jugó a lo que quería el Mallorca, que concede muy poco atrás y defiende las rentas como nadie. El Cádiz se vio obligado a abusar de centros laterales, que son un regalo para la muralla balear. Juanmi fue el más creativo del primer acto y destacó con momentos de lucidez sobre el césped. Leyó bien un desmarque de Robert Navarro, que pidió penalti de Raíllo y encendió al Mirandilla. El broche del primer tiempo lo puso Chris Ramos, con un remate acrobático, que detuvo sin problemas Rajkovic.

Mauricio Pellegrino quiso cambiar la dinámica e introdujo tras el descanso a Sergi Guardiola y Javi Hernández, deshaciendo la línea de tres centrales para meter más pólvora arriba. No tardó en dar sus frutos. Un centro de Sergi Guardiola sirvió a los andaluces para celebrar el tanto del empate. Lo acabó introduciendo Mascarell en propia puerta, pero la entrada de Chris Ramos fue determinante. Con la igualada en el marcador, el partido volvía al punto de partida.

El Cádiz intentó aprovechar el arreón de los minutos posteriores al gol para certificar la remontada. El propio Sergi Guardiola puso otra velocidad a los de Pellegrino y rozó el segundo con un disparo muy peligroso, que rozó el poste de Rajkovic. El Mallorca empezaba a sufrir de verdad en el partido, pero fue paciente ante la efervescencia de los locales. Los baleares supieron gestionar el empuje del Mirandilla para volver a levantar el muro de orden defensivo.

Los nervios se seguían palpando y llegaba el momento de los errores no forzados. Fali y Ledesma no se entendieron bien y estuvieron cerca de regalar el segundo al Mallorca. El partido empezaba a perder ritmo. La sensación que dejaba es que solo una jugada aislada podía romper la igualada. Y así llegaron las últimas ocasiones claras para cada equipo.

Sergi Darder se plantó en un mano a mano frente a Ledesma en el 87'. Con mucho tiempo para pensar y demasiado en juego, el centrocampista bermellón mandó el balón al poste con la puntera. Tres minutos después, Rajkovic calculó mal y dejó a Roger Martí la oportunidad de hacer estallar el Nuevo Mirandilla, pero su disparo con zurda se marchó fuera. Con esto, quedaba todo visto para sentencia. El reparto de puntos sabe a victoria balear y a derrota en un Cádiz que, sin embargo, recorta un punto con la salvación.

- FICHA TÉCNICA

Cádiz: Conan Ledesma; Iza Carcelén, Fali, Aiham Ousou (Sergi Guardiola, 46'), Víctor Chust, Lucas Pirés (Javi Hernández, 46'); Álex Fernández, Rubén Alcaraz, Robert Navarro (Darwin Machis, 78'); Juanmi (Maxi Gómez, 66'), Chris Ramos (Roger, 80').

Mallorca: Rajkovic; Maffeo (Toni Lato, 84'), Valjent, Raíllo, Nastasic, Gio González; Omar Mascarell, Samú Costa (Morlanes, 70'), Radonjic (Antonio Sánchez, 54'), Dani Rodríguez (Darder, 70'); Muriqi (Abdón Prats, 84').

Goles: Muriqi (min. 12), Mascarell en propia puerta (min. 59).

Árbitro: Isidro Díaz de Mera Escuderos, del Comité de Castilla-La Mancha. Amonestó a Lucas Pires (32'), Chris Ramos (41'), Dani Rodríguez (45+2'), Omar Mascarell (54') y Fali (73').