La Selección cierra filas tras su viaje más difícil

"No es un tema agradable (la crisis en la Federación), pero hay que dejarlo en manos de la justicia. Llevamos ya un tiempo envueltos en situaciones ajenas y complicadas. Nosotros tenemos que enfocarnos en lo importante para los futbolistas: jugar y preparar los partidos". Rodri Hernández verbalizó en la previa del España-Colombia el sentir del vestuario de la Selección, hastiado de los continuos conflictos institucionales y deseoso de que al equipo le acompañe algún día su entorno.

La Roja saldó con una derrota en Londres (0-1) su viaje más complicado, después de que el miércoles, mientras se ejercitaban con normalidad, decenas de agentes de la UCO y la Europol pusiesen patas arriba las oficinas de la Federación a apenas 30 metros del campo de entrenamiento. La crisis provocó que el grupo viajase el miércoles sin presidente oficial y que De la Fuente tuviese que dar la cara una vez más por un tema extradeportivo.

No fue plato de buen gusto, ni mucho menos. El seleccionador, que bastante tiene con lo suyo, maldice estar siempre más estresado por los líos en la RFEF que por lo futbolístico. No lo airea, pero tampoco lo esconde. "Con estos temas me siento incómodo", reconoció. En estos momentos, y sin una figura de autoridad real, el riojano es el único portavoz de la institución, para lo bueno, lo regular y lo malo. Y le desgasta.

El envoltorio también afecta a los jugadores. Aunque intentan mantenerse al margen, no viven de espaldas a la realidad. Raya y Rodri se vieron obligados a responder ante los medios y hasta algunos de los nuevos vivieron lo ocurrido con un serio disgusto, pero el grupo cierra filas y se centra en lo deportivo. "Lo mejor de este vestuario es que acoge a todo el mundo; es impresionante. Ahí reside la mayor fuerza que tenemos", elogió Vivian tras debutar. En eso, en convertir al bloque en un búnker impermeable ante las bombas de fuera, residirá la clave para mantener la buena dinámica que se llevaba hasta caer ante Colombia. Y nadie duda de ello, porque también ganaron una Nations League y se clasificaron de manera brillante para la Euro sin que lo de alrededor estuviese precisamente tranquilo…

El seleccionador y su cuerpo técnico han insistido estos días en la necesidad de aislarse del ruido y concentrarse en el juego, por más que las novedades judiciales no dejasen de caer a cuentagotas y fuesen comidilla en el hotel de concentración, a apenas 300 metros del estadio del West Ham. Rodri, en ese sentido, también reconoció el rol crucial del seleccionador: "El entrenador ejerce un gran papel no solo en lo de apartarnos y ser fuertes, sino también en crear un equipo. Sería sencillo justificar malos resultados por un contexto adverso, pero nunca hemos puesto excusas".

Superado el terremoto y pendientes ahora de las consecuencias y posibles réplicas, los futbolistas de la Selección hicieron noche en Londres tras el encuentro y esta tarde, a las 19:00, celebrarán un entrenamiento abierto al público en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Será un escenario ideal para recibir el cariño de la afición y para olvidarse por un rato del traspié en el London Stadium, del que no se hacen dramas por su carácter de amistoso y por las numerosísimas rotaciones por las que apostó el entrenador.

La mirada está puesta ya en el encuentro contra Brasil en el Bernabéu (martes, 21:30), un escaparte inmejorable para seguir demostrando a ojos del mundo que lo más digno de esta Federación es su Selección. Con la lupa de la FIFA en el Juzgado de Instrucción nº 4 de Majadahonda y el escándalo en las portadas de medio planeta, España cierra filas para dar un golpe sobre la mesa en lo futbolístico.