La primera gran sinfonía de Kika Nazareth para un Barça que lo tiene (casi) todo hecho en Champions

Ni el frío de Viena logró congelar al Barça en su visita al St. Pölten. La máquina del gol azulgrana siguió girando, con otro triunfo imponente en Champions. La victoria, clave para mantener su aura de campeón, le vale para conseguir el pase a cuartos de final de manera virtual. Pues queda pendiente del golaveraje que tiene ganado (+27 goles) al Hammarby, a falta de dos jornadas. Misión imposible. Bueno, casi, que en esto del fútbol las hemos visto de todos los colores.

Sea como sea, el Barça volvió a ganar. Esto ya casi que no es noticia. Y mira con ambición a la siguiente ronda, donde también peleará por el pase a semifinales el Real Madrid dos temporadas después.

El cuadro culé, que venía precisamente de tumbar a las blancas (0-4) en el último Clásico de Liga F, se gustó ante las austríacas. El "peligro" que preveía Pere Romeu, técnico culé, en la previa quedó reducido a muy pocos acercamientos y gran tranquilidad en la portería de Cata Coll.

El partido tuvo su estrella y, para los amantes de los detalles, llegó con medias bajas y manga corta. La única que iba con los brazos descubiertos. Sin miedo al frío. Hablamos de Kika Nazareth. La portuguesa firmó un auténtico partidazo en un Viola Park con gran ambiente: más de 8.000 espectadores.

Su gran sinfonía en Viena arrancó pronto. Kika robó en una mala salida de balón del St. Pölten y no falló con una definición al palo largo. Cogió ritmo la futbolista lusa, que se mostró muy cómoda entre líneas y confirmó que ha dejado atrás los miedos para alzarse como estrella en el Barça. El segundo llegó poco después, también en sus botas. Pase en profundidad de Alexia para Brugth, que se metió hasta la cocina y le dio un centro a Kika para volver a superar a Schluter. Jogo bonito, primer doblete con el Barça y voltereta.

El festival no había hecho más que empezar y el St. Pölten empezó a revivir su infierno -7-0 hace una semana en el Johan Cruyff-. Minuto después, Kika volvió a aparecer para filtrar un balón con música a la frontal del área. Patri, de tacón, la dejó para Alexia y esta la dejó pasar para que Vicky López marcara con su pierna buena. Otro prodigio de este deporte llamado fútbol. Quisieron reaccionar las austríacas, pero el único intento dejó a una solitaria Pekkel muriendo en el intento antes del descanso.

En el segundo tiempo, el Barça rebajó su intensidad, pero hizo lo propio. Acudir a su cita con el gol. Otra vez Kika, esta vez como asistente en una triangulación de oro con Aitana Bonmatí y Alexia Putellas. Esta última se sacó un gesto de la chistera para poner el cuarto del Barça y sumar el tanto número 200 como azulgrana unos días después de convertirse en la tercera máxima goleadora del Barça tras Messi y César.

Duró poco la sonrisa en el Barça. El St. Pölten maquilló el marcador con una diana de Madl en una jugada a balón parado. Se durmió la defensa del Barça y se paseó con facilidad la pelota hasta encontrar a su rematadora en el segundo palo. 1-4 y correctivo para un Barça que apretó y no cedió en su dominio. Movió el banquillo Pere y cayó un chaparrón de ocasiones en el área de Schluter.

Resistieron las de Brancao para no seguir ampliando una goleada con la que siguen colistas de un grupo en el que el Barça tiene casi atado su pase a cuartos de final. El vigente campeón y favorito tiene la clasificación virtual en su bolsillo y depende del golaveraje para certificarlo. Sin preocupación por ello, el Barça presumió de nuevas estrellas, con una Kika que brilló como nunca en el debut goleador en Champions de Vicky López y en los también primeros minutos de Schertenleib, promesa culé, en Europa. Porque el Barça es siempre esa sensación de que siempre queda mucho más. Y el futuro que le viene .