Cinco preguntas sin respuesta de La Vuelta: ¿Evenepoel, Jumbo… o Ayuso?
Las nueve primeras etapas de la gran ronda española dejan abiertas una serie de incógnitas que sólo las doce siguientes podrán resolver.
Caravaca de la Cruz. -La extraña resolución en el Collado de la Cruz de Caravaca puso punto y final a la primera semana de La Vuelta 23. El estadounidense Sepp Kuss alcanza el día de descanso de Valladolid (odisea mediante) vestido con La Roja, máxima expresión del dominio de un Jumbo-Visma que parece el máximo aspirante a evitar que Remco Evenepoel revalide el triunfo en la general final que certificó el año pasado. Esas son las (pocas) certezas que existen: lo demás son dudas, y la consustancial emoción ante la incógnita. Analizamos las cinco principales.
¿Es Remco Evenepoel el eje de esta Vuelta?
Pese a la evidente superioridad de Jumbo-Visma, esta Vuelta se está leyendo en función de Remco Evenepoel. Existe una lógica en esto: es el campeón saliente y uno de los ciclistas más fuertes de la carrera, si no el número uno. Luego está el intangible: la personalidad del campeón nacional belga es arrolladora y magnética para rivales, medios y espectadores. Aunque Jonas Vingegaard asuma el papel de patrón del pelotón, el eje narrativo de la prueba no es tanto el danés como un Evenepoel que acaba esta primera semana como el mejor situado en la general entre los candidatos a priori y en la crono de Valladolid gozará de una oportunidad de oro para decantar la pelea un punto más en su favor.
¿Con quién quiere ganar la general Jumbo-Visma?
Son el equipo más fuerte de esta Vuelta, para alegría propia y frustración ajena. Concluyen esta primera semana con dos victorias de etapa en el bolsillo y uno de sus teóricos gregarios, el estadounidense Sepp Kuss, al frente de la general. Primoz Roglic y Jonas Vingegaard son sexto y séptimo, respectivamente, pisando los talones del rival a batir Remco Evenepoel. En la meta de Xorret de Catí, algunos sospechaban que tanto el esloveno como el danés poseen más fuerza en las piernas de la que han expresado hasta ahora. Es probable que en Valladolid cedan tiempo respecto a Remco; después tendrán cinco etapas en Pirineos, Navarra y Asturias para dar la vuelta a la tortilla. La incógnita es cuál será la baza privilegiada de un equipo aspirante a hacer historia que puede convertirse en el primero de siempre que gana las tres grandes vueltas en el mismo año. El Giro, con Roglic; el Tour, con Vingegaard; ¿por qué no La Vuelta con Kuss?
¿Es Juan Ayuso la mayor esperanza española?
Llegado el ecuador de La Vuelta, Juan Ayuso sólo es el cuarto mejor español en la general provisional. Están por delante de él Marc Soler (2º a 43" de Kuss), baza táctica de UAE Team Emirates; Mikel Landa (5º a 2'29"), que ha superado un duro catarro y encara la parte del recorrido que más se adapta a sus características al frente de Bahrain Victorious; y Enric Mas (8º a 2'35"), sólido líder de Movistar Team pese a llegar con poco más de tres semanas de preparación. No obstante, Ayuso (9º a 2'45") ha sido quien más cerca ha estado de los mejores de la carrera en circunstancias de mano a mano. Repetir podio supone para el alicantino a la vez un reto mayúsculo, por la calidad de sus rivales… y una opción realista, por su propio talento.
¿Merece la pena traer un velocista a La Vuelta?
Tres de las nueve etapas iniciales de La Vuelta se han resuelto con llegadas masivas, premiando con dos victorias a un velocista de segunda fila mundial como Kaden Groves (respaldado por los especialistas de Alpecin-Deceuninck) y con un triunfo tan merecido como improbable a un lanzador como el galo Geoffrey Soupe. El nivel del elenco de sprinters es bajo, lo que ha permitido al modesto Caja Rural-Seguros RGA rozar el triunfo con el venezolano Orluis Aular y a un contrarrelojista puro como Filippo Ganna abusar de su potencia para ser segundo por centímetros en la llegada de Burriana. Ante esto, y las tres llegadas masivas que se prevén en Zaragoza, Íscar y Madrid, resulta llamativo que no haya más equipos que hayan apostado por alinear un bloque para las llegadas masivas.
¿Son evitables los momentos de caos?
Tres etapas de La Vuelta han adolecido de un desarrollo anormal. La crono por equipos inicial de Barcelona estuvo marrada por un anochecer repentino; la primera etapa en línea, también en la Ciudad Condal, por una persistente lluvia que tornó el recorrido en peligroso hasta el punto de neutralizar sus kilómetros finales. Una tesitura parecida provocó que este domingo, en el Collado de la Cruz de Caravaca, los dos últimos kilómetros no contaran para la general y los favoritos los utilizaran para soltar piernas. Las reivindicaciones de los ciclistas en pos de la seguridad son cada vez más frecuentes, en La Vuelta y en el resto de carreras del mundo. La vara de medir ha cambiado. A los organizadores les toca trabajar en urdir planes alternativos que no frustren ni al pelotón, ni a los lugares que invierten para acoger al ciclismo, ni a los espectadores que siguen la carrera.