LA VUELTA

Kämna triunfa y a La Vuelta le llueven las críticas por el final... ¡con los favoritos de charleta!

La organización situó la toma de tiempos a 2,6 kilómetros del final y, en una imagen sin precedentes, los 'cocos' de la general ascendieron a meta soltando las piernas.

Kamna celebra la victoria en la 9ª etapa de La Vuelta./Sprint Cycling Agency
Kamna celebra la victoria en la 9ª etapa de La Vuelta. Sprint Cycling Agency
Daniel Arribas

Daniel Arribas

En un recorrido que se ennegrecía a cada kilómetro por las carreteras murcianas, clima volátil desde los 30 grados y calor intenso de Mula hasta los apenas 18º y chaquetas en la meta, ubicada en el Collado de la Cruz de Caravaca, a 1.100 metros de altitud, Lennard Kämna ha conseguido llevarse el gato al agua y reservar, hoy sí, la victoria de etapa para la fuga del día.

El alemán del equipo Bora, de 26 años, ganador de etapa en el Tour de Francia, en el Giro de Italia y, desde hoy, también en La Vuelta a España, rodó durante varias decenas de kilómetros con otros siete corredores que conformaron la escapada de esta novena jornada: Ghebreigzabhier (Lidl-Trek), Caicedo (Education First), Sobrero (Jayco), Hamilton (DSM); y los españoles Dani Navarro (Burgos-BH), Jon Barrenetxea (Caja Rural) y Rubén Fernández (Cofidis).

Por detrás, día de arreones, nervios y mucha, mucha velocidad. Tanta, que apenas comenzada la etapa se produjo un importante corte en el pelotón principal que afectó a varios favoritos. Juan Ayuso y Enric Mas, rezagados en el segundo grupo, tuvieron que activar a sus equipos para dejar el susto en anécdota, pero los músculos ya no se destensaron hasta poco antes del final.

Allí, justo por la rampa donde ya había cruzado Kämna como vencedor —último kilómetro con puntos que alcanzaban el 16% de desnivel—, los favoritos pasaron sin tiempos que disputarse, pues la organización había situado la toma de referencias a 2,6 kilómetros del final a causa del barro. No impidió, eso sí, el espectáculo, por fugaz que fuera, ya que unos pocos metros antes de la toma de tiempos, Roglic, ganador ayer en Xorret de Catí, rascó unos segundos al resto de pesos pesados con un arreón incontestable.

Justo al pasar la pancarta de los últimos dos kilómetros, el esloveno se frenó en seco, sabedor de que ya no había nada de valor en juego, y rodó hacia la línea de meta más calmado, casi de paseo, charlando con Mas, Vlasov y el resto de favoritos en una imagen que no hace sino dañar la reputación de La Vuelta.

Mañana, el pelotón gozará del primer día de descanso de La Vuelta, aunque no sin sobresaltos, pues todos los equipos han de atravesar el centro peninsular, afectado por la DANA, para dormir esta misma noche en Valladolid, donde el martes se disputa la contrarreloj individual.

Por tierra y aire —no por mar, solo faltaba—, la clasificación general queda con Sepp Kuss, un día más, como líder de La Vuelta. Por detrás, un puñado de corredores que el martes, en la crono de Valladolid, desaparecerán de los puestos de privilegio para dar paso a los favoritos, todavía con Remco Evenepoel como mejor colocado, con cinco segundos de ventaja sobre Primoz Roglic, 11 sobre Jonas Vingegaard y Enric Mas, 21 sobre Juan Ayuso y 31 sobre Joao Almeida.