Ivica Zubac, el gigante croata que creció entre camisetas de los Lakers y que se ha reencarnado en Shaquille... con los Clippers

El 18 de marzo de 1997 Ivan Zubac ayudaba a su mujer Dijana a meterse en el coche familiar. La cuenta atrás ya había comenzado en forma de contracciones. La pareja tenía que llegar desde la pequeña localidad de Citluk, donde no había instalaciones preparadas para dar a luz, hasta Mostar. Allí nació un bebé llamado Ivica que midió 60 centímetros y pesó 5,8 kilos.

Su tamaño ya apuntaba hacia el baloncesto. También sus genes. Ivan había sido jugador profesional en Bosnia antes de estallar la Guerra de los Balcanes y con la talla del pequeño Ivica, Ivan no iba a dejar pasar la oportunidad. De hecho, con apenas dos años el patriarca de los Zubac ya le vestía con la camiseta de los Lakers y con 14 ya estaba en Zagreb, lejos de su familia, iniciando su andadura en el baloncesto profesional.

Ese camino le llevó en 2017 a la NBA, a vestir la camiseta de sus admirados Lakers. Ese camino le ha llevado hoy a hacer historia en la mejor liga del mundo con el uniforme de los Clippers, el equipo de desde hace años lucha por quitarle el cetro de la ciudad de Los Ángeles a la franquicia de púrpura y oro.

Zubac llevaba tiempo amenazando con romper el cascarón y lo hizo en el último partido de los Clippers ante los Pacers. El pívot croata terminó el choque con 31 puntos, 29 rebotes y tres tapones, con un 80% de acierto en tiros de campo tras anotar 14 de sus 17 lanzamientos. El pívot croata se convirtió en el primer jugador desde Shaquille O'Neal en 2004 capaz de aportar al menos 30 puntos y 25 rebotes con un 80% de acierto en tiros. La última vez que alguien registró sus datos fue en 1978, un tal Kareem Abdul-Jabbar.

Sin embargo, la gesta de Zubac no quedó completa al ser expulsado por seis faltas a falta de cuatro minutos. En total 240 segundos que le privaron de conseguir 30 rebotes y así convertirse en el heredero de Wilt Chamberlain, que fue el último en conseguir un doble-doble de 30+30 con un 80% de acierto. Lo hizo en siete ocasiones, la última hace más de 50 años.

"Terminé muy enfadado conmigo mismo por esa expulsión. Quería terminar con 30-30. Me duele. No estoy tan feliz como me gustaría", aseguraba el pívot de los Clippers, insatisfecho con una gesta numérica que ya es historia de la NBA. Aunque sea con una camiseta diferente a la que sus padres le pusieron de pequeño.