La joya de futuro del baloncesto femenino que sale de un pueblo de Palencia de 6.000 habitantes

Villamuriel de Cerrato es una pequeña localidad de Palencia que cuenta, según el censo oficial, con 6.459 habitantes. Allí, entre sus empedradas calles, la Iglesia de Santa María la Mayor y el Monasterio de Nuestra Señora de la Consolación, el sonido de un balón naranja resuena desde hace algún tiempo por encima de las patadas a la pelota de fútbol y de los gritos de los niños en la plaza mayor.

Es el eco de los botes de Amelia Alonso, quien con sólo 13 años se ha convertido en el nombre a seguir en el futuro del baloncesto español. La palentina ha brillado con luz propia en el Campeonato de España Infantil que se ha celebrado en Huelva y donde Castilla y León ha salido campeona de la mano de una jugadora que ya ha llamado la atención de algunos de los grandes nombres del baloncesto español.

Lo ha hecho con actuaciones como la que regaló en la final en la que terminó con 28 puntos, 21 rebotes, 4 asistencias, 3 robos, 1 tapón y 7 faltas recibidas para un total de 43 puntos de valoración. Números que fueron habituales durante todo el torneo, donde acumuló una media de 24 puntos, 14 rebotes y 30.5 de valoración para llevar a Castilla-León al tercer título de su historia.

Un proyecto total de jugadora que rebotea, sube el balón, anota de cara y de espaldas al aro… y tiene un conocimiento del juego impropio de su edad. Aunque los focos no son nuevos para Amelia, que ya el año pasado, con sólo 12 años, puso su nombre en primera línea cuando en el mismo campeonato pero de categoría alevín sorprendió a todos con un mate al que reaccionó incluso Amaya Valdemoro en redes sociales: "Me quedo loca, increíble Amelia Alonso".

Formada en los patios del Colegio Jorge Manrique, en Palencia, su amor por el baloncesto le viene desde la cuna. De hecho, lo lleva en los genes pues es hija de Gustavo Alonso Martín, un pívot de 2,04 que llegó a disputar seis partidos en ACB en la temporada 1990-1991 en las filas del extinto Elosúa León y que se convirtió en una referencia del baloncesto palentino como jugador del Ciudad de Palencia en EBA hasta su retirada en 2004.

Ahora es su hija la que ha tomado el testigo y ya se ha convertido en una de las grandes promesas del baloncesto español. De hecho, tal y como ha podido saber Relevo, equipos como el Valencia Basket la tienen en su radar para incorporarla a su cantera procedente del CB Villamuriel donde sigue formándose sin salir de su casa. Una pequeña localidad que ya ha encontrado a su particular gigante.