Higgins y Vesely se visten de héroes ante Baskonia y Valencia sucumbe otra vez

Los partidos de baloncesto hay que verlos de principio a fin para realmente saber lo que ha pasado. Más que nada, porque si te quedas con el 96-84 del Barça-Baskonia, piensas que ha sido una victoria cómoda para los de Saraunas Jasikevicius y no fue así. El partido empezó con un festival de triples -se está poniendo de moda el probar suerte desde el juego exterior- y con una igualdad máxima que reinó hasta el último cuarto.

Los de Joan Peñarroya solo estaban tres abajo cuando arrancaron los últimos diez minutos en los que aparecieron dos nombres propios y blaugranas: Cory Higgins y Jan Vesely. El primero, como jugador terminal; el segundo, como héroe defensivo apagando la artillería de un Baskonia que tuvo 35 muy buenos minutos y cuatro en los que sucumbieron ante el acierto del Barça.

Más de lo mismo ocurrió en la Fonteta. Si uno no vio el partido completo se piensa que Valencia Basket tuvo, otra vez, un mal inicio y fue a remolque. Y no. Estuvo por delante tres cuartos, pero en el último llegó la reacción del Zalgiris ante la falta de liderazgo y acierto de los taronja. No estuvo Sam Van Rossom -baja a última hora-, pero sí que volvió Chris Jones que, si no está recuperado del todo, no pasa nada, porque tremendo partido el suyo. Aún teniendo un tramo algo apagado en el último cuarto, el base estadounidense hizo de todo. Hasta fue, tras servicio de Víctor Claver, quien anotó la canasta para poner a los suyos a solo uno a falta de poco más de 23 segundos para el final.

Sin embargo, el colapso ofensivo -y defensivo- por muy "keep calm and continue", que dijo Álex Mumbrú en el flash tras el partido, acabó pasándole factura a un Valencia Basket que ya acumula tres derrotas -cuatro, si se suma la de Liga Endesa- consecutivas en Euroliga (76-80). Por cierto, qué buena versión de James Webb vimos sobre todo en el primer cuarto.

Por cierto, Anadolu Efes también ganó. Ya era hora que reapareciese, como tal, el actual campeón de la Euroliga. Gran partido en casa de Sergio Scariolo que brindaron los de Ataman ante una Virtus que sigue dejando un baloncesto impoluto (80-85).

Los duelos entre equipos nacionales en Euroliga tienen algo especial. Así se lleva viendo desde el inicio de esta temporada y así se ha vuelto a ver este viernes noche. La intensidad y el ritmo de Baskonia; el movimiento de balón y la búsqueda de huecos en la defensa rival del Barça; el espectáculo desde la línea de tres... y la igualdad que ha reinado prácticamente todo el encuentro y que solo se ha roto ya en la recta final con los dos triples de Higgins. Enorme partido y enorme baloncesto que se ha vivido en el Palau para el disfrute de todos.

Sí, lo cierto es que en el último cuarto se ha venido abajo, pero el regreso que ha firmado Chris Jones es digno de aplaudir. Seguramente no esté aún en su mejor versión, cosa que es lógica, pero su partido, aún haber ido de más a menos, ha sido para aplaudir. E incluso las estadísticas lo confirman. MVP, pese a la derrota taronja, para el base estadounidense de Valencia Basket con 19 puntos, cinco rebotes y siete asistencias para firmar un 29 de valoración.

No tengo un whatsapp, he creado un grupo con estos dos. Y les tengo que decir que chapó. Al primero, que apareció y acertó cuando el Barça más lo necesitaba. Al segundo que necesito la receta de su omnipresencia. Higgins fue un jugador terminal para acercar al Barça a la victoria. Vesely estuvo absolutamente brutal en defensa ante jugadores como Darius Thompson o Marcus Howard que saben leer muy bien los partidos y mover bien el balón. Que ambos me den su receta del éxito. Ese whatsapp les mando.

La canción este año de la ACB se titula De tres y aunque estemos en una competición distinta, lo cierto es que el baloncesto europeo cada vez tira más de tres. Tanto en la jornada de este viernes en el Palau, como en la del jueves en el WiZink, los triples han sido la tónica predominante durante parte del partido. ¿No me crees? Como diría mi compañera y redactora jefa de datos en Relevo, Sara Carmona, "los datos lo confirman". Giedraitis, Laprovittola, Henry y Kalinic. Todos de tres. Así arrancó el Barça - Baskonia en el que en seis minutos ambos equipos tiraron solamente una vez cerca del aro y un total de nueve desde el 6,75 (a los anteriores acertados se suman los intentos de Howard, Costello, Giedraitis, Satoransky y Tobey). Y esto es más propio del baloncesto que se practica al otro lado del charco. ¿Estará la Euroliga vistiéndose cada vez más de NBA?

Parto de la base de que es un jugador que me encanta. Lo dejo claro para que nadie me pueda tildar de nada. Ni para bien, ni para mal. Pero es que Pierria Henry es un jugador absolutamente diferencial y más en Baskonia. En el partido de hoy ha sumado un 17 de valoración, después de anotar 13 puntos, dar seis asistencias y robar un balón. Aunque le voy a poner un pero: los despistes, las desconexiones, las llámalo como quieras que tiene. Su calidad tapa (o maquilla) estas cosas, pero si las corrigiese...

Leí en Twitter lo siguiente: "¿Existe partido del Barça en el que Laprovittola no tenga un tramo en el que parezca el mejor jugador del mundo?" La respuesta creo que está clara: no. Y si lo hay, yo no lo he visto... y aunque soy joven -mensaje subliminal para alguno que seguro que leerá este artículo- he visto bastante baloncesto en los últimos años. A Laprovittola lo bauticé como LaproviTodo y no lo hice en vano. Tras lo de este viernes simplemente me reafirmo un poco más en lo que dije.

Lo cierto es que el mejor de Anadolu Efes en su victoria ante la Virtus Bologna fue Rodrigue Beaubois (MVP con 30 de valoración). Pero no quiero desaprovechar la ocasión para destacar la grandeza que tiene Will Clyburn cada vez que juega en tierra italiana (la que él conoce bien, vaya). Durante el partido dio un recital de cómo hay que buscar y entrar al aro. Mostró un físico descomunal y una inteligencia de esas de doctor baloncestístico... Será eso, que Italia saca su mejor versión aún jugando en un equipo turco.