El día que Feliciano López casi "arruina" el torneo de Madrid: "Manolo Santana estaba asustado"

Jueves 17 de octubre de 2002, noche cerrada en la capital española. En el Rockódromo de la Casa de Campo, lo que hoy es el Madrid Arena, cerca de 9.000 personas colman las gradas en la sesión nocturna de la cuarta jornada del recién estrenado ATP Masters Series de Madrid. Sobre la pista morada, Andre Agassi, el gran reclamo, está sufriendo de lo lindo ante un chaval español de 21 años desconocido para el gran público. Se llama Feliciano López.

La afición aprieta y anima a Feliciano hasta el punto de que Agassi acaba diciendo que el ambiente ha sido parecido al de un partido de la Copa Davis. Crecido y sin nada que perder, Feliciano lleva al límite a un Agassi que por entonces era el número dos del ranking mundial y que amasaba ya ocho títulos de Grand Slam. El español acaba cediendo por 7-6 (8-6), 6-7 (8-10) y 7-5 tras dos horas y media y después de salvar un match point en el segundo set. El americano respira aliviado. La organización del torneo, también.

Y es que cargarse a Agassi en tercera ronda hubiera sido un palo muy duro para el torneo. Ion Tiriac, el dueño, y Manolo Santana, el director, habían visto cómo Lleyton Hewitt, número uno del ranking mundial, había renunciado por un virus. Sin el australiano, era imprescindible desde el punto de vista del marketing que Agassi llegara a las rondas finales.

"Estuve a punto de joderles el torneo", dijo este lunes entre risas Feliciano López durante un acto organizado por Europa Press."A nivel personal, a Manolo no le hubiera hecho más ilusión que le hubiera ganado yo a Agassi en ese momento. Pero era el primer año del torneo. No habría acabado con el torneo, pero en ese momento para los patrocinadores era mucho más importante que llegaran lejos las estrellas como Andre Agassi, que venían por primera vez a Madrid".

"Ahora vemos al torneo donde está, pero ha costado mucho llegar hasta aquí. Mi jefe, Gerard (Tsobanian), siempre me lo dice, y Tiriac, también. Madrid siempre mostró mucho interés, pero los primeros tres, cuatro o cinco años, hasta que el torneo consiguió tirar para adelante... Ahora se ven muchos palcos vendidos, mucha gente, muchas empresas interesadas, pero costó y fue duro. En ese momento, que era el primer año, un chaval desconocido de Madrid se carga al número uno, pues no hubiera sido... Pero Manolo hubiera estado muy contento por mí".

Feliciano López era por entonces el número 71 del ranking ATP, su techo hasta el momento, y recibió una invitación por parte de Santana para jugar el torneo. Las otras wildcards fueron para Pato Clavet y para Guga Kuerten. Octavofinalista unos meses antes en Wimbledon tras partir desde la previa, el nombre de Feliciano ya se empezaba a escuchar con fuerza en los vestuarios. Y más después de que en septiembre se cargara a Marat Safin en Hong Kong.

En Madrid derrotó en primera ronda a Arnaud Clement por 7-6 (7-5), 3-6 y 6-4 y en segunda tumbó a Younnes El Aynaoui remontando por 6-7 (6-8), 6-4 y 6-2. Y en octavos puso a todos en pie con su partidazo ante Agassi.

"A Feliciano le dan el 'wildcard' y estuvo a punto de ganar al número uno", recordaba esta semana en el mismo acto Miguel Díaz, presidente de la Federación Española de Tenis (RFET). "Estaba Manolo Santana asustado, diciendo 'le he dado un wildcard a un chaval que pensaba que no iba a pasar y tal y se me va a cargar al número uno del torneo y me va a hacer una faena'".

Hasta el mismísimo Agassi quedó impresionado por la actuación de Feli, que años después acabaría alcanzado el número 12 del ranking mundial y alzando siete títulos. "Es un jugador increíblemente talentoso. He jugado cientos de partidos y no sé si este es el más duro de todos. El partido pudo caer de cualquier lado", señaló Agassi aquella noche en la Casa de Campo.

Con el paso de los años, el torneo de Madrid fue creciendo y adquiriendo un estatus mucho mayor en el circuito. En 2009 cambió la Casa de Campo por la Caja Mágica, y la pista dura por la tierra batida y se añadió además el cuadro femenino. En su nueva sede, el evento se asentó en el calendario y ahora mismo hay contrato hasta 2030.

"Yo tuve la suerte de jugar el primer Mutua Madrid Open, que lo recordaré toda mi vida, cuando Manolo Santana me invitó. Para mí fue algo que marcó mi carrera. Fue de los primeros torneos en los que me enfrenté a los mejores del mundo y en el que me di cuenta de que podía competir contra ellos. Fue gracias a esa invitación", recordaba este lunes Feliciano López, que en 2018 sucedió al propio Santana como director del Mutua Madrid Open. El toledano ha sido testigo de primera mano de la evolución del evento.

"Desde aquella primera edición el torneo ha pasado diferentes fases, se pasó a la Caja Mágica, se incorporó el torneo femenino y ahora vamos a hacer un estadio nuevo entre 2026 y 2027 que ya está aprobado y que tendrá capacidad para más o menos 8.000 personas. Nos va a dar la posibilidad de seguir creciendo porque la segunda pista (la Arantxa Sánchez-Vicario, para 3.000 personas) se nos queda pequeña para el nivel de partidos que tenemos".

El Mutua afronta ahora un futuro con varios interrogantes. Los dueños del torneo, el conglomerado Endeavor, anunció a finales de octubre que se está planeando la venta de los derechos y ahí emerge la figura de Arabia Saudí. Además, a partir ahora tendrá que aprender a vivir sin Rafael Nadal, el hombre que catapultó el torneo a una nueva dimensión.

"Es verdad que Rafa se ha perdido algún torneo por lesión o por problemas físicos, pero en 2025 va a ser la primera vez que se celebre el torneo con Nadal retirado, lo cual no deja de ser un shock. Al final el torneo de Madrid ha crecido también de la mano de la figura de Rafa y eso es justo reconocerlo", admitía Feliciano.