Djokovic denuncia que le dieron comida envenenada antes de ser deportado de Australia: "Tenía altos niveles de plomo y mercurio"
El serbio recuerda su deportación de Australia en 2022 en una entrevista con la revista GQ. "Tuve que hacerme pruebas de toxicología".
Novak Djokovic es el auténtico rey del Open de Australia. Melbourne es prácticamente el jardín de su casa, un torneo que ha conquistado en diez ocasiones, más que nadie en la Era Abierta del tenis, pero también en el que sufrió uno de los capítulos más oscuros de su carrera: la deportación de 2022tras ser declarado una "amenaza" para la salud pública por no haberse vacunado contra el Covid-19.
En enero de 2022, Djokovic se convirtió en el centro de todas las miradas del planeta desde que puso un pie en Australia para disputar el primer Grand Slam del curso. El serbio no se había vacunado y las estrictas leyes australianas cayeron sobre él: fue deportado tras un juicio rápido en medio de una Melbourne con muchos disturbios en las calles.
"Por aquella situación en Australia me proclamaron el villano número uno del mundo", señala el tenista más laureado de todos los tiempos en una entrevista con la revista GQ publicada este jueves. "Y todavía hoy, el 99 por ciento de la gente no sabe por qué me deportaron de Australia. ¿Por qué? La gente piensa que me deportaron de Australia porque no me vacuné, que no estaba vacunado y que traté de entrar a Australia a la fuerza, lo cual es completamente falso".
El campeón de 24 Grand Slam dice que fue deportado por ser "un héroe" para el creciente movimiento antivacunas de aquel entonces. "Esa es la verdadera razón por la que me deportaron de Australia", dice. "Fue muy político. No tenía nada que ver realmente con la vacuna o el Covid. Fue una decisión política. Los políticos no podían soportar que estuviera allí".
La comida «envenenada»
Tras ser expulsado de Australia un día antes de que comenzara el torneo, el serbio se subió a un avión privado que tenía como destino España, ya que su familia se encontraba en ese momento en Marbella, donde tiene una casa y donde pasa largos periodos. Sin embargo, mientras el avión estaba sobrevolando el Océano Índico, se cambió el destino y la nave aterrizó en Serbia. "¿Por qué? Porque tenían información a través de abogados de que si aterrizaba en España, probablemente pasaría por lo mismo que en Australia".
Y ahí, en casa, se dio cuenta de que algo había ido realmente mal durante los días que pasó encerrado en una habitación en Melbourne. "Tuve algunos problemas de salud. Y me di cuenta de que en ese hotel en Melbourne me dieron algo de comida envenenada", señala Djokovic. "Cuando regresé a Serbia, descubrí algunas cosas. Nunca se lo dije a nadie públicamente, pero descubrí que tenía un nivel muy alto de metales pesados. Tenía un nivel muy alto de plomo y mercurio".
Tras preguntar a Nole si fue por la comida, el autor de la entrevista en GQ escribe: "Djokovic se encoge de hombros y levanta las cejas. ''Esa es la única manera'". "Estuve muy enfermo, era como una simple gripe, pero cuando pasaron los días me afectó mucho", añade el balcánico, asegurando incluso que un equipo médico se trasladó a su casa de emergencia para tratarlo. "Tuve que hacerme pruebas de toxicología".
Djokovic también revela en la entrevista que le dieron una especie de cartilla mientras estuvo aislado a la espera de conocer el veredicto de la justicia. "Tenía un papel con unos cien artículos: cepillo de dientes, pasta de dientes, agua, comida... Y tenía que elegir, marcar ciertas casillas, y cada uno de estos artículos conllevaba una cierta cantidad de puntos, y yo tenía 60 puntos en total de lo que se me permitía recibir. Así que hice esos 59 o 60 puntos, y se los di. Veinte minutos después volví y me dijeron 'Cometimos un error, no tienes 60, tienes 30'. Así que pensé que debían estar bromeando".
El exnúmero uno asegura además que sigue sin ponerse ninguna vacuna. "Mi postura es exactamente la misma hoy que hace unos años. No estoy a favor de las vacunas ni en contra de ellas. Estoy a favor de la libertad de elegir lo que es mejor para ti y para tu cuerpo. Así que cuando alguien me quita mi derecho a elegir lo que debería tomar para mi cuerpo, no creo que sea correcto".
"No siento que necesite la vacuna. Soy una persona sana, cuido mi cuerpo, cuido mis necesidades de salud y soy un atleta profesional. Y como soy un atleta profesional, soy extremadamente consciente de lo que consumo y me hago pruebas periódicas, análisis de sangre, todo tipo de pruebas. Sé exactamente lo que está pasando. Yo no era una amenaza para nadie. Porque no lo era. Porque tenía anticuerpos".