Marcel Granollers y la vida de un tenista español que nació dos meses antes que Nadal: "Ser como Rafa no era mi batalla"
El tenista catalán, de la misma generación que Nadal, charla con Relevo antes del último torneo del mejor tenista español. "Yo nunca le he ganado, era una bestia desde niño".
Si ha habido un nombre fijo en los últimos años en el equipo español de Copa Davis, ese es el de Marcel Granollers (Barcelona, 1986). Exnúmero uno del ranking de dobles, Granollers es una de las grandes bazas de España en las Finales Málaga, aunque el nombre de su pareja es el secreto mejor guardado.
¿Será Rafael Nadal en su despedida? ¿Roberto Bautista? ¿O Carlos Alcaraz? "Esa pregunta es para David, nuestro capitán", responde a Relevo con una sonrisa y un pasapalabra el que llegó a ser número 19 del ranking de singles antes de dejar el circuito individual para centrarse en el dobles.
Seguramente no haya ningún tenista que haya compartido tantos años de viaje junto a Nadal, al que conoció con apenas 11 años y con el que creció hasta llegar, ambos, al circuito profesional. Nacido dos meses antes que el balear (12 de abril y 3 de junio), Granollers es el reflejo de muchos deportistas: aquellos que son coetáneos y amigos de los más grandes y que fueron madurando siempre a la sombra, siempre sabiendo que había alguien mejor. Pero a Granollers eso nunca le importó. "Yo sabía mis limitaciones. Ser como Rafa no era mi batalla", dice durante una entrevista a pocas horas del debut de España ante Países Bajos (17:00 horas, en Movistar+).
Las ATP Finals acabaron antes de tiempo para ti. Es verdad que rozaste la épica en el último partido, pero se os escapó. ¿Cómo llegas a la Davis?
Como tú dices, no fue el resultado que queríamos. Pero a nivel de juego, ninguno de los dos partidos jugamos mal. No fue un tema de nivel de juego. Creo que jugamos bastante bien todos los partidos. Pero bueno, el formato del dobles lleva que a veces, si no ganas esos tres o cuatro puntos claves que hay en cada partido, pues puedes perder sin jugar mal. Son detalles.
Por lo menos ha sido un viaje corto y es la misma superficie.
Sí, no es como la antigua Copa Davis en la que te tocaba un viaje largo y un cambio de superficie. El viaje de Turín aquí es fácil, el horario es el mismo y es pista indoor. Es verdad que yo he sentido que la pista es un poco más rápida que en Turín. El bote es muy bajo y es bastante rápido. Solo queda entrenar para adaptarte, pasar el máximo tiempo posible en pista y que todo se haga un poquito más natural.
Te has perdido muy pocas eliminatorias en los últimos años. ¿Te sientes un hombre de Davis?
Bueno, al final el capitán es el que decide qué jugador y qué perfil quiere y también depende un poco del momento de forma que estés. Sí que es verdad que con este nuevo formato el dobles ha ganado mucho peso y al haber cinco jugadores, que anteriormente eran cuatro, pues sí que puedes llevar la figura de un doblista, de un especialista de dobles. Antes se podía también, pero igual era un poco más arriesgado. Y al haber más puntos de individual, igual preferías llevar a cuatro jugadores que te ofrecieran esa posibilidad de jugar en single.
¿Os sentís los doblistas un poco como el patito feo del tenis?
A ver, el reconocimiento sí cambia. No nos engañemos tampoco. Al final, la gente lo que quiere ver en general es a los jugadores de individual, a los mejores. Todo espectador lo que quiere ver es jugar a Carlos, a Rafa, a Sinner, a este tipo de jugadores. El dobles es una modalidad que es entretenida, que también tiene su público, pero la gente quiere ver a los grandes. Yo también, eh, yo el primero.
¿Cómo has notado estos días a Rafa?
Lo he visto bien, lo he visto bien. Lo estoy viendo con ganas, se está entrenando muy bien. Y siempre que Rafa está en el equipo es muy positivo. Obviamente, como jugador de tenis es de los mejores de la historia. Pero claro, también nos puede aportar esa experiencia como veterano. En la Davis ha vivido momentos muy importantes y es una persona que teniéndolo cerca también te puede dar en el momento dado esa ayuda, ese comentario que te pueda dar tranquilidad. Tenerlo en el equipo siempre es un lujazo.
¿Has tenido entradas para todos los que te han pedido?
Está complicado contentar a todo el mundo porque es una Copa Davis especial. Siendo el último torneo de Rafa, a todo el mundo que le gusta el tenis quiere poder vivir ese momento. Nosotros tenemos las entradas que tenemos y cada uno hace lo que puede con su gente cercana.
Si te dieran a elegir a ti, ¿con quién jugarías el dobles?
No lo sé, porque al final es una decisión de David esta pregunta. No sabemos quién va a jugar. Lo que sí que te digo es que en el equipo que tenemos puedes hacer varias combinaciones. Hay muy buenos jugadores de dobles. Todos los jugadores que están en el equipo creo que se pueden adaptar muy bien a jugar un dobles. Y en esas combinaciones, David elegirá lo que crea que es la mejor pareja.
"Yo en ningún momento me preguntaba por qué yo, aunque seamos de la misma edad, no podía llegar ahí. Yo sabía mis limitaciones y sé lo bueno que es Rafa. Esa no era mi pelea"
Nº4 del ranking de dobles¿Es la retirada de Nadal una presión extra?
Yo más que nada lo llamaría ilusión. Nosotros siempre que jugamos la Copa Davis damos el 100% y queremos ganar. Y esta vez es lo mismo, pero con el aliciente de que es el último torneo de Rafa y que a todos nos gustaría que fuera una semana especial y que pudiéramos avanzar en el torneo.
¿Recuerdas la primera vez que viste a Rafa?
Yo a Rafa lo conocí en el campeonato de España alevín en Segovia en 1997. Era para niños de 12 años, pero nosotros éramos un año menos. Teníamos 11 y ahí se juntan los mejores jugadores de cada comunidad. Y sí que es verdad que, al llegar ahí, ya se decía que había un chico de Mallorca que era muy bueno. Y era la verdad. Era muy bueno y, siendo un año menor, ganó el torneo. Esta fue la primera vez que yo lo vi. Y después he coincidido mucho en categorías de alevín, infantil, cadete. Hemos podido jugar muchas veces con España, y ganamos el mundial de 14 años y el de 16. Al final, cuando eres más joven, estas memorias y esos momentos te quedan. Y son momentos bonitos que pudimos vivir. Y al final, que alguien de tu generación haya conseguido todo eso... la verdad es que es increíble.
¿Tú le ganabas de niño?
No, no, no, la verdad es que no. La verdad es que nunca le gané. Es lo que te digo, Rafa era el mejor de nuestra generación a nivel nacional, por supuesto, pero también nivel mundial. En aquel momento estaba junto con Gasquet, que los dos eran muy buenos, pero, bueno, ya veías que Rafa era un jugador diferente.
Habéis compartido muchos momentos e incluso dormíais en el mismo apartamento de la Villa Olímpica de París. ¿Has visto a alguien que mueva así a las masas?
Poco, poco. He visto pocos deportistas que muevan lo que genera Rafa. Es que, claro, estamos hablando de uno de los mejores deportistas en todos los deportes de la historia. Y a eso hay que añadir la forma en que Rafa se ha dedicado al tenis, su manera de comportarse, su sacrificio, todos los valores que ha mostrado durante toda su carrera. Y eso es lo que le hace tan grande. Rafa ha sido para muchos jugadores un espejo, un ídolo del que intentar aprender el máximo. Por suerte, algunos de nosotros lo hemos podido vivir en los torneos. Genera obviamente un respeto hacia él muy grande.
¿A ti en algún momento te generó frustración? Me refiero al hecho de ver a alguien de tu edad tan bueno al que ves inalcanzable.
No, para nada, para nada. La verdad es que yo he sido muy consciente en todo momento del tipo de jugador que era Rafa y del tipo de jugador que era yo. Yo soy muy consciente que yo no aspiraba a lo que ha sido Rafa. Tú veías a Rafa desde pequeño y toda su evolución y Rafa un fuera de serie. Yo he sido un jugador normal que creo que pude exprimir mi tenis de una manera correcta para conseguir una buena carrera a nivel individual. Pero yo en ningún momento me preguntaba por qué yo, aunque seamos de la misma edad, no podía llegar ahí. Yo sabía mis limitaciones y sé lo bueno que es Rafa. Esa no era mi pelea, no era mi batalla.