COPA DAVIS | ITALIA 2 - SERBIA 1

¡Sinner vence a Djokovic dos veces en una tarde y le rompe el sueño de Davis! cuela a Italia en su primera final en 25 años

El italiano, que ya se había impuesto (6-2, 2-6 y 7-5) en el duelo directo, tumba junto a Sonego a Djokovic y Kecmanovic en el dobles (6-3 y 6-4). Mete a Italia en su primera final en 25 años. Jugará este domingo ante Australia.

Sinner cierra el puño ante Djokovic./REUTERS
Sinner cierra el puño ante Djokovic. REUTERS
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Hace solo diez días, a los pies de los Alpes, Jannik Sinner despojó a Novak Djokovic de una racha que parecía inagotable. El serbio, imparable desde la final de Wimbledon, acumulaba un total de 134 días sin perder, o lo que es lo mismo, 19 victorias consecutivas para embolsarse Cincinnati, US Open y París, además del billete para la fase final de la Copa Davis.

Aquella tarde, en Turín, Sinner se impuso a Nole, igual que un día después ante Holger Rune, quizá, y solo quizá, la victoria más amarga de su todavía corta carrera. El triunfo ante el danés evaporó cualquier opción de 'biscotto' en el grupo verde para dejar fuera a Djokovic. El serbio, incapaz de desaprovechar segundas oportunidades, agradeció el favor apeando a Alcaraz en semifinales y al propio Sinner en la final de las ATP Finals. Pim, pam, pum. Séptimo título del año y número uno más que asegurado.

Hoy, en Málaga, serbio e italiano se enfrentaban por tercera vez en apenas diez días. En juego, la clasificación a la finalísima del domingo, donde ya esperaba Australia. El primer punto del día cayó del lado de Serbia —Kecmanovic a Musetti por 6-7(7), 6-2 y 6-1—, por lo que Sinner estaba obligado a repetir hazaña y vencer a Djokovic si quería mantener con vida a Italia.

En un inesperado rapapolvo de inicio, el italiano endosó dos 'breaks' consecutivos a Djokovic y dejó visto para sentencia el primer set con solo un punto perdido con el primer saque. 6-2. Puño cerrado del pelirrojo de San Candido y, por consecuencia, de todo el banquillo transalpino, comandado un año más por Filippo Volandri. Daje, daje, gritaban, iluminados por los focos del Martín Carpena.

A pocos metros, en la penumbra, Djokovic se hidrataba, ajustaba sus muñequeras y, recto, sin perder la compostura, saltaba a la pista con mente y energías renovadas. Habían transcurrido 39 minutos del arranque y el serbio, casi sin muestras de sudor, aún no había comparecido. Eso sí, no parecía preocupado.

Muy pronto comenzó a poner orden en la segunda manga, sometiendo a un Sinner venido a menos y cometiendo todos los errores que había escondido en el primer set. Ahora los puños en alto eran los de Djokovic, rápido, elástico y agresivo. Como de costumbre, vaya. 6-2, ahora para la esquina roja. Partido equilibrado.

El tercero, una suerte de mini partido a un solo set, y siempre, recordemos, con el billete a la final de la Copa Davis en juego, empezó con un intercambio de misiles sin precedentes. Uno, otro. Uno, otro. Así, el tensísimo segundo juego se prolongó más que ningún otro y, amén de varias salvadas previas, terminó cayendo del lado de Sinner.

El italiano, crecido en un meteórico tramo final de temporada, elevó el nivel de un duelo que, con Djokovic a su nivel habitual, levitaba por momentos. Entre ambos, 14 años y más de mil partidos oficiales de diferencia; decenas de ellos, los del serbio, ante Roger Federer y Rafael Nadal —contra los que Sinner solo acumula tres choques; los tres ante el manacorí y los tres sellados en derrota—.

Alentaba Djokovic a las masas del Martín Carpena —las serbias, claro— al tiempo que ponía contra las cuerdas a un Sinner de sangre fría, sobreviviendo como podía con el saque y 5-4 abajo. El de Belgrado, mejor restador de la historia del tenis, hacía valer su condición hasta que Sinner sacó el martillo y, salvando tres bolas de partido en su contra, puso el cinco iguales en el marcador.

Fue ahí, no antes, cuando Sinner miró de frente a Djokovic y desafió a la historia. Break en el momento más delicado del encuentro, ahí cuando las piernas fallan y las muñecas más se encogen. Tras el intercambio, con la grada en ebullición, el italiano dominó con su saque y venció, por segunda vez en diez días, al mejor tenista de siempre. 1-1. Serie igualada. Todo se decidiría en el dobles.

En el dobles, Italia cerró la remontada

En el duelo por parejas, que en un principio iban a disputar Djokovic y Lajovic contra Sonego y Bolelli, pero que acabó resultando en un segundo duelo consecutivo entre Nole y Sinner —Jannik y Sonego contra Novak y Kecmanovic—, los italianos terminaron por decantar la balanza y dar la vuelta a la eliminatoria para sellar el billete a la finalísima de este domingo.

De este modo, Sinner, primero en individual y luego en el dobles, se ha adjudicado dos victorias ante Djokovic en apenas una tarde, algo inverosímil solo al formularlo; pero que resultan tres si sumamos el triunfo de hace diez días en Turín. Casi nada.

Increíble el pelirrojo, dueño y señor de la eliminatoria, así como del tenis transalpino. De su mano, Italia jugará en el Martín Carpena la octava final de Copa Davis de su historia. No les sonríe el balance, en cualquier caso: una sola victoria —la de 1976, ante Chile— y seis derrotas, la última, en 1998. Este domingo, un cuarto de siglo después, espera Australia, último escollo hacia la segunda Ensaladera.

Resultados de la semifinal: Italia (2) - Serbia (1)

1. Kecmanovic a Musseti [6-7(7), 6-2 y 6-1]

2. Sinner a Djokovic (6-2, 2-6 y 7-5)

3. Sinner y Sonego a Djokovic y Kecmanovic (6-3, 6-4)