Carlos Alcaraz se disfraza ante la adversidad y empieza a cambiar un mantra: "He ganado puntos gratis"
Contra las cuerdas y todavía, el murciano juega ante Rublev uno de los mejores partidos de su vida con el saque.
No las tenía todas consigo Carlos Alcaraz cuando este miércoles salió por el túnel de vestuarios hacia la pista central de las ATP Finals de Turín. Con un resfriado de aúpa que no remite -el martes canceló su entrenamiento a los pocos minutos de empezar-, el murciano encaraba el duelo ante Andrey Rublev a vida o muerte después de gastar el lunes el comodín de la fase de grupos.
La derrota con Casper Ruud en su debut obligaba a Alcaraz a dar un paso al frente con Rublev. Pero las sensaciones no eran especialmente buenas: seguía muy congestionado, le costaba respirar y se temía que las piernas no le respondieran en los puntos largos. Pero ya desde el inicio, se le notaba más suelto y sus gestos eran muy diferentes a los del lunes. Estaba incluso sonriendo.
"Me he sorprendido a mí mismo", ha señalado el número tres del ranking mundial tras vencer 6-3 y 7-6 (10-8) a Rublev y llegar al duelo del viernes con Alexander Zverev con opciones de pelear por un billete para las semifinales. "La forma en la que he jugado desde la línea de fondo, con mi saque, que estuve muy calmado... Quería estar centrado en mi juego, en lo que yo tengo que hacer y olvidarme de que estoy malo. Cuando sales a la pista, tienes que olvidar todos los problemas de fuera y centrarte en pegarle bien a la bola. Me he sorprendido, sí", ha añadido Carlitos junto a Álex Corretja en Movistar+.
💎 𝗗 🎾 𝗡 𝗖 𝗔 𝗥 𝗟 🎾 𝗦 💎@carlosalcaraz | #NittoATPFinals pic.twitter.com/qmL71pAT3j
— ATP Tour en Español (@ATPTour_ES) November 13, 2024
Una masterclass al saque
Por mucho que las sensaciones hayan sido mucho mejores de lo que él mismo esperaba, Alcaraz era consciente de sus limitaciones. Es cierto que el virus estomacal que le dejó el lunes contra las cuerdas ya ha remitido, pero el resfriado continúa llevándole al límite. Ante la adversidad, soluciones: Alcaraz se ha aplicado esa máxima de los grandes del deporte y el miércoles ante Rublev ha dado una auténtica masterclass con su peor golpe, el saque.
"¿Qué golpe no me quitarías?", le preguntó Alcaraz a Jannik Sinner hace unos días durante un acto promocional en Turín. "Estoy en una mala posición porque tú lo haces todo bien. Pero si tengo que elegir algo malo, me quedo con el saque", respondió educadamente el italiano. "Estoy de acuerdo, estoy de acuerdo", asentía Alcaraz a su lado.
Sitting down for a chat with these champs 🤝#NittoATPFinals | @janniksin | @carlosalcaraz pic.twitter.com/iRNGZhjuE7
— ATP Tour (@atptour) November 10, 2024
Dueño de una de las derechas más poderosas del circuito, de un revés que es sinónimo de eficacia, de una dejada de otro planeta y de una volea a la altura de los mejores, Alcaraz tiene en el saque un pequeño agujero. "Su saque deja mucho que desear y creo que es el único aspecto del juego en el que no ha mejorado durante los dos últimos años", llegó a decir a principios de esta temporada Andy Roddick, uno de los grandes sacadores de todos los tiempos.
Esas palabras del estadounidense no sentaron del todo bien en el equipo de Alcaraz. "Es fácil criticarlo cuando es tu mejor virtud y lo ves todo tan sencillo. Es respetable la opinión, aunque no la comparto del todo, porque Carlos ha mejorado el saque muchísimo. Si lo veías hace tres años decías 'joder, cómo saca'. Es algo que se mejora poco a poco, no es tan fácil tener un saque con mucha velocidad y mucha dirección", respondió su entrenador, Juan Carlos Ferrero, en una entrevista con la Clay durante el torneo de Buenos Aires en febrero. Para entonces ya llevaba algunos meses aplicando varios ajustes en el saque para ganar efectividad sin perder potencia.
Este miércoles en Turín ha quedado más que demostrado que Alcaraz se está tomando muy en serio el saque. Justo cuando más lo necesitaba -un buen saque te permite correr mucho menos y ahorrar energía-, se ha disfrazado de bombardero: ha acabado el partido ante Rublev con 10 aces, un 70% de primeros, un 84% de puntos ganados con primer saque y un 63% con segundos, además de sacar a una media de 206 km/h los primeros servicios. Rublev no tuvo ni una sola oportunidad de break. Por comprar, en 2024 promedia 3,9 aces, un 65% de primeros, un 73% de puntos ganados con primero y un 57% con segundo.
"Hoy en día el saque es un arma muy importante, los mejores jugadores tienen un gran saque. Y cuando no te sientes genial, o piensas que no vas a jugar del todo bien desde el fondo, el saque es una gran arma", explicaba Alcaraz en Turín. "En el tie break del segundo set he sacado muchos puntos gratis que te ayudan a pensar con tranquilidad".