Así ha sido el Rally Dakar de Carlos Sainz y Lucas Cruz: una ilusión diluida

Carlos Sainz y Lucas Cruz se quedaron sin opciones de pelear por su cuarto Touareg en la sexta etapa del Rally Dakar tras un fuerte impacto en una duna cortada.¡ Aunque cambiaron su planteamiento para centrarse en ayudar a Mattias Ekström, el único Audi con opciones en la general en ese momento, un nuevo accidente en la etapa 9 puso fin a su 11ª participación juntos.

La novena jornada del Rally Dakar les tenía una desafortunada sorpresa a Carlos Sainz y Lucas Cruz en el kilómetro seis de la especial. En una duna cortada, el madrileño saltó a gran velocidad y aterrizó de morro contra la pared de la siguiente. Eso provocó una fuerte desaceleración y, además de los daños del vehículo, dejó doloridos a ambos. Aunque inicialmente se subió al helicóptero para ir a hacerse pruebas de imagen a un hospital de Riad, Sainz pidió al piloto dar media vuelta cuando este aterrizó para introducir las coordenadas correctas de la instalación médica.

Lograron reparar el coche para que pudiese salir a la carretera más cercana con la ayuda del camión de asistencia en carrera, pero al llegar al vivac de Riad, sus mecánicos vieron que el chasis del vehículo #207 había quedado dañado y que no podía continuar en carrera. Un abandono que le deja con sabor amargo y que le llevará a reflexionar durante los próximos meses sobre su futuro.

"Dunas de ese tipo hay infinidad, pasamos 70.000 durante el rally, pero hoy he juzgado mal la velocidad. No pensaba que estaría ese agujero y, de hecho, dos metros a la izquierda no lo había y dos metros a la derecha sí. Es culpa mía y de nadie más", apuntó a las 21.00 de aquel día.

"Estoy bien, bien. El cuerpo dolorido, después de este segundo aterrizaje duro. Han sido unos días de impactos y es normal que cuando te das dos golpes así... este ha sido de 27-28G (ese número de veces la fuerza de la gravedad), me parece por lo que me ha comentado mi ingeniero. Al principio tenía bastante dolor donde me dolía de antes, pero al final se me ha ido pasando poco a poco y estoy mejor ahora", aseguró.

"No es ninguna gesta, lo digo sinceramente y con todo el cariño y el aprecio. Las circunstancias han sido las que han sido. Pero es lo normal el intentar seguir y traer el coche. Desgraciadamente, es lo que hemos hecho. Han reparado los mecánicos, nos hemos venido y el coche no tenía arreglo. No le doy ningún valor a eso".

"Después del Dakar siempre se abre el periodo de reflexión personal, donde uno analiza todo, qué tal ha ido... siempre digo lo mismo. Volver a casa, pensar, recuperar en esas dos semanas que necesitas siempre después de un Dakar y más si ha sido un poco accidentado como este. Habrá tiempo de hacer planes. También habrá que ver qué quiere hacer Audi, qué planes tiene de futuro. Habrá tiempo de decidir. La suerte o mala suerte del Dakar es que hay tiempo, tienes un año, pero solo tienes una oportunidad al año y el tiempo pasa", concluyó.

Los españoles estuvieron a punto de lograr su segunda victoria de etapa este domingo, antes de la jornada de descanso. De hecho, fueron los más rápidos del día, pero una sanción de cinco minutos por saltarse un control de velocidad a 30 km/h (lo superaron por más de 40 km/h).

"Os lo explica mejor Lucas. Era una zona de 30 km/h que nos la hemos tragado, ha sido un impulso solo, pero alto. Hemos tenido algún problema con el GPS, pero esos temas son más de Lucas que míos. Hay un punto que tienes que ponerte a 30 km/h y si llegas más rápido, te penalizan. Cada segundo y medio hay un impulso de la información", apuntó Carlos Sainz al llegar al vivac de Riad.

"Nos va a venir bien el día de descanso, sobre todo después de dormir en tienda de campaña un día (risas) y después de que la noche anterior fueron cuatro horas de dormir solo. Tengo ganas de hacer una buena segunda semana, de seguir aprendiendo e intentar ganar una buena etapa y bueno, tratar de seguir y sobre todo sacar conclusiones buenas. Hoy estamos muy contentos de la especial. Ha sido una tontería lo que ha pasado, con eso no se ganan ni dos segundos. Pero el ritmo ha sido bueno y yo estoy contento con el día. Al final hemos hecho una especial sin problemas salvo el GPS y el ritmo, que para mí es lo más importante".

El bicampeón del mundo de rallies sufre un dolor en su mano derecha, después del duro aterrizaje de hace dos días. Sainz ha reconocido que no se termina de encontrar cómodo con la configuración de amortiguadores de su Audi RS Q e-tron.

"Estamos analizando por qué el coche va más duro de lo que fue en Marruecos, por qué tenemos menos confort dentro del coche de lo que teníamos. Eso hace que sea más físico. Hemos coincidido los tres pilotos en ello y el equipo está revisando todos los datos de la telemetría de los amortiguadores, a ver si podemos entender un poco mejor qué nos está ocurriendo. El amortiguador no está funcionando como debería", reconoció.

En la sexta jornada del Rally Dakar, Sainz y Cruz sufrieron un duro impacto en la delantera izquierda que dañó varias partes de su Audi, entre ellas la batería, la caja de dirección y, por supuesto, la suspensión delantera. Ambos socorrieron a Sépthane Peterhansel y su copiloto, Edouard Boulanger. El primero perdió el conocimiento al aterrizar unos instantes antes que los españoles en el mismo sitio (venían rodando juntos) y su copiloto sufrió una fractura vertebral de la que le operarán en Alemania esta semana.

"Ayer tuvimos suerte realmente de que nada grande pasara, porque era un lugar muy complicado. Al principio empezamos bien, pero luego tuve un impacto grande en el kilómetro 120-130 y me hice daño en el cuello en el lado derecho y empecé a conducir un poco más despacio. Justo antes de la neutralización, donde había repostaje para las motos, vi a Stéphane detrás y después le dejé pasar. Luego le intenté seguir como a 20-30 metros porque en rally raid cuando sigues cerca a otro coche puedes ver lo que hace y te facilita las cosas. Así que confié en él 100% y fuimos muy juntos", asegura el español.

"Después de tres kilómetros había una bajada después de una curva a izquierdas y lo siguiente que recuerdo es a ambos volando. Cuando aterricé rompí la suspensión, creo que Stéphane perdió el conocimiento porque el coche siguió girando... pensé que estaba dando la vuelta para ayudarme, pero me di cuenta de que seguía girando porque se quedó aturdido. Tuvimos mucha suerte. Desgraciadamente, Edouard se lesionó también".

"No sé, tal vez cinco o seis metros, pero íbamos rápido y aterricé en una rueda y rompí toda la suspensión de la parte delantera izquierda. Tuvimos que esperar al camión y cambiar todo. Perdimos muchísimo tiempo y no pudimos seguir. El equipo reparó el coche de manera perfecta. Todo estaba listo esta mañana, pero desgraciadamente Mattias tuvo que parar en la especial y paramos ayudarle. Le dimos toda la suspensión izquierda trasera y esperamos al camión para seguir", añade sobre su etapa 7, en la que ha tenido que ayudar al único Audi que seguía dentro de la pelea por la carrera.

La quinta jornada del Rally Dakar no fue el día para recortar. Carlos Sainz y Lucas Cruz sufrieron con la dureza de la etapa y el piloto madrileño acabó muy dolorido del cuello tras un impacto contra el suelo de su vehículo. Aunque quedaron segundos de la especial, Al Attiyah les endosó 1:57 y ya están a 34:52 en la general del de Toyota.

"Fue una etapa muy parecida la de ayer, la verdad. Mucha arena, dunas y hierba de camello. Zonas más rápidas, zonas de cruzar unas dunas muy pequeñas, luego hierba de camello, un terreno muy roto, muy roto, y muy físico. Ha sido una especial en la que he tenido dos impactos bastante serios en el cuello. Estoy bien, pero dolorido. Estamos ahí mirando en el coche por si podemos mejorar la suspensión, afinando cosas", apuntó al llegar al vivac de Ha'il.

"Nosotros vamos lo más deprisa que podemos, tanto Stéphane [Peterhansel] como yo, y cuando no hay más, no hay más. Es lo que hay. Una especial con mucho bache, con un coche pesado, y cada bache lo notas, vimos la diferencia de lo que es quitarle 100 kilos, y si se lo quitásemos en estas especiales, nos vendría muy bien, pero es lo que hay".

En cuanto a la controvertida decisión de la FIA de dar 11 CV más al Audi, sobre la que sus rivales ya se han mostrado disconformes, Sainz asegura que en la etapa de hoy no ha notado la diferencia: "No, no. Es tan sutil que no lo he notado. Sobre Nasser, no comments. Lo que creo es que la FIA ha visto que nosotros aceleramos menos, por eso hacen lo de ayer, estaba todo hablado, estaba todo pactado, pero creo que solo podían dar un 85% de lo que veían".

En la cuarta jornada, el primer bucle Ha'il - Ha'il, los españoles de Audi mantuvieron el tipo, a pesar de salir 27º, por detrás de coches más lentos, pinchar una vez antes del km 211 y perder presión en una rueda un poco después. Sainz es consciente de que queda mucho Dakar por delante, pero cree que tiene que salir al ataque cada día.

"Ha sido una etapa donde menos mal que ha llovido y no hemos encontrado polvo, pero sí muchos coches. En general muy contento, salvo un pinchazo y luego un pequeño problema con la presión de una rueda, que se ha bajado de repente. Por lo demás, contento, me hubiese gustado recuperar, pero no hemos podido recuperar mucho", comentó en el vivac de Ha'il. "Etapas clave a partir de ayer son todas, porque tengo que intentar recuperar. Voy atacando cada día. Mañana salgo en una mejor posición, salgo tercero e intentaremos hacer una buena etapa".

El cambio de la FIA en el equilibrio de rendimiento para Audi

"Hace falta que pasen cosas y que a mí no me pase nada, eso es lo ideal, por escribir la carta a los Reyes Magos. Voy a ir escribiéndola. Con la lluvia está muy marcado todo, se ve mucho mejor la traza. Tengo que decir que el roadbook está mucho mejor que el año pasado y aquí de lo que se trata es que la carrera no se decida porque esté mal el libro de ruta, sino por el que vaya más rápido y navegue bien. Ahora no voy a pedir lo que he criticado en otras ocasiones. De momento está bien, va todo bien marcado, y todo en su sitio".

"Estoy fastidiado porque perder una hora en el Dakar es mucho. Perdí 56 minutos contra el primero. Una pieza que no se nos había roto y una pieza que sinceramente me da mucha rabia. Más luego se complicó con todo el tema de la rueda, que fueron unos 15 minutos más, que sin esos 15', la verdad es que hubiera sido perder mucho, pero estar todavía cerca. Media hora, la verdad es que es mucha distancia y van quedando menos días. Y tienen que ser etapas pues eso, como la segunda, que fue una locura de piedras y todo el mundo pinchó… y si pinchas dos ruedas ya te obliga a ir despacio. Y ahora si entramos en la arena, allí ya no se pincha. El factor pinchazos, que este año está siendo determinante en el inicio del rally, de momento, si vamos a zona de arena desaparece", concluyó.

A la tercera etapa salieron como líderes e incluso estaban ampliando su ventaja por más de nueve minutos con Nasser Al Attiyah, hasta que en el kilómetro 213 una rótula de la dirección trasera se rompió en mitad de la especial. Los españoles tuvieron que hacer de mecánicos y reemplazarla, algo en lo que tardaron alrededor de 33 minutos. A partir de ahí, continuaron imprimiendo ritmo, pero un pinchazo primero antes del km 335 y un problema con el gato después, que les provocó un segundo pinchazo, les hicieron dejarse otros 16 minutos.

"La etapa ha empezado bien porque he cogido a Van Loon, estaba cogiendo a Nasser y se ha parado con un pinchazo… Estaba yendo francamente bien de ritmo. Y de repente, en una curva a derechas, he notado algo raro en la suspensión de atrás. Se ha roto una rótula. Llevábamos en el coche, hemos parado a cambiarla, pero ni Lucas ni yo estamos contentos con el trabajo hecho, se podía hacer más rápido", reconoció el español en el vivac de Ha'il.

"Hemos tenido un problema, se nos ha complicado el cambio de la rótula. No somos mecánicos y bajo estrés… Nos da rabia. A lo mejor por las piedras de ayer ya tenía alguna fisura porque nunca han dado problemas las rótulas. Luego hemos seguido, atacando fuerte y hemos pinchado una rueda, hemos tenido un problema con el gato y en un error nuestro, no subía el gato y hemos tenido que subir el coche a una roca para cambiar la rueda, al hacerlo hemos pinchado la otra rueda. En la reparación uno de los tornillos se trasroscó y hemos perdido bastante tiempo. Se nos ha roto la llave de ruedas y hemos tenido que esperar a Mattias. Ahí ya hemos cambiado y hemos seguido hasta el final".

Una película de terror que, sin embargo, le mantiene en la batalla a 33:11 de Nasser Al Attiyah, el nuevo líder. Cuando Relevo le preguntó cómo cambia un día así su planteamiento, respondió: "Ahora la estrategia ya es más clara, salir al ataque y a recuperar. 33 minutos es bastante, pero están pasando muchas cosas en este Dakar. Esperemos que no nos pase tanto a nosotros y les pase a los de cabeza".

"Pero ahora que vamos a cambiar de estrategia e ir al ataque, vamos a comprar papeletas para que nos pasen más cosas. Pero vamos a intentarlo y salir a por todas".

El primer vuelco a la general del Rally Dakar llegó en la segunda jornada, en un día que no se preveía sumamente complicado, pero que terminó siendo un auténtico caos. No obstante, Carlos Sainz y Lucas Cruz gestionaron de manera impecable el abrir pista de principio a fin en los 430 km contra el reloj y con piedras y rocas por doquier. Esto les permitió defender su liderato ante el ganador de la etapa Nasser Al Attiyah y ver cómo sus compañeros Mattias Ekström y Stéphane Peterhansel y tres de los cuatro BRX, el de Sébastien Loeb entre ellos sufrieron mil y un percances que les hicieron perder media hora al que menos y varias horas al que más.

"Hemos pinchado una vez. Y luego, abrir era muy difícil. Muchas piedras, muchas muchas piedras, muchas zonas de trial, muchas zonas de mucha paciencia y de ir despacio para no pinchar, y siendo el primer coche, pues más. Era la disciplina de ir despacio para no pinchar, porque hemos tenido muchísimas rocas y es muy fácil. Hemos estado 5 horas en la especial. Así que fácil no ha sido. Ha sido una de las especiales más difíciles que he hecho. Era muy difícil. Ha sido una etapa de mucha concentración, todo el rato mirando bien la piedras", apuntó en el vivac de AlUla.

En la primera etapa larga, en el día de Año Nuevo y con su mujer, Reyes, y Carlos Sainz Jr presentes, Sainz no ha podido tener un mejor arranque de 2023. A pesar de sufrir un pinchazo en los primeros 30 km en una zona muy estrecha entre rocas, lograron mantener el ritmo y recortar distancias con sus rivales para llegar a la zona de arena y de las primeras dunas de la edición con el cuchillo entre los dientes. Su primera victoria de este Dakar es la 42ª para Sainz, que se queda a dos del tercer mejor registro histórico de Al Attiyah. Esto les coloca como líderes de la carrera, con solo 10 segundos de ventaja sobre Sébastien Loebm, nueve veces campeón del mundo de rallies.

"La etapa al inicio era muy rocosa y teníamos miedo de tener otro pinchazo y meternos en problemas. Desde entonces pilotamos con cuidado y a mitad de etapa el terreno se volvió más arenoso y con dunas. Ahí apretamos para recuperar tiempo. El coche ha funcionado bien y Lucas ha hecho un gran trabajo, estamos muy felices con el resultado", aseguró en meta, recibido con gran algarabía por todo el equipo, el bicampeón del mundo de rallies.

"Gracias a todos por esta fantástica bienvenida. Para el equipo es fantástica, pero es solo el principio, las victorias no son nada, está super ajustado, creo que solo hay 10 segundos de ventaja sobre el segundo y mañana nos toca abrir la pista. Nos tocará dar lo mejor de nosotros mismos. Es un día especial porque es la primera vez que mi familia viene al Dakar y acabara el día con esta victoria es la mejor manera de hacerlo. Estoy muy feliz de que ellos también puedan vivirlo".

"Hemos ido rápido en el tramo final, había zonas de arena, dunas y algo roto y hemos apretado para intentar recuperar. Hay que tener la cabeza fría porque esto solo ha hecho que empezar, esto puede cambiar de la noche a la mañana. Nos espera un rally duro, pero esperemos seguir como hoy, sin problemas y pasándolo bien".

En la etapa 2, camino de Al Ula, al norte, tendrán que abrir pista por delante de sus rivales en una jornada que se espera similar a la primera, pero con nada menos que 430 km cronometrados.

Tras la primera toma de contacto con la 45ª edición de la mítica prueba, una etapa Prólogo de apenas 13 kilómetros estilo Mundial de Rallies (WRC), ambos acabaron en la sexta posición, a 14 segundos del ganador, su compañero Ekström. Pero las diferencias entre los favoritos son mínimas y con 14 etapas y más de 4.600 km por completar contra el reloj, la pelea será larga y tortuosa.

"Ha sido una etapa tipo Prólogo, con lo que ha sido difícil de leer, de memorizar bien, no hemos tenido problemas. Nosotros creo que saldremos quintos mañana si no hay sorpresas, hacerlo más atrás sería mejor, pero quinto tampoco es malo. Aquí en el Dakar nunca te puedes fiar, nunca se sabe. En cualquier momento hay un sitio que no está claro, te puedes despistar, perder tiempo, o pinchazos, cada día hay que estar con los ojos abiertos. Lo importante es ir pasando cada día", aseguró el español tras la primera jornada competitiva, después de tres días de espera y gestiones administrativas en el campamento a orillas del Mar Rojo.

El proyecto de Audi, con propulsión eléctrica y un extensor de autonomía de gasolina, que recarga la batería con la que se alimentan los propulsores de cada eje motriz, cumple su segundo año y tiene como objetivo estar en el podio. Pero sus tres pilotos, sobre todo Sainz y Peterhansel, que entre ambos acumulan 17 victorias globales en el Dakar, y salen con hambre de victoria.