JUEGOS PARALÍMPICOS

La cámara subacuática de París 2024 provocó que una medallista reviviera el terror del ataque de un tiburón

Ali Truwit logró dos medallas en los Juegos Paralímpicos, pero tuvo que recurrir a ayuda psicológica en ellos por culpa de la cámara que perseguía a los nadadores.

La imagen que ofrecía la cámara subacuática de París 2024. /GETTY
La imagen que ofrecía la cámara subacuática de París 2024. GETTY
Andrea Robles

Andrea Robles

La piscina de París La Défense Arena fue testigo de algunos de los mejores logros de los Juegos Paralímpicos de París 2024. Los espectadores, que la llenaron día sí, día también, fueron testigos de la grandeza de Jessica Long, Teresa Perales, Gabrielzinho, Jincheng Guo... y también de Ali Truwit, aunque quizá en aquel momento no conocían la magnitud de las dos platas que consiguió. Para todos, La Défense fue el escenario perfecto, un espacio cálido -a pesar del frío que sintieron- para los paralímpicos. Para la estadounidense, plata en los 400m estilo libre y 100m espada 100 S10, llegó a ser un infierno, pues en ella revivió el ataque del tiburón que le arrebató su pierna izquierda.

Todo se remonta a mayo de 2023. Truwit celebraba que se había licenciado en Ciencias Cognitivas y Economía del Comportamiento en la Universidad de Yale en un viaje en las Islas Turcas y Caicos. Ese archipiélago al sureste de Bahamas es famoso por sus corales. Por ello, la nadadora de Connecticut disfrutaba del snorkel cuando un tiburón la atacó. Le arrancó el pie izquierdo y parte del resto de la pierna izquierda. En una demostración de supervivencia, el miedo no la paralizó y nadó hacia un bote a 70 metros en el que un amigo pudo practicarle un torniquete. Tuvieron que amputarle por debajo de la rodilla.

El mar le trajo desgracia, pero la piscina le dio la oportunidad de competir en sus primeros Juegos Paralímpicos, a los 24 años, poco más de un año después del incidente. Sin embargo, tal y como revela la revista Time, en la piscina revivió aquel ataque. "Me di cuenta de que estaba mirando una cámara subacuática negra realmente grande —esta persigue desde abajo a los nadadores para mostrar otro plano en la realización televisiva— Para mí, incluso sentada en las gradas, evocó las condiciones exactas del ataque de un tiburón por las que había luchado para sobrevivir", reconoció.

El shock fue tal que la retraumatizó. Al día siguiente rompió a llorar en un entrenamiento en la piscina. "Mi cuerpo simplemente tembló y mis gafas se llenaron de lágrimas". Aquella noche las pesadillas constantes impidieron su descanso. En ellas rememoró una y otra vez el ataque del tiburón. Y todo esto ocurría en uno de los momentos más importantes de su vida. "Me sentí frustrada. Con esa respuesta involuntaria que tuvo mi cuerpo en ese momento, sentí que perdía toda la energía, me la habían succionado".

Ali Truwit posa con sus dos medallas de París 2024.  GETTY
Ali Truwit posa con sus dos medallas de París 2024. GETTY

La nadadora volvió a hacer gala de la capacidad de reacción que la ayudó a sobrevivir en el mar. Rápidamente, afrontó esos episodios de ansiedad, gracias especialmente a su entrenador y a su madre, que es terapeuta cognitivo-conductual. Volvió a recurrir a las técnicas de respiración y atención plena que utilizó durante su rehabilitación. En el agua, se repetía una y otra vez el mismo mantra. "Estoy a salvo, estoy a salvo".

Además, se volcó en el grupo de 60 amigos y familiares que la acompañaron a París 2024. Y también en las fotos de los bebés de sus primos. "Es imposible no sonreír al ver eso. Concentré mi energía en esos vídeos y buscar alegría y mantenerla en medio de un momento estresante y realmente difícil".

Aquella cámara convertida en tiburón no impidió que la estadounidense llegara a las medallas. Preguntada por si aquello le costó el oro, fue rotunda: "El hecho de que esté en los Juegos Paralímpicos un año después del ataque de un tiburón y la amputación, en mi mente ya había ganado el oro, independientemente del lugar que ocupara en la carrera".

Su esfuerzo le valió otro premio, las llamadas de Tom Cruise antes de sus carreras. El teléfono marcaba número desconocido, ella descolgó y al otro lado escuchó por primera vez: "Por favor, espere a Tom Cruise", dijo la persona al otro lado de la línea. "Esas son mis nuevas cinco palabras favoritas", comentó.