Imane Khelif, absoluta dominadora en Roland Garros: gana todos los asaltos para colgarse el oro
La argelina se proclamó este viernes campeona olímpica en categoría de 66 kilos al vencer a la china Yang. La colonia de argelinos en París acudió en masa a apoyarla.
Imane Khelif ha sido uno de los nombres de los Juegos Olímpicos. Mas allá del boxeo, en todos los países se ha hablado de la argelina. La boxeadora, junto con la taiwanesa Yu-Ting Lin, recibió el OK del Comité Olímpico Internacional (COI) para poder competir en el torneo de París 2024 dos días antes de su debut. IBA (Asociación Internacional de Boxeo, en inglés) la sancionó en 2023 por "fallar en las pruebas de género". En su primer combate, la africana ganó a la italiana Carini después de que la europea decidiese no seguir al notar golpes "más fuertes de lo normal" cuando le conectó y se marchase indignada por "una injusticia" (al día siguiente pidió perdón por su reacción). El plano deportivo se terminó ahí para Khelif. Pasó a estar en boca de todos.
Khelif pasó a ser el centro de muchos debates en redes sociales y medios de comunicación de todo el mundo. Conscientes de ello, el equipo argelino retiró el móvil a la boxeadora e intentó que se centrase en la competición. Ha vivido ajena, o casi, a toda la polémica y deportivamente no le ha afectado. La púgil se ha vuelto una megaestrella en Argelia y la comunidad argelina en Francia no dudó en apoyarla en cada combate. Este viernes, en Roland Garros, el aliento hacia ella fue total. Ante sí tenía el mayor órdago de su carrera. Había sido medallista mundial, pero en París se jugaba ser campeona olímpica (categoría -66 kg) contra la mujer que tendría que haber disputado la final del Mundial 2023. Lo logró.
La argelina se impuso a la china Liu Yang sin sufrir. Tras Tokio 2020, se cambiaron las categorías olímpicas y su límite de peso subió de 64 kilos a 66. Le vino bien a Khelif, sufre menos para el peso y llega mejor a los pleitos. Los potentes golpes rectos de la africana, en especial la derecha, frenaron a Yang, quien venía boxeando muy bien entrando y saliendo, pero ese no era el camino este viernes. Khelif esperó a al asiática y le castigó siempre con gran criterio. No daba continuidad a su trabajo, pero tampoco lo necesitaba. Las acciones aisladas, pero continuas en el tiempo no dejaban duda alguna sobre el resultado final. No hubo manera durante todo el torneo de ponerla en aprietos y la china, tampoco la encontró. La argelina ganó todos los asaltos, al igual que en el resto del torneo. Su superioridad no dejará caer el debate sobre su figura.
Imane Khelif se baña en oro 🥇🥊
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 9, 2024
La boxeadora argelina se impone de manera unánime a Yang Liu, campeona del mundo, y es campeona olímpica de 66 kilos.#Paris2024 pic.twitter.com/xSvHuCEHSd
Khelif lleva dos años sin perder
En el plano estrictamente deportivo, Khelif era muy favorita para esa medalla. No pierde un combate desde mayo de 2022, cuando se tuvo que conformar con la plata en el Mundial de ese año. Desde entonces ganó todo, pero fue en esa edición cuando IBA empezó a investigar. Según el organismo, Khelif y la china Lin fueron sometidas a "pruebas de género" durante esa competición. Las volvieron a pasar en el Mundial de 2023. En ese torneo, una vez que recibieron los resultados, fueron descalificadas (Khelif iba a disputar la final y Lin fue bronce) y se les prohibió volver a participar en competiciones IBA por incumplir los estándares de género. El organismo apuntó a que ambas tenían "altos niveles de testosterona" y Umar Kremlev, presidente de IBA, llegó a afirmar que "eran portadoras de cromosomas XY (sistema que caracteriza al sexo masculino).
IBA avisó de que sus pruebas eran vinculantes, pero con el paso de los días su versión deja dudas. El COI, desde el primer momento, las dejó participar en los clasificatorios (ellos organizaron la prueba en París) y mantuvo que las púgiles sí cumplían sus estándares. Hasta el momento, nunca ha explicado más. IBA, por su parte, organizó una rueda de prensa este lunes en la que no aportaron pruebas escudándose en la privacidad. Kremlev dedicó el tiempo ante la prensa para cargar contra el COI y el organismo se limitó a explicar el procedimiento. Reiteraron que su sanción era "vinculante", pero el COI no tomó esas pruebas médicas porque expulsó a IBA del movimiento olímpico y no les tiene en cuenta para nada.
La competición se desenvolvió en medio de ese cisma político. El tema ha llegado incluso a las Naciones Unidas. El pasado miércoles, embajador adjunto ruso ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, acusó a los países occidentales de monopolizar el espíritu olímpico: "Las boxeadoras están siendo sometidas de manera pública a violencia por atletas que no habían superado pruebas hormonales por parte de IBA. Según esa federación, y usando el sentido común, son hombres. Es absolutamente repugnante". Como de esperar, hubo respuesta del lado argelino.
No hay que olvidar el trasfondo político de toda la situación. IBA está financiada por Gazprom, petrolera estatal rusa. Umar Kremlev, en su cargo desde 2020, reflotó la situación económica gracias a esa ayuda. Al inicio de la invasión rusa en Ucrania, el COI pidió a IBA cortar cualquier relación. Kremlev, muy cercano a Putin, se negó. Ese órdago fue lo que colmó la paciencia del máximo organismo olímpico y por eso fueron expulsados. Desde ese momento la confrontación entre IBA y COI es constante. El caso de Khelif es un capítulo más.
IBA ha asegurado que el primer control a Khelif y Lin llegó tras las quejas de los equipos. El OK del COI, según pudo saber Relevo, también generó gran controversia entre las selecciones. No querían que participasen porque creían que "la salud de sus competidoras estaba en riesgo". Pese al malestar, ningún país se manifestó públicamente y el boicot, como se llegó rumorear, nunca estuvo sobre la mesa. Pese al revuelo generado tras el pleito ante Carini, el resto de combates transcurrieron con normalidad. El capítulo de Khelif en París 2024 terminó este viernes con un oro, pero la resaca podría durar años. Si algún país toma la versión de IBA podría recurrir los resultado del torneo en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).