Khelif pide "acabar con el acoso" mientras surgen las dudas sobre las pruebas de género de IBA

Imane Khelif se ha convertido en uno de los nombres de los Juegos Olímpicos. La argelina, de 25 años, recibió la pasada semana, junto con la taiwanesa Lin Yu-ting, el OK del Comité Olímpico Internacional (COI) para poder participar en el torneo de boxeo de París 2024. Ambas luchadoras arrastraban una sanción de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, en inglés) que no les permite pelear en sus torneos por "no cumplir con las normas de género".

El COI, encargado de gestionar la competición de boxeo tras expulsar en 2023 a IBA del movimiento olímpico, siempre ha mantenido que ambas boxeadoras cumplen con sus estándares y por ello pueden participar. Pese a ello, el revuelo mediático comenzó con el comunicado del COI y se hizo viral tras la primera victoria de Khelif en el torneo. Son dos casos idénticos, pero la argelina se ha llevado todos los focos por la retirada de la italiana Carini en menos de un minuto.

La presión que se ha puesto sobre la boxeadora, a la que se definió en redes sociales y algunos medios como "atleta transgénero" en un primer momento, ha sido muy alta. Consciente de ello, la delegación argelina retiró el teléfono móvil a la deportista para que se "centrase en la competición". Este lunes, Associated Press publicó una entrevista en la que la boxeadora, que disputará la semifinales del torneo olímpico este martes (22:34 horas), pidió respeto.

"Envío un mensaje a todos los pueblos del mundo para que respeten los principios olímpicos y la Carta Olímpica y se abstengan de acosar a los atletas porque eso tiene consecuencias enormes. Puede destruir a las personas, puede matar los pensamientos, el espíritu y la mente de las personas. Puede dividir da las personas, por eso les pido que se abstengan de acosar", apuntó la púgil, quien reconoció que habla con su familia un par de veces por semana y que "teme que les afecte".

Su padre, en otra entrevista en AFP, quiso salir al paso también. "Mi hija es una niña", apuntó en esa entrevista en la que quiso mostrar el acta de nacimiento para intentar evitar las especulaciones que se siguen haciendo en redes sociales sobre el sexto de Khelif. Nació siendo mujer. Por el momento, según anunció IBA, su sanción habría sido al mostrarse elevados niveles de testosterona en varios controles. Además, el presidente del organismo, Umar Kremlev, añadió en su momento, de manera oral, que tanto ella como Yu-ting poseen "cromosomas XY (patrón masculino)".

Coincidiendo con la entrevista y con la jornada de descanso en el torneo de boxeo, IBA organizó una rueda de prensa en París en la que invitó a casi un centenar de medios para hablar del caso de Khelif y Yu-ting. El organismo intentaba ganar credibilidad, pero como suele suceder en todos sus actos la puesta de largo hizo que el evento haya generado todavía más dudas sobre sus métodos.

El evento comenzó con una hora de retraso y su presidente, Umar Kremlev, no estaba presente en la capital francesa. El líder de IBA, quien prometió una compensación económica para la italiana Carini (50.000 euros) y para "todas las atletas perjudicadas", habló de manera telemática, en ruso, y se dedicó a cargar contra el COI sin ofrecer detalles extra de las pruebas de género que realizaron en su momento. Quién si intentó arrojar algo más de luz fue Chris Roberts, CEO de IBA. "En 2022 hubo preocupación sobre estas dos boxeadoras y se hicieron unas pruebas en un laboratorio de Estambul. Las siguientes pruebas se realizaron durante el Mundial de 2023 en la India. En ambas el resultado fue que sus cromosomas de ambas boxeadoras no eran aptos", apuntó.

Pese a esas palabras, el discurso de Roberts dejó dudas ya que afirmó que las citadas pruebas fueron dos analíticas de sangre. "Debido al resultado, no estamos en condiciones de mostrar la prueba", añadió. Además, también aseguró que el COI "tenía esa información". Escudándose en la protección de datos, el discurso y el evento dejó más dudas que respuestas. Por su parte, Khelif tampoco quiso responder en la citaba entrevista a qué tipo de pruebas se sometió. Lo único conocido, según IBA, es que la argelina inició un proceso para recurrir la descalificación que sufrió en el Mundial de 2023, pero lo retiró antes de la que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) tuviese la primera vista al respecto.