Reyes Pla rescata el eterno foco polémico del boxeo en los Juegos: "No sé qué puntúan"

Rafa Lozano y la esquina española salieron del ring visiblemente enfadados tras la derrota de Enmanuel Reyes Pla en semifinales del torneo olímpico de boxeo de París. El Profeta será medalla de bronce (se dan dos por peso), pero la sensación que queda es que en sus guantes había una final. El seleccionador atendió a los medios españoles en zona mixta visiblemente enfadado, pero antes el púgil se paró en el micrófono de Eurosport.

"Me siento bien pese a que el resultado no es idóneo. El boxeo está cayendo por los árbitros, no sé que puntúan. Estoy contento por tener una medalla olímpica. Quería cambiarla de color, pero los árbitros no me dejaron. Me vi mejor que el contrario, pero ellos son los que deciden", apuntó el hispano-cubano.

Con 31 años y mas de media vida dedicada al deporte, Reyes Pla estaba resignado. Sabe lo que hay y lo avisó hace meses en Relevo: "Entre los jueces hablan. Dale un punto al mío, yo te ayudo con el tuyo… no es que te enteres de que sucede, lo ves allí y sabes que vas a subir al ring con un punto menos". La visión es compartida por muchos, pero la personalidad del Profeta hace que pocos sean capaces de exteriorizarla. El boxeo tiene un problema.

Las quejas por los arbitrajes no son nuevas. Tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 se destapó una gran trama de corrupción de combates. Esto costó cabezas dentro de IBA (máximo organismo del boxeo amateur) y acabó sacándolos del movimiento olímpico el pasado año. En Tokio 2020 también hubo problemas con las puntuaciones y en París, aunque menos habituales y flagrantes, suceden. IBA está fuera, pero el problema no se ha tratado de raíz.

Antes del último preolímpico, los países eran un clamor precisamente por la manera de puntuar los combates en el anterior clasificatorio. El COI organiza la competición, pero los árbitros son los mismos y las selecciones, según pudo saber Relevo antes de ese torneo, creen que el sistema está "viciado". Muchos abogan por el cambio completo del estamento arbitral, pero el COI contó con los mismos jueces y árbitros que estaban en IBA. En muchos casos hay temas políticos mezclados. El propio Reyes Pla, en la citada entrevista, lo reconocía con un ejemplo muy claro: "En Tokio, los jueces de Marruecos no nos dieron ganadores ni un asalto. En ese momento había un conflicto diplomático entre España y ellos".

Fuera del sentir del vestuario olímpico, lo cierto es que este problema es muy importante de cara a la continuidad del boxeo en los Juegos Olímpicos. El COI no organizará el torneo una tercera vez y debe aparecer un nuevo organismo que regule el boxeo. Ese proceso se debe abrir desde septiembre, pero el riesgo de que uno de los deportes históricos de los Juegos (sólo ha fallado en la segunda edición) se quede fuera.

En zona mixta, Rafa Lozano explicaba su enfado por el combate de Reyes Pla. "Ha ganado los dos primeros asaltos con gran claridad", apuntaba. Acto seguido, también explicaba un posible motivo por el que en los últimos días las decisiones cada vez son más controvertidas. "No sé la explicación de casos como estos. No creo que se juzgue por banderas. Pienso que quizá los jueces han hecho tantos combates ya que están casado y no son objetivos. No quiero decir que roben o no roben. Están cansado y no tiene la visión correcta", apuntó el doble medallista olímpico.

La frase de Lozano recoge el sentir del resto de equipo. El número de colegiados elegidos por el COI es muy pequeña y el combate de Reyes Pla ha sido el combate número 199 del torneo. Otro de los motivos de enfado, que ya viene de los preolímpicos, es la eliminación de la revisión de pleitos. En busca de mayor transparencia en los resultados, IBA aplicó una forma de de revisión. Si un resultado era controvertido, los países podían reclamarlo y cinco jueces diferentes a los del combate lo repuntuarían y la decisión sería vinculante. El sistema funcionó y gustó, pero el COI decidió que no iba a tomarlo. El máximo organismo olímpico rechaza por sistema todo lo que venga de IBA, algo que ha podido ser perjudicial para la justicia del torneo que ellos comandan.