BOXEO

Ayoub Ghadfa, Enmanuel Reyes Pla y una hermandad custodiada por Rafa Lozano: "Un 90% de esta medalla es suya"

Los dos medallistas olímpicos del boxeo entraron prácticamente a la vez en la Selección y comparten un nexo: Rafa Lozano. El seleccionador fue clave para que ambos tuvieran su espacio.

Ayoub Ghadfa y Enmanuel Reyes Pla, en la previa del primer preolímpico para Tokio 2020./
Ayoub Ghadfa y Enmanuel Reyes Pla, en la previa del primer preolímpico para Tokio 2020.
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

El 1 de agosto de 2024 será un día para la historia del boxeo español. Enmanuel Reyes Pla garantizó (-92 kg) la primera medalla olímpica en 24 años para nuestra Selección. Él estaba contento, pero en la grada había una sonrisa mayor. Ayoub Ghadfa se levantaba con cada golpe de su compañero. Al terminar "no le salían las palabras", según indicó a Relevo. Los dos boxeadores tienen una relación que va más allá de una simple ayuda diaria. El marbellí estaba tan feliz como si la medalla fuese suya. Al día siguiente, Ayoub certificó su pase a semifinales e igualó la gesta (este miércoles se clasificó para la final, siendo el tercer español que lo consigue). Los dos estarán en el podio de Roland Garros. Siguen teniendo vidas paralelas.

Esta relación de dos es de tres. Sin la confianza de Rafa Lozano ninguno de ellos estaría hoy con una medalla olímpica. El seleccionador nacional atendió la llamada de Reyes Pla en 2018. El cubano abandonó su país cansado de no tener oportunidades. El Balita sabía de su talento y no dudó en tenderle la mano. Luchó para que le diesen la nacionalidad rápido (se logró a principios de 2020) y pudiese estar en Tokio 2020 (consiguió un diploma olímpico). El Profeta fue un soplo de aire fresco para el equipo español.

Lozano era consciente de que incorporaba un top en su división, aunque lo más importante era la persona. Reyes Pla boxeaba desde niño y estaba desde dos décadas atrás en diferentes equipos nacionales cubanos. "En el combate 300 perdí la cuenta", bromeaba siempre El Profeta cuando al llegar a España le preguntaban por el número de peleas que había hecho. Enmanuel siempre estuvo dispuesto a sumar en el grupo. Aportó su experiencia y sumó el gen ganador que los púgiles cubanos llevan dentro.

Ahí empezó su hermandad con Ayoub Ghadfa. El marbellí llevaba desde 2017 entrenando con la Selección, pero en 2018 pasó a formar parte, de pleno derecho, del equipo. Lozano le fichó después de la llamada de su amigo José Valenciano. Le advirtió de su talento y tras verle en acción le lanzó el guante pese a que su experiencia se reducía a un par de combates. Ayoub tuvo que aprender a base de derrotas internacionales, pero su progresión era clara cuando Reyes Pla llegó a la selección. El hispanocubano compite en la categoría de -92 kilos y el marbellí lo hace en la de +92 kilos. No había más pesos grandes en el equipo. Los entrenamientos de escuela de combate (técnica con el compañero sin golpeo en la cabeza) y de sparring debían ser juntos.

Reyes Pla tenía mucha más experiencia que Ghadfa, pero eso nunca fue un problema para ninguno de los dos. "Enmanuel es alguien muy generoso y le ha ayudado en el día a día para crecer. La movilidad de Ayoub es muy parecida a la suya. Tener un hombre grande con su visión y experiencia a diario ha sido algo clave para él", desvela a Relevo José Valenciano, descubridor del marbellí. El Profeta tomó al andaluz como protegido y le fue ayudando en su crecimiento. Sabía que toda mejoría en su compañero le sería también positiva para él. Rafa Lozano le encargó ese cometido y no falló.

Los dos boxeadores viven ahora el mejor momento de sus carreras. Reyes Pla es bronce después de caer en semifinales de manera polémica y Ghadfa buscará el oro este sábado. Ambos están muy agradecidos con la oportunidad recibida y el hispanocubano no dudó en apuntar a un nombre tras certificar su metal: "Rafa Lozano tiene un 90% de esta medalla. Me dio la confianza y siempre he luchado por no defraudarle. España me ha dado la oportunidad y hoy es un paso más para devolverlo en forma de medalla".

Rafa Lozano siempre buscó dar un plus al equipo nacional. Reyes Pla era un caballo ganador, pero había que ser valiente para forzar la máquina y lograr su nacionalidad. Ayoub Ghadfa era una moneda al aire, aunque el seleccionador creía que si el chico respondía, había futuro. Los dos compañeros de Selección han forjado una inquebrantable relación de hermandad y el anterior medallista olímpico español sirvió de celestina y custodio para que esa unión condujese al mayor éxito posible para un amateur. Tres medallistas en unos Juegos (Lozano lo fue en Atlanta y Sydney) han forjado durante casi ocho años el mayor hito del boxeo olímpico español.