Los secretos de una de las fotos más icónicas del fútbol femenino: "Mi oncóloga me dio permiso y me dijo: 'Si no es ahora, es nunca''

Era 17 de enero de 2021 y las sesiones de quimioterapia todavía causaban estragos en el cuerpo de Virginia Torrecilla (4 de septiembre de 1994, Cala Millor). No hacía ni un año -en mayo de 2020- que a la exfutbolista del Atlético de Madrid le habían detectado un tumor cerebral.

A Virginia, como le pasaría a cualquiera, se le paró el mundo. Dejó el fútbol -tuvo que dejarlo- y dedicó su vida a salvarla. Amanda Sampedro y Silvia Meseguer se convirtieron en sus ángeles de la guardia y las visitas al vestuario del Atlético de Madrid en su medicina. En octubre de 2020, tan sólo unos meses después del diagnóstico que le cambió la vida, Virginia se presentó en la ciudad deportiva rojiblanca ataviada con el chándal del equipo. Las colchoneras disputaban su primer partido liguero como local y Vir fue una más del corrillo previo al comienzo del encuentro.

La siguiente imagen con el equipo se produciría unos meses después: en la final de la Supercopa de España disputada en Almería entre el Atlético de Madrid y el Levante. La instantánea se convertiría en uno de los momentos más icónicos del fútbol femenino español.

"Pues mira, te voy a decir lo que recuerdo, que no podía con la copa y le decía a Amanda, cógela. Porque es que no puedo con ella, no tenía fuerza", reconoce Virginia Torrecilla en su última visita al programa 'Quiero ser como' de Relevo., que se emitirá esta noche (22:00h, YouTube). La fotografía muestra a la mallorquina cogiendo el trofeo de campeonas de la Supercopa de España y a Amanda Sampedro a su lado.

"Me tocaba una de las últimas quimios y, pf, es que miradme. Tengo todo esto (se señala la boca) lleno de heridas. Y me acuerdo que le decía: 'Amanda, cógela, y ella me decía que no, que no. Y le digo: 'Que no, que no, que no puedo'...", recuerda.

La imagen dio la vuelta al mundo y, cuatro años después, sigue encogiendo el corazón. "Sabíamos que iba a ir si llegábamos a la final... Si me hicieron un sticker porque salgo llorando haciendo una videollamada con esta (se ríe). Y le prometimos que si llegábamos a la final, ella nos prometió que estaba súper débil, que viajaba en el tren", describe Amanda Sampedro, también en 'Quiero ser como'.

Ese día, Virginia Torrecilla cogió un tren desde Madrid rumbo a Almería, donde se disputaba la final. Y tuvo que pedir permiso. "Tuve que pedirle a mi oncóloga si me podía bajar, era el COVID, estaba muy débil, con las defensas muy bajas. Esto era... vamos, era una locura. La oncóloga me dijo: 'Virginia, si no es ahora, es nunca. O lo haces ahora o no lo haces en tu vida porque, a lo mejor, no sabemos qué va a pasar'", recuerda.

El Atlético de Madrid ganó por 0-3 al Levante. En el minuto 32, las de José Luis Sánchez Vera, que acababa de coger las riendas del equipo, ya habían marcados sus tres goles y sentenciado el partido.

"A ver, para nosotras, y yo lo dije en la charla. A nosotras la copa esta es que nos da igual, o sea, este título tiene que ser como la superación de la enfermedad de Vir. Y el equipo, el ganar, y es que encima salimos y metimos tres..., hicimos un primer tiempo... Y era eso, es que no es el conseguir el título, es hacerle ver a Vir que va a superar su enfermedad y ese va a ser nuestro título porque va a llevar ella la copa que vamos a conseguir y la copa es algo simbólico. Entonces, claro, que bajase Vir con la copa después de eso que habíamos hablado, para el equipo fue como: 'Bua, has superado la enfermedad, hemos ganado, todo'".

A día de hoy, Virginia todavía se emociona al recordar el momento. "Yo siempre lo he dicho y lo diré siempre... ahora sí me voy a emocionar. Yo siempre dije que el equipo ganó la copa por mí, siempre, y me voy a acordar toda la vida de ello porque es así. Y siempre que yo he jugado con el Atlético de Madrid, luego cuando superé la enfermedad, yo le decía siempre a la gente: 'Quiero volver a levantar un título con pelo'. Y era la única ilusión que tenía con mi Atleti y era eso, o sea, verme con la copa estando enfermita y luego verme con la copa con pelo y era como, joder, el antes y el después de la vida y siempre estaré súper agradecida por estas fotos", concluye.