Salvador Gomar va con todo y pide al CSD "justicia, garantías y que se depuren responsabilidades" en la RFEF por el proceso electoral

La Comisión Gestora y la Comisión Delegada de la Real Federación Española de Fútbol previstas para este jueves (a las 11:00 y a las 13:00, respectivamente) se prevén más movidas de lo normal. Los últimos acontecimientos han subido mucho los grados en Las Rozas. Si el hecho de que la propia RFEF enviase el pasado 5 de febrero una carta al CSD solicitando que se 'moje' sobre las controversias que está marcando el proceso electoral ―noticia que se conoció el pasado fin de semana―, ya fue todo un trueno que aviva la polémica; el paso que ha dado esta misma semana el presidente de la Territorial de la Comunidad Valenciana, Salvador Gomar, ha terminado por agitar definitivamente la casa con serias amenazas de dividirla.

Según ha podido saber Relevo, el 'barón' valenciano que en su día dimitió de la Junta que integró luego la Comisión Gestora, envió el pasado domingo una carta al director general del CSD, Fernando Molinero, para solicitarle que el Consejo tome cartas en el asunto de forma inmediata ante el hecho de que ahora la Federación comparta sus dudas de si realizar elecciones sólo a la presidencia ―como se le requirió desde muchos sectores desde hace cinco meses­― o hacerlas completas, a la Asamblea y a la presidencia, en este primer cuatrimestre de 2024 ―como le aconsejó por el entonces secretario de la RFEF, Andreu Camps, y autorizó el CSD en tiempos de Víctor Francos.

Gomar, que se postula para presentarse a las próximas elecciones como desveló este medio el pasado 12 de septiembre, ha sido muy contundente en su escrito: "Que se adopten las medidas que en Derecho procedan para asegurar el respeto a la legalidad vigente, se depure, en su caso, las responsabilidades a que hubiere lugar y se garantice que el proceso electoral en la RFEF se lleva a cabo con las debidas garantías, instándose, si fuera preciso, desde el propio CSD, la convocatoria de elecciones siguiendo los cauces legales". Si Gomar había ido deslizando durante estos meses algunas críticas veladas en los órganos internos de la Federación, en esta ocasión ha elevado la voz, ha dejado claro su hartazgo y, sobre todo, de una vez, ha ratificado que su intención electoralista sigue intacta.

El presidente de la Valenciana detalla con pelos y señales en esta carta ―que ya está en poder de algunos miembros de la RFEF y a la que ha tenido acceso Relevo―, cómo se tenían que haber convocado las elecciones nada más dimitir Luis Rubiales el pasado 10 de septiembre. Algo que, según el directivo, se tenía que haber producido "como efecto automático", como por ejemplo realizó la federación de baloncesto recientemente o la propia Federación de fútbol en 2018 tras inhabilitar a Villar (Rubiales le ganó a Larrea unas elecciones sólo a la presidencia con la Asamblea vigente). Además, Gomar recalca que no tiene sentido que ahora la RFEF le pida al CSD que "exprese su opinión/autorice/convalide" una eventual convocatoria de elecciones por la Comisión Gestora cuando eso "corresponde al presidente o a su Junta (algo que no hay en estos momentos)" como marcan los estatutos.

Gomar, en su razonamiento al CSD, va más allá: "La actual Comisión Gestora entendió, en contra del criterio de algunos que nos manifestamos en sentido contrario, que podía alargar sine die su actividad y hacerlo, además, sin proceder a la imperativa convocatoria de elecciones, razón misma de la existencia de la Comisión Gestora pero que, sin embargo, y en un hecho insólito en la historia de nuestro deporte, la RFEF lleva casi siete meses con una Comisión Gestora, pero sin procedimiento electoral, en lo que constituye una abierta ilegalidad además de un despropósito jurídico mayúsculo. La Comisión Gestora existe, y está pensada por y para el proceso electoral, y solamente para ello. Dicho de otra forma: no puede haber Comisión Gestora sin proceso electoral. Es un órgano que tiene en el proceso electoral su nacimiento y en la elección del nuevo Presidente y Junta Directiva, su final".

Los calificativos del que fuera vicepresidente de la RFEF hasta la Asamblea de la vergüenza son directos: "Han querido ahorrarse uno de los dos procesos electorales, pero los atajos y los inventos a menudo entran en colisión con la normativa aplicable (...) De aquellos barros, estos lodos, y a consecuencia de esta irregularidad, ahora nos encontramos con esta dantesca situación en la que quien vulneró el artículo 31.8 de los Estatutos pretende utilizar, precisamente, el mismo artículo 31.8 para tratar de solventar los efectos que se han producido a consecuencia de la vulneración flagrante del mismo. Simplemente delirante".

Gomar, señala, además que ante el hecho de que "no hay en la actualidad ninguna persona que pueda proceder válidamente a convocar elecciones (...) el reglamento electoral ha tratado de sortear o regatear el problema mediante la atribución a la Comisión Gestora de esta especial facultad de convocatoria". Y ello, a su juicio, "no resulta posible porque la Orden Ministerial no permite que así sea". Es más, censura que la carta de la RFEF del 5 de febrero, firmada por el nuevo secretario del ente, Alfredo Olivares, y en la que la RFEF pide que al CSD que le aclare qué debe hacer en estos momentos ("para cubrir una laguna jurídica y ante la ausencia de reglamentación legislativa en esta materia en que incurre la Orden electoral"), resalta que "es incierto que no exista reglamentación en la materia". Ahí están los artículos 11.1 de la Orden y el 31.8 de los Estatutos RFEF. Y sentencia: "Resulta cuando menos, sorprendente que se trate de desplazar la responsabilidad de haber llegado a la actual situación al propio CSD, promotor de la Orden o al Gobierno de España".

Por último, y con un lenguaje muy respetuoso, Gomar da dos avisos a Molinero. El primero es un adelanto de lo que está por venir: "En caso de que se permita a la Comisión Gestora de la RFEF convocar elecciones a la Asamblea General de la entidad (que no a la Presidencia únicamente) se estará poniendo en serio riesgo la conformidad a derecho de todo el procedimiento electoral y se abrirá la puerta a numerosas impugnaciones (algunas de las cuales ya han sido anunciadas) que tendrán, además, muchas posibilidades de prosperar, puesto que la norma dice lo que dice, y lo hace de forma clara y contundente".

El segundo recordatorio se centra, por un lado, en lo que hizo el TAD en 2020, lugar al que finalmente irá el reglamento electoral aprobado para su estudio; y por otro en las competencias del CSD: "Si en 2020, ya el TAD anuló la convocatoria realizada por la Junta Directiva de la RFEF porque no lo contemplaban los Estatutos de la entidad (aunque sí la Orden Ministerial), con mayor motivo hay razones para temer que la decisión del TAD será la misma respecto a una convocatoria efectuada por una Comisión Gestora que no tiene reflejo ni en la Orden Ministerial ni en los Estatutos RFEF (...) La Disposición Final primera de la Orden ECD/2764/2015, de 18 de diciembre, por la que se regulan los procesos electorales en las federaciones deportivas españolas, reiteramos, ha desaparecido del articulado de la nueva Orden Ministerial de 2024, motivo por el cual el CSD no puede aprobar, autorizar, enmendar o validar ninguna medida de la RFEF que suponga, como en el presente caso, una vulneración flagrante de lo dispuesto en la propia Orden".

El CSD, por ahora, está haciendo como los colegiados a los que no les gusta demasiado parar el juego: "Sigan, sigan...". Es decir, que el proceso continúe su curso y que cada uno asuma sus responsabilidades como lo que son: entidades independientes. La Federación, algo más apurada porque este jueves tiene dos reuniones importantes en las que se debe decidir el futuro de estas elecciones (por cierto, Gomar sí es aún miembro de la Comisión Delegada), vuelve a recordar cuál ha sido su forma de proceder siempre: "En su día se pidieron informes jurídicos internos que elaboraron el entonces secretario de la RFEF, Andreu Camps y Tomás González Cueto, y se consultó a Víctor Francos (expresidente del CSD), quien públicamente dijo que el Gobierno veía más razonable adelantar las elecciones y celebrar unos únicos comicios en 2024 a la Asamblea y a la presidencia. Ahora lo que se ha pedido al CSD, además de que se permita acortar los plazos, es que diga qué opción es para el Gobierno la legal para que una vez que se convoque, no haya impugnaciones que demoren el proceso. Había dos caminos a priori legales. Se optó por el segundo pero nunca es tarde para volver al primero si el CSD así lo indica. El fútbol necesita un presidente ya".