RUBIALES DIMITE

Rubiales dimite 21 días después del escándalo con Jenni Hermoso

El ya expresidente de la Federación ha anunciado su renuncia al cargo y a su puesto en UEFA. "Aferrarme no va a contribuir a nada positivo", cuenta.

Rubiales, en un acto./
Rubiales, en un acto.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Luis Rubiales ha presentado su dimisión como presidente de la Federación. El mandatario, tras ser suspendido por FIFA y defenderse en más de una ocasión con agresivos comunicados contra Jenni Hermoso, ha decidido renunciar a su cargo. También ha anunciado que no continuará en UEFA, donde ocupaba una vicepresidencia.

Rubiales, en una entrevista con Piers Morgan, afirma que dimite como Presidente de la RFEF. PIERS MORGAN

Todo ello explicado a través de la rápida actuación de FIFA, que fue la que actuó contra él en primera instancia suspendiéndole durante tres meses de su cargo como presidente de la RFEF. Desde entonces, se abrió un escenario incierto que se agravó tras la resolución del TAD, por la cual consideraban su infracción como "grave" y no como "muy grave", lo que impedía al Consejo Superior de Deportes inhabilitarle temporalmente.

La FIFA, eso sí, se guardaba la carta de sanción como entidad privada, a través de la resolución de sus propios tribunales. Lo esperado era que el organismo regulador del fútbol mundial, efectivamente, actuara de oficio y le castigara con contundencia. Ni siquiera será necesario, aunque los procesos en los tribunales continuarán. Luis Rubiales no volverá a ser presidente de la Federación.

No obstante, en su carta volvió a dejar la sensación de querer morir matando, tal y como ya había demostrado, por ejemplo, en la Asamblea. En esta ocasión, vuelve a insistir en que hay un ataque excesivo sobre él: "No quiero que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada".

Y saca las garras ante el proceso judicial que tiene por delante: "Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca. (...) Han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo".

Del «no voy a dimitir» a la dimisión en 17 días

"No voy a dimitir". "No voy a dimitir". "No voy a dimitir". "No voy a dimitir". "No voy a dimitir". En cinco ocasiones. Elevando el tono. Golpeando el atril en la sede de la Federación. Desde ese momento han pasado 17 días. Cargados de intensidad y movimiento entre la clase política y la propia RFEF.

Rubiales anunció que no iba a dimitir.

Rubiales dejó todo preparado para los que creían que iba a dimitir y también para él, que sabía que una suspensión provisional era posible. El que era presidente de la RFEF anunció a sus vicepresidentes que abandonarían ese puesto, dejando como único en tal cargo a Pedro Rocha, mandatario de la extremeña y una persona de su máxima confianza.

Rocha llegó a la Federación con aires de cambio y ordenó retirar de inmediato un comunicado flagrante publicado horas antes contra la figura de Jenni Hermoso, acusándola de mentir y de estar "abducida". Posteriormente, tras mantener una reunión con las territoriales, anunciaron "cambios estructurales" en la RFEF. Precisamente lo que pedían las jugadoras para volver a la Selección.

Aquello desembocó en la destitución de Jorge Vilda y el anuncio de Montse Tomé como nueva seleccionadora. Antes, el CSD solicitó una reunión con Pedro Rocha para preguntar sobre cuáles serían esos cambios. Entre medias, una nueva cuenta de Twitter, escenas de Merlí y hasta una huelga de hambre de la madre de Rubiales en Motril. Y, en el aire, una dimisión que no llegaba y que parecía que nunca iba a llegar.

Pero él mismo lo ha anunciado a través de la carta en sus redes sociales:

"Buenas noches.

Hoy he transmitido a las 21:30 hrs al Presidente en funciones, D. Pedro Rocha, mi renuncia al cargo de Presidente de la RFEF. También le he informado de que he hecho lo mismo con mi cargo en UEFA para que mi puesto en la Vicepresidencia pueda ser sustituido.

Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo.

Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo, ni a la Federación ni al fútbol español. Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta.

Ahí está la gestión de mi equipo y, sobre todo, la felicidad que me llevo por el enorme privilegio de estos más de 5 años al frente de la RFEF.

No quiero que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada y, sobre todo, tomo esta decisión tras haberme asegurado de que mi marcha contribuirá a la estabilidad que va a permitir que tanto Europa como África sigan unidas en el sueño de 2030, que permitirá traer a nuestro país el mayor evento del mundo.

Debo mirar adelante, mirar al futuro. Ahora hay algo que me ocupa con firmeza. Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca. Mis hijas, mi familia y la gente que me quiere han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo. Desde aquí transmito a todos los trabajadores, asambleístas, federativos y gente del fútbol en general, un fuerte abrazo, deseándoles mucha suerte".