Todo lo que enseñó la derrota de España en el Mundial Sub-20 y que sitúa el punto de partida en 2016

Japón volvió a cruzarse en el camino de España y, con la misma precisión de un cirujano, fueron descosiendo el esquema y las ideas de la Selección con pases y centros medidos, con una idea de juego calcada a la de la selección absoluta japonesa, que también trastocó los planes de nuestra absoluta hace poco más de un año. España no tuvo su mejor tarde/noche -madrugada aquí en la península- en Bogotá y se despidió del sueño mundialista en los octavos de final, después de conseguir una remontada en los octavos ante Canadá que hizo que España aspirara a todo. Pero no, porque se entrometió Japón en el camino, e hizo retroceder a España a los años anteriores a la gloria.

Así como ante Canadá, que terminó con un 2-1 a favor de España, se vio un equipo que fue superior, con las ideas claras y que sacó garra cuando el partido se puso en contra a pesar de no merecerlo, ayer contra Japón, España no fue España. Tuvo ocasiones, pocas comparadas con las que crearon en partidos anteriores, pero no estaban. Japón atosigo a las de Sonia Bermúdez -reaccionó rápido con los cambios al descanso- desde el inicio con una presión alta y un estilo de juego cuadriculado y muy bien entrenado, que anuló a la Rojita.

España llegó a Colombia como la vigente campeona, pero sin la presión que añade el título. Las jugadoras eran conscientes del reto que tenían por delante y una fase de grupos perfecta, sin encajar goles y sumando tres victorias hizo que Sonia Bermúdez pudiera rotar en el último partido de la fase para dar descanso a las que sumaban más minutos. Después, volvió a repetir el mismo once tanto en octavos de final como en los cuartos ante Japón, que terminó de evidenciar que algo en la Selección no iba bien a pesar de los resultados cosechados hasta el momento. No terminaron de conectar con su juego, con la idea y las niponas sacaron a relucir las carencias de España.

El batacazo contra Japón volvió a poner a España en 2016, cuando en el Mundial de Papúa Nueva Guinea la Selección se eliminó en cuartos de final y fue el comienzo del camino hacia la gloria. Por aquel entonces en el equipo había jugadoras como Mariona Caldentey, Aitana Bonmatí, Maite Oroz, Mariasun Quiñones, Alba Redondo, Patri Guijarro... Y más nombres ilustres que, años después, tocaron el cielo en Australia consiguiendo el primer oro para la Selección absoluta. Después llegó el Mundial de 2018, donde España llegó a la final a pesar de caer, precisamente contra Japón, por 3-1. En 2022, la Selección siguió peleando por estar entre las mejores y aprovechó que la generación que defendía los colores de la Sub-20 llegaba con la flechita para arriba -como se suele decir- para alzarse con el primer y único título mundialista de la categoría hasta el momento.

De aquel equipo de 2022 que jugó en Costa Rica, solamente cuatro jugadoras repitieron convocatoria en 2024: Julia Bartel, Ornella, Silvia Lloris y Maite Zubieta, cuatro de las más veteranas de la actual selección. Sonia Bermúdez aprovechó para redondear el equipo con jugadoras que venían de jugar el Europeo Sub-19, como Aicha Camara, Judit Pujols o Eunate Astralaga, que evitó que Japón hubiese marcado más goles, con las que contó para todos los partidos importantes. Al final, Aicha Camara, siendo la más pequeña del equipo, terminó el encuentro de los cuartos de final, con molestias físicas y fatiga que la obligaron a retirarse del campo antes de tiempo. Un signo del cansancio y del agotamiento tras la acumulación de partidos en las categorías inferiores.

Con la eliminación en cuartos de final, España sumó su segundo peor resultado en el Mundial Sub-20, solo empeorado por el que consiguieron en 2004, donde no consiguieron pasar de fase de grupos sumando solo tres puntos y quedando últimas. Tras cinco años sin clasificarse para el torneo mundialista en esta categoría, España reapareció en 2018 y el resto es historia.

Como ya pasó en el Mundial absoluto de 2023, donde España tuvo la suerte de que pudo reaccionar a tiempo tras la derrota abultada ante Japón (4-0), las niponas volvieron a dar un golpe de realidad a las españolas. Las de Sonia Bermúdez se aferraron al partido hasta llevarlo a la prórroga, con paradas salvadoras de Eunate Astralaga que fue la mejor del encuentro, un signo de lo que pasó sobre el campo.

Esta vez España no tuvo margen de maniobra, porque el golpe llegó en la fase eliminatoria. Japón salió con las ideas claras y España no pudo hacer su juego. Esta vez Lucía Corrales no pudo hacer nada por la banda izquierda, el centro del campo estaba completamente anulado y que el primer disparo a puerta llegara en el minuto 39 -desde lejos lo intentó Julia Bartel- dice mucho de cómo se dio el partido.