Carlos Neva incendia Los Cármenes tras mandar callar y rectifica: "El enemigo no está en casa"

El capitán del Granada, Carlos Neva, pidió perdón este sábado en un comunicado tras llevarse un dedo a la boca y mandar callar a su propia afición después de marcar uno de los goles en el empate de los rojiblancos el viernes ante el Málaga (2-2).

"El enemigo no está en casa. Por eso pido perdón a aquellos que se sintieron ofendidos. La lucha seguirá siendo eterna", escribió Carlos Neva esta tarde en su cuenta personal de Instagram.

El capitán del Granada se llevó un dedo a la boca durante varios segundos mandando callar a la afición rojiblanca tras marcar el 1-0 ante el Málaga, gesto que provocó que la hinchada local le pitara hasta el final del partido cada vez que tocaba la pelota.

"Tuve la suerte de ser educado en una familia con unos valores muy claros. Entre ellos están la educación, el saber rectificar y anteponer el bien colectivo al individual", indicó Carlos Neva.

El jugador reconoce que hizo un "feo gesto" en el que se dejó llevar por "la crispación y el ambiente enrarecido" que se vive "desde la jornada 1" en un Nuevo Los Cármenes que calificó como su "casa".

"Tengo claro, y lo digo por lo vivido después de más de siete años en el club, que debemos ser uno, equipo y afición", finalizó Carlos Neva.