Vinicius vuelve para zanjar el debate que abrieron Carlo Ancelotti… y el mercado

El período de reflexión de Vinicius (24 años) acaba hoy. El brasileño volverá a liderar al Real Madrid en la visita al Espanyol (21:00) y deberá demostrar, en lo emocional, que es el hombre 'nuevo' que pretende el club; se ha perdido tres de los últimos cuatro partidos por sanción y eso, en Valdebebas, esperan que le sirva para modificar ciertos comportamientos. Relevo ya informó de que el vestuario le dio un toque tras su expulsión en Mestalla, ve demasiadas amarillas (nueve este curso) y en la final de la Supercopa rozó otra vez la roja. Ante el ambiente caliente que le espera esta noche en Cornellà, Ancelotti le pedirá mesura y que rebaje el ritmo en cartulinas… por el bien de todos.

Su regreso también supone una reválida para Vini. Sin él, y pese a lo innegable de su calidad, el equipo ha funcionado como un tiro: 4-1 a Las Palmas, 0-3 en Valladolid y 0-3 al Brest. El balance, 10 goles a favor y uno en contra, ha eliminado del vocabulario el término Viniciusdependencia. Pero Carletto cree que el Madrid es mejor con él y, de puertas para dentro, celebra tenerle por fin de nuevo a su disposición. De puertas hacia fuera, el entrenador calificó ayer de "buena pregunta" si Rodrygo puede mantenerse en la banda izquierda pese al retorno del '7' y abrió la puerta a un intercambio posicional.

"Podría ser un tema de pensamiento, de debate. Rodrygo se encuentra muy cómodo en la izquierda", dijo primero el técnico, que luego matizó que primará el bien colectivo y que el '11' rinde en cualquier parte. "Rodry ha aportado mucho también desde la derecha. Es completo. Sabemos que le gusta más la izquierda, pero a veces, por el bien del equipo, alguien debe sacrificarse. Él se ha sacrificado siempre. Su primer pensamiento es el grupo", aseguró. Por el éxito global, el de Reggiolo prometió "aclarar los puestos" en el corto plazo.

Vinicius sabe que la corriente de que Rodrygo debe partir desde la izquierda existe y vuelve con la idea de zanjar el debate. Con los números en la mano, discutir que el The Best tiene que jugar en el costado desde el que más daño hace parece absurdo: su aportación de gol o asistencia por partido es sencillamente espectacular (1,4) y muchísimo más elevada que la de Saka (0,91), Wirtz (0,83), Lamine Yamal (0,82), Haaland (0,81), Mbappé (0,75) o Bellingham (0,68), por citar a algunas de las estrellas mundiales. En 27 encuentros ha marcado 17 tantos y repartido 11 entregas, números cristianescos.

En su última aparición antes de la sanción, además, anotó un doblete precioso al Salzburgo y esta campaña ya ha dejado exhibiciones como la del hat-trick ante el Dortmund para remontar (5-2). Lo que queda por demostrar ahora es que el equipo funciona igual de equilibrado con él. Su involucración defensiva, como la de Mbappé y la mayoría de cracks, suele resultar más bien escasa. Y por ahí el Madrid (y por otros muchos factores) se ha caído en los partidos grandes. Ancelotti ya tiene más pruebas para detectar dónde están los problemas y trabaja día a día para corregir el déficit.

Además de lo puramente futbolístico, Vinicius ha lidiado en estos últimos días con los rumores de Arabia y la información de que los saudíes, que le tentaron con 1.000 millones de euros de sueldo en cinco temporadas el pasado verano, vuelven a por él. Lo quieren como la imagen de la liga, como embajador del Mundial 2034 y como la nueva joya de la corona del país una vez Neymar ha abandonado y Cristiano, a punto de cumplir 40 años, quizá también abdique. Benzema ya tiene la idea de marcharse en mayo. Por eso están dispuestos a tirar la casa por la ventana para vestirle del Al-Ahli y se mantienen en contacto constante con su entorno.

El Madrid, que deja la decisión en sus manos, trabaja para renovarle más allá de 2027 y para presentarle una mejora salarial que se corresponda con el nivel del Balón de Plata. Las próximas semanas y meses se presumen calientes. Con Mbappé reclamando la bandera del ataque, en el seno del club existen versiones cruzadas sobre si, en caso de recibir una propuesta de 300 'kilos', convendría o no vender al brasileño. Él pareció dar carpetazo ayer al asunto con unas palabras llenas de intención en Real Madrid TV: "Ojalá pueda seguir aquí muchos años". El tiempo hablará. Hoy, por lo pronto, tiene otra oportunidad para demostrar lo que él se considera (el mejor del mundo) y para que el Madrid siga caminando hacia otra Liga.

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