Cinco preguntas y respuestas para entender el caso de Samuel Lino
El brasileño, cedido por el Atlético, ha ido de más a menos. Viajamos a sus orígenes para entender su presente y futuro.
Como nos advertía Mendilibar ("los entrenadores tenemos mucha culpa de que ya no haya regateadores; a los niños solo les enseñamos a dar pases"), estamos perdiendo a los regateadores puros, tal y como reflejan los datos: cada año se regatea menos en las cinco grandes ligas. Samuel Lino es una de esa rara avis (octavo futbolista de LaLiga con más dribling) que no ha perdido esa chispa que aprendió en las calles de Santo André (São Paulo). "Nunca tuvo miedo a regatear. No le importaba que los defensas fueran mayores que él", destaca Edgar Montemor, responsable durante años del departamento de fútbol del São Bernardo, club donde se inició el futbolista.
El chico tímido e introvertido, que con 19 años dejó su Brasil para labrarse un futuro en el fútbol, está madurando hoy en Valencia. Cedido al conjunto ché por el Atlético de Madrid hasta final de temporada, este sábado visitará la que, salvo sorpresa, será su casa la próxima temporada.
¿De dónde salió Samuel Lino?
El deseo de Samuel Lino no pasaba por tener una PlayStation, un móvil de última generación o calzar zapatillas de marca. Su sueño era brindar un futuro mejor a su familia. "Era un chico muy maduro para la edad que tenía. Muy consciente de sus responsabilidades. Sabía que el fútbol era la única oportunidad para ayudar a los suyos", cuenta a Relevo Montemor, quien coincidió con Lino entre 2017 y 2019 en el São Bernardo.
"Aterrizó en el club cuando tenía 16 años. Vivía con su madre y con su abuela a las afueras de la ciudad. Un reclutador que trabajaba con nosotros nos habló de él. Nos dijo que había visto a un chico que llamaba mucho la atención. Cuando llegó vimos que era un jugador con mucho talento. Habilidoso, valiente y que no se achantaba", recuerda el que fuera directivo de la entidad.
En las categorías inferiores del São Bernardo, a los 17 años, le llegó la oportunidad de debutar con el primer equipo en el Campeonato Brasileño de la Serie D. "Los entrenadores de las inferiores siempre vieron potencial en él. Recuerdo un partido de la Copa Regional que no paró de hacer regates". Entre esos driblings, una llamada del Gil Vicente portugués le abrió las puertas de Europa en 2019. "Los chicos jóvenes como Lino sienten ese miedo de irse a jugar al extranjero. Hubo también una oferta del Corinthians Sub-20, pero él prefirió irse a Portugal. Tenía mucha motivación de jugar en Europa".
¿Cómo fue su etapa en el Gil Vicente?
Con 19 años Samuel Lino cogió las maletas y se marchó cedido al Gil Vicente, club de la ciudad portuguesa de Barcelos que acababa de ascender a Primera División. "Le deseamos mucha suerte y que siguiera enfocado en su carrera y peleando por sus sueños", apunta Montemor. Tocaba empezar de cero y las sensaciones, en ese primer año, no fueron todo lo buena que se esperaban. Jugó 851 minutos. Anotó dos goles y no repartió ninguna asistencia.
"El equipo acababa de regresar a la Liga 1 después de ascender directamente de la Liga 3 por razones burocráticas. El entrenador, Víctor Oliveira, apostó por jugadores más experimentados. Hasta los 16 años Lino no formó parte de un club en Brasil. Hasta entonces jugaba en la calle. Era normal que su primer año fuera, sobre todo, de aprendizaje", describe el periodista de Record, Diogo Matos, quien desde hace años sigue la actualidad del Gil Vicente.
Pese a que su participación en el equipo fue escasa, desde el club se confió en él y decidieron ejercer la opción de compra. "Eso le dio mucha confianza para afrontar la segunda temporada con más motivación. Ese año pasó a jugar de delantero centro porque el equipo no tenía muchas opciones para ese puesto. Se sacrificó por el equipo y respondió bien en el campo", señala Matos. Aquel año hizo 11 goles y sumó 2.017 minutos sobre el verde. Era otro y aún faltaba su mejor versión de la mano de un delantero español.
"La llegada de Fran Navarro al equipo permitió que Lino volviera a jugar en la banda izquierda. Hizo muy buena temporada y el Atlético de Madrid acabó fichándolo. El trato se cerró en enero, pero eso no hizo que Lino perdiera la concentración", subraya el periodista. En su última temporada, donde anotó 14 goles y repartió cinco asistencias, Gil Vicente se clasificó para puestos europeos por primera vez en su historia y fue nominado entre los 10 mejores jugadores de la liga portuguesa.
¿Por qué fue cedido al Valencia y no se quedó en el Atlético?
Tras hacer historia en Portugal, el Atlético de Madrid hizo oficial su fichaje el 8 de julio de 2022. El director deportivo del club rojiblanco, Andrea Berta, le había estado siguiendo de cerca y en enero, adelantándose a clubes como el Borussia Dortmund, cerró su fichaje por 6,5 millones de euros.
"Soy rápido y me gusta regatear", fue la carta de presentación del extremo en el auditorio del Cívitas Metropolitano. En la pretemporada en Los Ángeles de San Rafael llamó la atención de Simeone, que le utilizó como segundo delantero y como extremo izquierdo. A diferencia de Marcos Paulo, Camello o Rodrigo Riquelme, el ahora jugador del Valencia sí que gozó de jerarquía en los entrenamientos. Aunque había overbooking de futbolistas en su posición, sobre todo, como segundo delantero.
Pese a despertar interés en el cuerpo técnico, la llegada de Nahuel Molina cerraba el cupo de los extracomunitarios. Cunha y Felipe ya ocupaban esa plaza y sólo quedaba espacio para uno más en la plantilla. El lateral derecho era prioritario y el club decidió que el extremo brasileño fuera una de las primeras salidas del verano. Sin llegar a debutar en el primer amistoso de la temporada en Burgo de Osma, Lino se marchó cedido al Valencia sin opción de compra.
👕 ¡Samuel Lino lucirá el 1️⃣6️⃣ en su espalda! pic.twitter.com/adNHgCTxN3
— Atlético de Madrid (@Atleti) July 15, 2022
¿Por qué ha ido de más a menos en Mestalla?
Su adaptación a la capital del Turia, ayudado por Gabriel Paulista, Marcos André y Thierry, hablan portugués dentro del vestuario, no pudo ser más rápida. Atrevido y con desparpajo se convirtió en un fijo en los esquemas de Gattuso. Los aficionados disfrutaban viéndolo volar por la banda y los estadísticas hacían presagiar que una estrella había nacido en Valencia. Antes del parón por el Mundial, Lino era el segundo jugador de LaLiga con más regates exitosos sólo por detrás de Vinicius.
"Su inicio de temporada llamó la atención. Un extremo a pierna cambiada que encaraba como los de antes. Su arranque fue esperanzador para Mestalla. Lo que sucedió es que nada fue igual después del Mundial. Le pasó como al equipo", cuenta Hugo Ballester, periodista de la Cadena Cope que cubre la actualidad diaria del Valencia.
Ocho derrotas, un empate y dos victorias son el balance de un Valencia que no levanta cabeza desde el mes de diciembre. Decimoséptimos en LaLiga el triunfo ante Osasuna resultó balsámico para un equipo que lucha por alejarse de los puestos de descenso. Con la llegada de Rubén Baraja, el equipo ha mostrado mejoría y Lino parece que ha captado el mensaje que le piden desde el cuerpo técnico. El exfutbolista quiere volver a recuperar su mejor versión y por eso le pide calma y que no tome decisiones tan a la ligera.
Su suplencia ante Osasuna, la primera en LaLiga, lejos de entenderlo como un "toque de atención" lo tomó como un extra de motivación. "En Portugal era visto como alguien que sabía aceptar bien las críticas", apunta Diogo Matos. Su salida revolucionó el partido y fue clave para que los valencianistas sumaran su segunda victoria de la era Baraja gracias a su pase de gol a Kluivert.
¿Dónde jugaría en el Atleti?
Salvo giro inesperado de guion o porque los temas burocráticos no lo permitan, Lino volverá al Atlético el próximo verano. El problema para el brasileño es que los extremos puros del equipo rojiblanco deben ofrecer grandes dosis de trabajo defensivo. Nos referimos a los casos de Carrasco (izquierda) y Llorente (derecha). Samuel Lino no encaja en ese perfil de futbolista, de largo recorrido en defensa, ni tampoco como centrocampista clásico volcado en la izquierda, como pueden ser Lemar o Pablo Barrios.
Por tanto, el todavía jugador del Valencia competiría por el puesto de segundo delantero. En ese territorio es indiscutible Griezmann, que muchas veces juega volcado a la izquierda o retrasa su posición al centro del campo. Su competencia, dentro del esquema del Cholo, sería con jugadores como Joao Félix, que también debe regresar este verano. Otra de las razones por las que salió en pretemporada fue por la sobrepoblación de delanteros en la plantilla (Griezmann, Morata, Correa, Joao y Cunha). Por ahí es donde puede tener encaje en el esquema de Simeone, en cualquier posición de ataque, donde competiría fundamentalmente con Memphis y Correa (más segundos delanteros que arietes puros). Tampoco conviene olvidar que, posicionalmente, Lino ocupa un puesto similar al de Roro Riquelme, otro de los cedidos rojiblancos que estarán de vuelta este verano...