FÚTBOL

El regate se muere: anatomía de un problema con muchos culpables en el mundo del fútbol

Desde 2019, los datos muestran que cada vez se regatea menos en las cinco grandes ligas, siendo la española la segunda por la cola.

Messi y Neymar han sido los dos mejores regateadores de la última década. /GETTY
Messi y Neymar han sido los dos mejores regateadores de la última década. GETTY
Albert Blaya

Albert Blaya

Vivimos tiempos de una abundancia vacía. Cada vez hay más cosas, pero menos de las que importen. El fútbol no es terreno ajeno a esta paradoja y por eso se dibuja una tendencia tan imparable como aterradora para los amantes de este deporte: cada vez se regatea menos. Y es una tendencia que se repite en las cinco grandes ligas del fútbol europeo. ¿Dónde ha quedado el regate?

En el curso 2019/2020 se regateaba de forma exitosa 10,7 veces de media en las cinco grandes Ligas. En lo que va de curso, solo se dan 7 por partido. Casi cuatro regates menos. Cada campaña y de forma inexorable, se ha ido perdiendo lo más preciado en este deporte, hasta el punto de encontrarnos en cifras muy bajas, alejadas de las de hace algunos años. En 2017, Neymar Jr completaba 6,5 regates por encuentro en el FC Barcelona, solo 0,5 menos que la media este curso. Y Neymar sigue jugando al fútbol. ¿Por qué cada vez se regatea menos?

REGATES EN LAS CINCO GRANDES LIGAS

Para dar respuesta a la pregunta, primero se tiene que ir a la fase germinal del tema. Desde hace un tiempo se ha ido gestando un debate que ha encontrado su punto más álgido en la victoria de Argentina en Catar. Un debate que para uno de los analistas de la Barça Academy no le interesa demasiado. "Todo lo que ha surgido con ese debate puede llevar que en el fútbol extranjero si se aplica mal un juego de ubicación sí que genere menos regateadores, pero no es malo un fútbol más colectivo". Esta discusión, que tiene como punto crucial lo que los niños aprenden en las academias, lleva a formularse la siguiente pregunta: ¿Se incentiva el regate a la hora de formar al niño?

Un analista de uno de los equipos más importantes de Francia, con pasado en el fútbol base y también en el español, explica algo que puede ayudar a aclarar el debate: "¿De verdad se piensa que yo como entrenador, en dos o tres horas de tecnificación a la semana, podré enseñar a regatear a un niño?". Lo que este analista se encontraba era que, a la hora de enseñar los regates básicos, había chavales que lo hacían mucho mejor que él e incluso hacían trucos que el analista ni había imaginado. "Creo que el regate es parte innata del niño, de su imaginación y talento. Cuando puede desarrollar y practicar realmente el regate es en el patio jugando con sus amigos, en los partidos si el niño pierde balones en zonas que comprometen al equipo, el entrenador le dirá que no regatee más".

Nacho Leblic, analista de datos de la secretaría técnica de Osasuna, está acostumbrado a viajar viendo entrenamientos y distintas metodologías en el fútbol base español. El panorama que dibuja habiendo observado muchas de las mejores escuelas nacionales confirma la tendencia a la baja del regate. "Hay pocas tareas que tengan como base el regate, y no veo a muchos entrenadores incidir en ello. El elemento del pase siempre está presente y la pregunta es si el entrenador va a renunciar un poco a ello para dar más rienda suelta a la parte más desequilibrante del juego. Lo primero que le tienes que dar al jugador, es libertad", afirma. Esa obsesión para anticipar la pérdida antes de que se haya dado es uno de los puntos cruciales en el fútbol actual. Minimizar riesgos y buscar que el rival no te pueda encontrar en situaciones de ventaja provoca que el regate sea un elemento muy buscado. La fiebre del oro podría ser, en el fútbol de hoy en día, la fiebre del regate.

En el curso prepandémico, 2019/2020, los 30 equipos que más regateaban de las cinco grandes ligas superaban, como mínimo, los 12 regates completados de media por encuentro. Cuatro de ellos, superaban los 14: PSG (16,2), Bayern (15,3), Dortmund (14,7) y Manchester City (14,2). Apenas tres años después, ningún equipo llega a los 14 completados (siendo el PSG el líder con 11,6) y de los 30 primeros, solo cinco equipos superan los 10. El salto temporal es corto. De hecho, muchos de los jugadores siguen siendo los mismos. Si los actores son los mismos, ¿Cuál es el problema?

REGATES EN CADA CLUB

Cada vez hay más análisis, más datos, más preparación. Aprovechándose de las nuevas tecnologías e influído por otros deportes como el fútbol americano o el baloncesto, donde los entrenadores tienen mucha más incidencia y todo pasa a estar más controlado y vigilado. Julian Nagelsmann, uno de los entrenadores de moda y referencia de este nuevo fútbol, ya propuso que los jugadores llevaran pinganillo para poder escuchar las órdenes del técnico. ¿Os imagináis a Musiala recibiendo en desventaja y Nagelsmann gritándole que no regatee? Así nos hubiésemos perdido algunos de los mejores y más bellos goles de la historia.

Otro analista de uno de los equipos más importantes de la Premier League ahonda en lo citado y abre nuevos debates: "Los equipos están muy trabajados defensivamente, cada curso un poco más. Hay más herramientas para conocer y estudiar al rival y limitar su impacto". Esta optimización defensiva transforma a quien la enfrenta. El regate debe ser optimizado, cada pérdida cuenta y hay que definir zonas en las que se puede desarrollar y otras en las que no. "Antes había muchas más situaciones de 1x1. ¿Cuántas hay en un partido? Si los analizas, tampoco hay tantas. El rival cada vez trabaja más cómo bascular y cerrar líneas y eso limita la creatividad", comenta el encargado de metodología de un equipo de la Ligue1.

Algo importante es que aunque estén bajando de forma sensible el número de regates completados, los regateadores siguen existiendo. Están ahí, agazapados. El analista de la Barça Academy explica que "Pedri me parece un gran regateador, aunque lo haga poco. En España hay equipos como Las Palmas que basan gran parte de su superioridad en el regate, se puede hacer un juego posicional siendo el regate elemento importante". El regate está orientándose cada vez más al carril exterior, a zonas en las que perder la pelota compromete menos al equipo. Dentro, donde el rival multiplica esfuerzos, el regate languidece, aunque sea dónde más valor tiene.

¿Qué jugadores ocupan las bandas en el fútbol actual? "Hay tendencia a situar a un extremo abierto y que en el otro perfil sea un lateral quien haga la amplitud. Esto ya limita el regate, porque normalmente los laterales no tienen tanta capacidad individual. Y los equipos se preparan muy bien cerrando líneas", explica un analista de la Ligue1, la competición que suele liderar el número de estas acciones por partido. Eso provoca que, muchas veces, el regate que realiza el futbolista, no conlleve un premio directo en forma de ocasión generada, porque se suelen dar en zonas más alejadas de la portería. "Cuando falta pan, el primero que lo nota es el pueblo. En Osasuna no podemos ir a por según qué perfiles porque son los más cotizados, y lo que los clubes miran son regateadores que además después del regate generen cosas".

REGATES Y POSICIÓN EN LIGA, POR AÑO

El regateador como especialista, como un jugador que encuentre su valor única y exclusivamente en el regate como modo de supervivencia, pierde valor. Los máximos regateadores de las cinco grandes ligas desde 2019 son Neymar, Boufal, Adama Traoré, Messi y Jeremy Boga. De todos ellos, solo Leo y Ney, dos talentos superlativos que están por encima de toda lógica, trascienden el papel de especialista. El resto de jugadores han acumulado cifras que les ponen en el podio, pero su impacto no ha logrado llevarles a otro escalón. A ratos, ese regate era estéril. Lo realmente valioso es siempre el regate que lleva a una acción de mayor valor. ¿Qué rol pueden desempeñar en el fútbol actual especialistas a los que se va arrinconando?

CORRELACIÓN ENTRE REGATES Y POSICIÓN EN LIGA

Aún así, existe una correlación directa entre los equipos que más regatean y los más ganadores. Los líderes de las cinco grandes ligas son los equipos que más regatean a excepción del FC Barcelona (siendo el Real Madrid el que más). Hay, por lo tanto, una clara relación entre el tener en tu plantilla a futbolistas que desequilibren y los puntos que uno pueda sumar en liga, el torneo de la regularidad. Hay casos que rompen con esto, como el de la Real Sociedad de Imanol Alguacil (tercer clasificado pese a regatear muy poco), o el Inter de Inzaghi (segundo pese a ser el que menos regatea de la Serie A), pero son excepciones que confirman la regla, una tendencia de la que los clubes son conscientes.

Las Palmas de García Pimienta y el Andorra de Eder Sarabia, son los equipos que más regatean y ambos practican un juego posicional reconocido. El debate de academia vs calle es, por lo tanto, uno que no termina de englobar todos los problemas que acontecen en el fútbol actual, sino que se centra en una parte cultural que contiene muchos prejuicios. ¿No permite el juego de Pimienta, Arteta o Sarabia el regate, dándole un espacio relevante? El problema es de evolución colectiva de un deporte que cada vez busca más protegerse que exponerse.

En el fútbol cada vez se juega menos. Más parones (los ya conocidos en La Liga por el "cooling break" que se han alargado en el tiempo aunque el tiempo permitiese continuar), los incentivados por el VAR y un juego que ha llevado a frenar al rival con más faltas. Todo esto tiene un efecto obvio sobre el jugador: el parón interrumpe, corta el ritmo y momentos de inspiración. Una hipótesis que se podría plantear viendo que, aunque en La Liga haya aumentado el tiempo efectivo, en el resto de ligas sigue disminuyendo a la par que el regate.

TIEMPO EFECTIVO

Es especialmente sangrante el descenso regateador en La Liga. Mientras que en el curso 16/17 se promediaban 12 regates de media, en este la cifra casi ha caído a la mitad: 6,9. El Barça encabezaba la clasificación al contar con Messi y Neymar, pero le seguían Granada y Las Palmas, equipos que terminaron en las posiciones número 20 y 14 respectivamente. No es extraño que en aquella temporada el tiempo efectivo fuese de más de 53,2 minutos. El actual es de 52,3.

REGATES POR JUGADOR

El juego va camino de ser más conservador, en un estudio tan obsesivo del rival que cierre puertas por las que antes transitaba el talento. Eso no quita que el regate vaya a desaparecer, pero sí que va a cambiar, a transitar hacia otras zonas y a convertirse en un recurso más preciado. Así como la figura del mediapunta está desapareciendo, ya que los sistemas actuales expulsan a gente del carril central, regatear va a costar más, a ser un bien mucho más preciado para los clubes.

En época donde se plantean alternativas como la Superliga, en el que lo que más preocupa a quienes dirigen es cómo enganchar a toda una generación que bucea en Tik Tok en busca de diversión, de entretenimiento y jugadas espectaculares, el regate lucha por mantener su status de gran magnate del fútbol. La gran belleza. Un espacio que no quiere convertirse en un lugar protegido. Ahora más que nunca, el fútbol necesita gente que lo sacuda.