La nueva vida de Rafa Mir: la reunión de capitanes que marcó su presente, la vuelta en diciembre y una declaración pendiente
El jugador espera volver a principios de diciembre. Desde que llegó el ruido le ha acompañado en una historia con capítulos no contados hasta ahora.
Poco a poco, el Valencia Club de Fútbol va poniendo los ojos en el tramo final de 2024, en el que tendrá concentrados siete partidos en poco más de cuatro semanas. Tras la DANA, el fútbol va volviendo a la Comunidad Valenciana y si algo (entre muchas comillas) bueno ha tenido el parón es que Rubén Baraja ha podido recuperar efectivos: Hugo Duro estará listo, André Almeida... y también Rafa Mir.
El delantero murciano está cerca de recuperarse de la lesión en el recto anterior y si todo va bien, la estimación que tiene el cuerpo técnico es que pueda estar en la última semana de noviembre entrenando con el grupo, o la primera de diciembre a mucho tardar. Mir afronta desde hace tiempo una nueva vida por el episodio con la justicia que vivió tras ser acusado de agresión sexual. Después del 'boom' informativo de aquello, el silencio ha predominado por doquier, pero ¿cómo vive Rafa Mir su nueva realidad?
Para empezar, es necesario destacar que siempre tuvo lesión. Más allá de los dos partidos que Rubén Baraja le apartó, esta segunda lesión que le ha tenido dos meses fuera ha sido real. De hecho, fue una recaída de un problema en el recto anterior y fuentes de la entidad che están convencidas de que se produjo por el estrés muscular que acumulaba por todo lo vivido.
La rotura fue importante. De tenerle clínicamente ocho semanas 'ko', hasta el punto de que Mir no podía caminar bien y de haber sido un poco peor, no se habría descartado la cirugía. Pero, afortunadamente para él, no fue el caso por los pelos. Mir ha recortado plazos. Es más, van seis semanas desde que se produjo la lesión y siendo el diagnóstico original de ocho semanas, él ya se siente a tope, entrena fuerte y quiere reintegrarse en el grupo cuanto antes. Pero no se quieren correr riesgos para evitar una tercera recaída.
Pero mucho se había especulado de que si Mir estaba apartado no era por lesión, sino porque el club estaba apurando llegar al mercado de enero para tratar de darle salida... Y no. La entidad cuenta con él mientras que judicialmente no sea culpable de lo que se le acusa y tenga contrato en vigor, de modo que una vez esté recuperado se reintegrará en el grupo. ¿Y cuál es la realidad de Mir en el vestuario?
Mucho se ha escrito sobre si su incidente le señaló en clave interna, el crédito que pudo quitarle a Baraja (que fue quien apostó por él), y su relación con los compañeros. Lo cierto es que Mir nunca fue una llegada más, ni por el empeño y culebrón que se creó a su alrededor, ni por las circunstancias internas. Es cierto que había dudas tanto en vestuario como en otras áreas del club de su llegada por si afectaba al grupo, pues se trata de un chico con un carácter fuerte, con todas las implicaciones positivas y negativas que ello tiene.
Pero, precisamente por eso, Baraja y Miguel Corona hablaron con él para trasladarle como era el vestuario y que su actitud tenía que ser como la del resto. Él se comprometió a llegar a sumar, a ser uno más... y Baraja quiso reunirse con sus capitanes para explicarles cara a cara por qué apostaba por Mir. De esa reunión, los capitanes salieron con el compromiso de que ayudarían en la medida de lo posible al jugador a integrarse con el resto del equipo, que no habría problemas y que se empezaba de cero.
Las cosas empezaron bien, pero es verdad que hubo ciertos roces. El primero el día de la presentación cuando Mir quiso tirar un penalti en Mestalla, algo que no gustó ni a Pepelu (lanzador habitual) ni a otros jugadores que, aunque los patean bien, han respetado siempre la jerarquía del centrocampista y vieron atónitos como un recién llegado quería tirarlo. El segundo, tras las palabras del propio Pepelu bastante crudas hacia su compañero. Ese fue posiblemente el momento más tenso de todos.
Pero como explicó este medio, Pepelu actuó como capitán, pidió disculpas no solo a Rafa, sino que delante del grupo matizó si se había pasado de frenada. Baraja habló con su vestuario de la misma forma que lo hizo con los capitanes antes de fichar a Mir y, de hecho, organizó el famoso almuerzo que, más que de conjura, fue para reunir fuerzas en el vestuario, pues todo el asunto de la noche de fiesta (en la que no solo estaba Mir), el caso Mir en sí, los malos resultados, etc., había enturbiado el ambiente. El momento más tenso pasó y volvió la normalidad.
Nueva declaración el 27 de noviembre
Desde que ocurrió todo lo contado, las aguas se han calmado. Mir, evidentemente, ha notado en clave personal la situación judicial que le rodea. Tanto así que personas cercanas al vestuario comentan que se le ve con un perfil más bajo dentro. Por otra parte, las mismas fuentes exponen que desde hace tiempo se le ve muy cariñoso con sus compañeros y con los momentos tensos mencionados olvidados, de modo que en clave grupal se ha vuelto a la normalidad con la que se arrancó la temporada.
Pero la situación no es fácil, lógicamente. De hecho, la vuelta de Mir a los terrenos de juego tras su lesión coincidirá con otro elemento de la investigación judicial que se está llevando a cabo: las declaraciones. El 27 de noviembre, los cuatro policías que acudieron a su casa la noche de los hechos, el vecino que alertó de lo sucedido y el padre de la víctima de 21 años declararán sobre todo lo sucedido.