Un 'Kubo' de agua fría para el Espanyol, que volvió a competir ante una Real que reaprendió a ganar
Un golazo del japonés desequilibró un partido que estuvo cerca de decidir el perico Véliz.
Take Kubo brilló en un encuentro gris entre un Espanyol y una Real, ambos afectados por el mercado, tan pendientes de su partido como de los posibles fichajes que les faltan. Compitieron unos y decidieron los otros, aplicando los donostiarras a su rival la medicina que les insufló el Rayo hace pocos días y acumulando sus primeros puntos del curso ante un conjunto perico a cero que todavía no ha sumado ni ha marcado, pese a que estuvo cerca de lograrlo.
Nada que ver el arranque del Espanyol con el del inicio de LaLiga en Valladolid. Kumbulla, en el centro de la zaga, y Alex Král, en la medular, le dieron al conjunto de Manolo González empaque y criterio, todo lo que le faltó en su debut en Zorrilla. Ante ellos, una Real Sociedad sin Merino ni Le Normand, pero con Zubimendi y Sergio Gómez, el futbolista procedente del Manchester City que antes del ecuador del primer tiempo avisó con un disparo desviado a Joan García, homenajeado en el RCDE Stadium por su oro olímpico. El futuro del portero perico, por cierto, sigue en el aire.
Hasta entonces, fue mejor el Espanyol, cuyo once también fue agitado con la inclusión de Irvin Cardona, al lado de Puado y Alejo Véliz, que, otra cosa no, pero las baja todas por arriba y trae de cabeza a sus marcadores. Take Kubo, por cierto, fue suplente en la Real Sociedad. El que no lo fue es Brais Méndez, el principal agitador de los visitantes, un pasador excelente que a poco que ve un desmarque la pone al pie. Y así lo sintió la zaga perica, que sabía del daño que les podía causar tanto el gallego como Mikel Oyarzabal, el nueve de Imanol hasta nueva orden.
De a poco, Zubimendi, el patrón txuri-urdin, el centrocampista que rechazó al Liverpool, se hizo con el control del encuentro. Ante él, poco podían hacer Gragera, Král y compañía. El de Gros, el barrio surfero de San Sebastián, es, junto a Remiro, Brais Méndez y Oyarzabal, además del míster Imanol Alguacil, lo más reconocible de la Real de los últimos tiempos, la que plantó cara al PSG de Mbappé y enamoró a España y a Europa con su fútbol. Al entrenador todavía le faltan piezas, pero su idea no cambia. Y así, a falta de un nueve y un central, entre el empeño perico y el dominio vasco, sin acercamientos peligrosos, se llegó al descanso. Con 0-0. Y con 20.900 espectadores en la grada.
La Real impone su ley y Véliz perdona
Sergio Gómez, alumno de Pep Guardiola en el City, se ha adaptado como un guante al ecosistema creado por Imanol. Le han bastado pocos minutos para demostrarlo; su asistencia a Brais Méndez, que a bocajarro disparó desviado al inicio del segundo acto, lo confirmó. Mientras tanto, el Espanyol, ya sobrepasado por completo por su rival, sobrevivía como podía con balonazos a Véliz, un luchador nato, una y otra vez agarrado, excesivamente alejado del área de Remiro.
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Quizás por eso, por el desgaste constante durante casi una hora de partido, el delantero argentino marró la más clara del partido. Con mucha diferencia. Puado recuperó un balón y enfiló la portería de Remiro. El contragolpe era clarísimo, diáfano, y se la cedió a Véliz para que la empujara. Bien es cierto que el pase no era un regalo, pero el gol parecía cantado. Pero el rosarino le pegó mal, mordida, y al conjunto de Manolo González se le escapó el primer tanto de la temporada.
Poco después, Alejo Véliz pudo reponerse, pero su remate, tras un preciso centro de Carlos Romero, lo escupió Remiro. Eran los mejores minutos de un Espanyol de lo más reactivo, pero a este equipo, desposeído de Braithwaite y Joselu, le falta punch. Se dio cuenta Imanol del asedio perico y dio carrete a Kubo, Olasagasti y Sadiq en el lugar de Brais, Turrientes y Oyarzabal. Brian Oliván sustituyó a un gris Cardona en el equipo blanquiazul. El ex del Mallorca, en la primera que tuvo, puso un centro para Král, que el checo casi convierte en gol. Otra vez, terminó en saque de esquina.
Un centro de Sheraldo Becker, que no encontró rematador por muy poco, casi pone patas arriba el planteamiento de Manolo González, que pedía "cabeza" en el cooling break y convencía a los suyos de que la tendrían. El que la tuvo fue Take Kubo, que, inmediatamente después, se fue de Oliván y la puso a la escuadra de Joan García para marcar uno de los goles de la jornada. Las tuvo el Espanyol, pero perdonó.
No lo hizo la Real, que, con un chispazo, hizo saltar por los aires el trabajo de los pericos, que reaprendieron a competir, pero se olvidaron de marcar. Casi lo logra Javi Puado, al filo del 90, con una chilena a centro lateral, pero no era el día para él. Ni para ninguno de los blanquiazules que vieron como el conjunto donostiarra sumaba sus primeros tres puntos del curso en Cornellà-El Prat.
- Ficha técnica:
Espanyol: Joan García; Jofre (Roca, min.82), Omar (Tejero, min.87), Kumbulla, Cabrera; Romero (Milla, min.87), Gragera (Aguado, min.82), Král; Puado, Veliz y Cardona (Oliván, min.68).
Real Sociedad: Remiro; Traoré (Aramburu, min.83), Aritz, Pacheco, Javi López; Becker (Marin, min.86), Brais Méndez (Olasagasti, min.66), Zubimendi, Turrientes (Kubo, min.67), Sergio Gómez; Brais Méndez y Oyarzabal (Sadiq, min.67).
Gol: 0-1, min.80: Kubo.
Árbitro: Melero López (comité andaluz). Amonestó a Turrientes (min.51), Veliz (min.52), Oyarzabal (min.57), Kumbulla (min.97).