Quién es Hugo Álvarez, joven promesa del Celta

El Celta de Vigo es un club profundamente canterista. Lo fue por necesidad, sobre todo a raíz de su paso por Segunda División entre 2007 y 2012, en los que los problemas económicos le llevaron a ponerse en manos de una generación encabezada por el incombustible Iago Aspas. Pero también por convicción. Así lo demuestra la actual apuesta por el técnico Claudio Giráldez, proveniente del Celta Fortuna. También el elevado número de jugadores formados en A Madroa que configuran la primera plantilla. Entre ellos destaca Hugo Álvarez, quien a pesar de su juventud se ha convertido en un auténtico pilar del equipo.

El dorsal número 30 le delata como jugador con ficha del filial. Sin embargo, las 12 titularidades que acumuló en las primeras 18 jornadas de la temporada 2024/25 hablan de un jugador completamente asentado con los mayores. Sobre todo si se tiene en cuenta que, en el resto de encuentros, siempre fue uno de los cambios realizados. En resumidas cuentas, lo de Hugo Álvarez en el Celta fue el proverbial derribar la puerta del que siempre se habla respecto a los jugadores que vienen de abajo.

Hugo Álvarez es un futbolista nacido el 2 de julio de 2003 en Orense. Se crio en el barrio de O Vinteún, donde comenzó a darle patadas a un balón. Como es habitual, sus primeros pasos fueron jugando a fútbol sala en el equipo del colegio Divino Maestro. De ahí pasó al Ponte Ourense, aunque rápidamente llamó la atención del Celta. De hecho, se unió al equipo celeste en edad benjamín, lo que implicó que pasase gran parte de su infancia en un autobús.

Al fin y al cabo, Ourense y Vigo están separadas por unos 100 kilómetros. Una distancia reseñable para un viaje diario, sobre todo si tenemos en cuenta que se trataba de un niño. Sin embargo, Hugo Álvarez posee buenos recuerdos de aquellos viajes para ir a entrenar. "Teníamos un bus que nos recogía en Ourense a las 16:00 horas y nos traía de vuelta sobre las 22:00", contó en una entrevista con El Partidazo de la Cadena COPE. "Pero no es tan feo como se pinta, íbamos muchos de Ourense y lo pasábamos muy bien. Son etapas muy bonitas", matizó.

El esfuerzo diario rápidamente dio sus frutos y Hugo Álvarez fue quemando etapas siendo uno de los jugadores más destacados de cada equipo en los que formó parte. De hecho, fue uno de los mejores jugadores del equipo Alevín que ganó el Mundialito del Algarve en 2015, con 15 goles marcados en el torneo. Los celestes ganaron en la final a todo un Inter de Milán por 2-1. Aquella gesta hizo que los grandes del fútbol español se interesasen por él. Sin embargo, Hugo Álvarez siempre tuvo muy claro sus preferencias. "Hubo cosas pero mi cabeza siempre ha estado en Vigo y mi corazón es del Celta y eso es muy difícil que cambie", dijo en aquella entrevista. Algo que ha demostrado posteriormente con su renovación hasta 2028 con los celestes.

Hugo Álvarez es diestro aunque habitualmente juega tirado en banda izquierda. Esto es así, sobre todo, para aprovechar su buen hacer de cara a puerta. A pesar de su juventud, el orensano no es de los que se ponen nerviosos frente al meta rival precisamente. Algo que ha demostrado, prácticamente, desde que comenzó a asomar en el primer equipo.

En realidad, Hugo Álvarez debutó con el primer equipo del Celta el 25 de octubre de 2021, durante una victoria de los celestes por 0-3 en el campo del Getafe. Poco después, el 14 de diciembre de 2021, fue titular por primera vez en un partido de Copa del Rey frente al Andorra. Entonces, el centrocampista estaba todavía en el Juvenil celtista, sin haber subido nunca al Fortuna. Sin embargo, no fue hasta la 2023/24 cuando comenzó a aparecer de manera frecuente con los mayores.

De hecho, el canterano fue el autor de uno de los tantos más importantes del Celta en la temporada 2023/24. El 15 de mayo de 2024, Hugo Álvarez marcó su primer gol con el primer equipo celeste en un partido de Liga frente al Athletic Club. El orensano salió al terreno de juego en el descanso y revolucionó el partido por completo. Primero, tras una jugada individual, asistió a Williot Swedberg para que consiguiese la primera diana gallega del encuentro. Más tarde, fue el encargado de marcar el gol de la victoria, que a su vez significaba la permanencia virtual para su equipo.

En un curso complicado, marcado por ser el centenario del club, las cosas no habían salido bien para el cuadro celtista. Hasta el punto que, a mitad de temporada, Rafa Benítez, técnico de renombre que debía abanderar el proyecto, tuvo que ser destituido para dar paso a Giraldez. El ex del filial confió en sus antiguos pupilos, entre ellos Hugo, y tuvo recompensa. Finalmente, el Celta consiguió una permanencia relativamente cómoda gracias a la actuación sobresaliente de uno de los suyos.