Lo que se cuece en el Barça: Fermín ya está renovado y nunca olvidará el gesto que tuvo Gavi con él en la sala de resonancias

Cuando Fermín López estaba superando la lesión que se hizo con la selección Sub-21 en el recto anterior del muslo izquierdo y parecía que podía llegar a tiempo para jugar en Mónaco en sustitución del también lesionado Dani Olmo, volvió a caer del mismo mal en el muslo derecho. El jugador de Campillo (Huelva, no confundir con el director de Relevo) se desmoronó en el mismo campo de entrenamiento y fue trasladado inmediatamente a los servicios médicos de la Ciutat Esportiva. Entre la resonancia y el diagnóstico pasaron unas cuantas cosas que viene bien recordar para reflejar el grado de unidad que hay en esta plantilla, incluido todo el cuerpo técnico.

Con Fermín llorando en la camilla, en cuanto acabó el entrenamiento, varios compañeros fueron directamente a verle para tratar de animar a su desconsolado amigo. Olmo, Pedri, Gavi, Balde, Cubarsí… y también el entrenador. Flick, nada más verle, le dio un abrazo tan sentido que emocionó a los presentes. El míster, en la rueda de prensa del día siguiente, confesó que se sentía culpable por la lesión de Fermín porque, después de haber jugado Eurocopa, Juegos Olímpicos y tener solo una semana de vacaciones y ser convocado para la Sub-21, debería haber hablado con Santi Denia, seleccionador de la inferior, para pedirle que dispensara al chaval de esa convocatoria.

Tal era su convencimiento, que el entrenador se acusó ante los medios y lo había dicho también el día anterior en los servicios médicos, donde, en general, la opinión era que el error fue permitir que Fermín se incorporara a los entrenamientos después de tener solo nueve días de descanso. Mientras eso sucedía, los médicos sometieron a Fermín a una resonancia magnética. Con los compañeros esperando el resultado, Gavi no tuvo la misma paciencia que el resto y se coló donde los médicos iban comentando las imágenes. Lo hizo con tal voluntad e interés que fue el mismo Gavi quien se acercó inmediatamente a Fermín para decirle exactamente lo que tenía. Lo que había escuchado decir a los médicos. Que estuviera tranquilo, que la cosa, muy poca cosa, era menos de lo que parecía.

Flick, en ese momento, comentó que ese detalle de Gavi y del resto de compañeros que aguardaban el diagnóstico era exactamente el reflejo de lo que es su plantilla. Una familia, un grupo que, según sus propias palabras, no había visto jamás en ninguno de los clubes donde había trabajado. Otro punto a favor de La Masia, donde muchos futbolistas del primer equipo han convivido desde que eran niños para llegar a enlazar una relación personal que va más allá de lo profesional. Todos están a disposición de todos y eso, además de la enfermería, se ve en el campo, donde si uno de ellos no llega, hay otro que corre por él para llegar donde debía llegar el compañero.

El míster, que valora muchísimo semejante actitud, comparte esa filosofía. De hecho, cuando el Barça buscaba sustituto para Xavi, se habló con los futbolistas del equipo que habían trabajado con él y tanto Lewandowski como Gündogan y Ter Stegen le definieron con la misma expresión: "Es muy buen tío". Algo que ya ha podido comprobar toda la plantilla, que destaca la proximidad del entrenador y ese puño de hierro, pero con guante de seda, que les obliga a corresponderle en cada entrenamiento y en cada partido.

Como técnico, el sentido más amplio de su desempeño, es pronto para valorarle. El arranque impecable de la Liga avala los mejores pronósticos. El Barça parece otro, pero, siempre hay un pero, en la Champions, donde el equipo encajó el jueves su primera derrota. El 2-1 de Mónaco, jugando con diez prácticamente todo el partido por la expulsión de Eric, abre un nuevo escenario que se ampliará o se reducirá en función del resultado de mañana en Villarreal. Lo de siempre en el fútbol.

Y como no todo son malas noticias, una cosa más de Fermín, que renovó en agosto de 2023 hasta 2027 con ficha del filial y pasó a tener credencial del primer equipo antes de que se cumplieran los partidos estipulados en el contrato para dar el salto que estaba deseando dar desde que era un niño. Ahora ya sabe que su agente y el club han llegado a un acuerdo para mejorar y ampliar el compromiso. Está todo hecho. Serán cinco años, pero no se hará oficial hasta que el Barcelona llegue, por fin, a la regla del 1:1. No tiene ni un céntimo de fair play. De hecho, lo tiene superado y hasta que no se firme el nuevo acuerdo con Nike, o se consiga otro ingreso sustancial, no logrará entrar en esa norma.

Cuando llegue, se harán oficiales en cascada las renovaciones de Fermín y Gerard Martín. Quizás se culminen también ya las muy avanzadas negociaciones con Pedri y Gavi y, por supuesto, novedades con Lamine Yamal. Como menor de edad (17) no se le puede hacer oficialmente un contrato largo, pero sí se le mejorará el que tiene sabiendo, el club y el jugador, que en cuanto cumpla los 18 tendrá listo un nuevo contrato de 5 años que le situará en la órbita salarial de su valor de mercado.