FC BARCELONA

Lo que se cuece en el Barça: con el 1:1 por fin activo, Laporta quiere fichajes y abrir la puerta de salida en enero

El presidente acumula cinco volantazos, pero ha logrado devolver al Barça a la regla 1:1... a la espera de la resolución por Olmo y Pau Víctor.

Joan Laporta, en la gala del 125 aniversario. /GETTY
Joan Laporta, en la gala del 125 aniversario. GETTY
Miguel Rico

Miguel Rico

Lo de Messi, lo de Barça Vision, lo del Camp Nou, lo de Nike ("no estamos en el 1:1 porque no queremos"), lo de Heurtel… Cinco volantazos de los muchos que, desde la toma de posesión, ha dado la presidencia del FC Barcelona ilustran una gestión de improvisada supervivencia, basada en el día a día y en las lógicas contradicciones que imperativamente surgen de este plan sin plan con el que se rige el club. Al mismo tiempo, y en estas increíbles circunstancias, es verdad que no todo se ha hecho mal, que se han reducido gastos a mansalva en la masa salarial y se han obtenido ingresos multimillonarios -a costa de vender patrimonio- pero, aun así, desde la distancia que nos separa de los órganos de dirección, la imagen reputacional del club está resultando esperpéntica. Un desatino global de tal calibre, de tan imposible definición, que obliga a pensar qué estaría diciendo y haciendo Joan Laporta del gobierno de la directiva del FC Barcelona, si el presidente fuera cualquier otro ser vivo con el carnet al corriente de pago y ejerciendo como tal.

Laporta es así y los socios ya lo sabían cuando volvieron a elegirle presidente. Un tipo capaz de tardar seis meses en llegar a la norma del 1:1, diciéndonos que lo haría en cualquier momento/en el mejor momento para acabar llegando tarde según LaLiga. Y que a última hora, apretado por la necesidad y en un viaje de tres días a Dubai, fue capaz de levantar 100 millones a inversores árabes por la venta de asientos VIP en el nuevo estadio a razón de 25.000 euros la unidad. El negocio de los compradores es revender esas localidades privilegiadas, garantizándole al FCB el precio pactado y además la opción de vetar al pretendiente que no pase el test correspondiente.

Gracias a eso, antes del 31 de diciembre fue capaz de presentar a la LaLiga el 100% del acuerdo firmado con los qatarís (30 millones ya ingresados) y la documentación del otro compromiso firmado con Dubái… pero sin el extracto bancario que justificase el ingreso. La gente de Tebas interpretó que, en consecuencia, lo aportado por el FCB resultaba incompleto porque no alcanzaba la cifra necesaria para cumplir con 1:1. Automáticamente y como ya habían avisado desde la RFEF que sucedería, LaLiga dejó sin ficha federativa a Dani Olmo y Pau Víctor. Esa cantidad restante, que eran 28 millones (el 40% de los 70 millones que debe ingresar el Barça por el paquete completo), llegó el viernes, pero tanto LaLiga como la RFEF siguen creyendo que el Barcelona está fuera de plazo y como si de una prueba ciclista se tratara, se considera que Dani y Pau han llegado fuera de control y ya están fuera de la vuelta. Y serán agentes libres el día anterior al cierre del mercado invernal. La nota oficial del FCB anunciando su retorno a la norma 1.1 no admite retardo alguno. Al contrario. Insiste en que presentó todo en tiempo y forma los días 30 y 31 de diciembre.

El presidente del Barça, en consecuencia, sigue convencido de que lo ha hecho todo bien. Por eso cree que los futbolistas volverán a ser inscritos por lo civil, lo criminal o por el tribunal contencioso-administrativo. El último flotador al que podría agarrarse. Y en cuanto tenga hecho eso Laporta, porque así es Laporta, volverá a marcar paquete. Y es que si hace un mes el Barcelona aseguraba que iba a quedarse quieto en el mercado de invierno, el hecho de llegar, aunque sea tarde y mal, al 1:1, el presidente dispara su disposición, por no decir la orden, de abrir las puertas de salida y de entrada. Exacto. Lo que han leído.

Laporta, con 1:1 resuelto, puede fichar e inscribir. Él cree que podrá hacerlo con todo el mundo. Es decir, a Olmo, Pau Víctor y a quien recomiende Deco. Y aquí está el meollo de la cuestión. Solventado el tema del Fair Play, el Barcelona, efectivamente, podría fichar y, lo más importante, inscribir a quien quiera, pero mientras no se demuestre lo contrario, exceptuando a Olmo y Pau Víctor porque no se pueden tener dos fichas con el mismo equipo en la misma temporada. Un artículo federativo cuyo espíritu Barça, patronal y Federación interpretan de modo radicalmente distinto. Será, suponemos, un juez quien acabe decidiendo si la LaLiga y la FEF, no cambian de opinión, como el que cambia de chaqueta para salir a cenar. Y, sinceramente, siendo difícil, es más fácil una consecuencia judicial favorable que un cambio de postura de los órganos representativos del fútbol español.

El plan del Barça con Olmo para la final de la Supercopa

Convendría preguntarse ahora si hubiera o hubiese ocurrido lo mismo si el Barcelona tuviera en su organigrama un CEO, un Director Corporativo, un Director Financiero o un vicepresidente económico que tuvo, pero que ya no tiene. La respuesta nunca la sabremos. La realidad es que Laporta es todo. O como mínimo es tres o cuatro en uno y, por las atribuciones que le han sido concedidas, hoy sigue defendiendo que ganará este pulso, más bien esta guerra, y que Pau Victor y Dani Olmo sólo se van a perder el partido de Copa de este sábado contra el Barbastro y la semifinal de la Supercopa de España, el día 8 contra el Athletic.

Según sus cuentas, ese partido lo ganará el Barça y los dos chavales podrían jugar la final contra el vencedor del Madrid-Mallorca. Y después, con los chicos cautelarmente inscritos por la "causa de fuerza" mayor, Deco tendrá vía libre para salir al mercado. De hecho, el Director Técnico no se ha movido. "Plan Santo Tomás". Ver para creer. Mientras tanto, eso sí, valorar las ofertas que están llegando por algunos jugadores. Entre ellas, la conocida del Girona por Eric García y la ahora posible salida de Ansu Fati, que por lo visto también le interesa, entre otros, al citado Girona. En cuanto a las entradas, ni idea. Hasta ahora el Barcelona ha venido trabajando con la idea de firmar jugadores libres que ya hemos citado y recitado aquí. En circunstancias de 1:1 precario, lo lógico sería aplicar una política prudente, si bien es cierto que Laporta y prudencia más parecen antagónicos más que compañeros. Vamos, que Laporta quiere reforzar su plantilla sí o sí ahora que puede competir en esmerado en igualdad de condiciones que la competencia.

Total que, con el fin de semana encima, se supone que hasta la próxima semana no vamos a conocer el desenlace final. Mientras tanto puede que solidarizarse con Olmo y Pau no sea la palabra idónea, pero cualquiera que se ponga en su pellejo sentirá las sensaciones propias de víctimas inocentes de una gestión muy, muy, muy deficiente que les está perjudicando y que, según acaben las cosas, les seguirá perjudicando hasta límites insospechados. Y respecto al Barcelona y a Laporta, vamos a esperar a la anunciada presencia del presidente ante los medios donde, aprovechando la circunstancia, seguro que se le va a preguntar por esto, por lo de Messi, por lo de Barça Visión, por lo del estadio que debería estar inaugurado y no se sabe cuándo lo estará, por lo de Nike y por todo lo que ha prometido y no ha podido cumplir. La cuestión de si lo hizo consciente o inconscientemente solo lo puede saber él. Saberlo y responderlo porque, a estas alturas, lo mínimo que se le puede pedir es sinceridad.