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Los comercios junto al Camp Nou aún no ven la luz, solo polvo y cómo sus flores se marchitan: "Facturamos el 30%, el Museu y el Palau nos salvan"

Los negocios de Les Corts siguen luchando para sobrevivir sin el Camp Nou, facturan una fracción de lo que solían y esperan que el regreso del fútbol reviva la zona.

Una de las tiendas en los aledaños del Camp Nou./RELEVO
Una de las tiendas en los aledaños del Camp Nou. RELEVO
Xavi Espinosa

Xavi Espinosa

¿Os imagináis abrir un negocio y pasar más de un año sin ver a vuestros clientes? Desde que el Barça dejó atrás su casa, el Spotify Camp Nou, muchos comercios han tenido que enfrentarse a una nueva realidad. El traslado temporal del equipo al Estadi Lluís Companys ha dejado una profunda huella en la economía de los negocios locales del barrio de Les Corts. Bares y restaurantes que vivían 'por y para' los aficionados del Barça han luchado por sobrevivir sin el constante flujo de público del Camp Nou, mientras esperan un regreso que parece aún lejano. Algunos han logrado mantenerse a flote, pero otros no han tenido tanta suerte y han tenido que cerrar. En medio de esta incertidumbre, hay quienes han optado por traspasar el negocio o adaptar sus horarios a la caída del tráfico de clientes.

Nos hemos acercado a conocer de primera mano la realidad. Entramos a Casa Ferreiro, un restaurante de comida mediterránea que ha sido uno de los grandes afectados por el traslado del FC Barcelona de Les Corts a Montjuic. Su eslogan es: "Un lugar ideal para los partidos de fútbol", pero, sin embargo, se han quedado sin fútbol. "La situación es desesperante. Los ingresos ahora son un 30% de la facturación que teníamos antes", nos comenta Laxamme, camarero del restaurante desde hace años. Laxamme ha vivido el periodo de transición y nos cuenta que el restaurante, al ser conocido, se sigue manteniendo gracias a una estrategia y adaptación del negocio: "Ahora hemos reducido los horarios de apertura. Estamos de 11 a 20:00 h, ya no cerramos a las 12. El antiguo dueño se marchó y traspasó el local, y decidimos reducir las horas", comenta. ¿Qué tipo de clientes se acercan ahora? - "Hay que tener en cuenta que los Tours y el Museo siguen atrayendo mucha gente. Nos sostenemos, en parte, gracias al Museo del Barça", comenta.

El Museo y el Palau Blaugrana 'sostiene' el sector

Muchos de los negocios siguen en pie gracias a los aficionados que se acercan al Palau Blaugrana y, también, por aquellos que visitan el museo del Barça. Es el caso de las tiendas de souvenirs, "Esto antes se petaba. Ahora solo compran turistas de vez en cuando, pero el tráfico de gente ha disminuido", comenta Ahmed, trabajador de 'Blaugrana Store', situada en el Carrer d'Aristides Maillol. La tienda de Souvenirs del Barça está a un minuto del Spotify Camp Nou. La ubicación es inmejorable y pese a que entra algún cliente, no es lo mismo que en un día de partido. "Ayer vino un socio y me dijo que hasta septiembre no estará el Camp Nou, no lo entiendo", me comenta el trabajador, aparentemente frustrado con la situación.

Unos pasos hacia la izquierda, 'Xocoto', una tienda de souvenirs del Carrer d'Aristides Maillol. Preguntamos por la situación: "¿Que cómo estamos? Pues llenos de polvo. Cada mañana retiramos el polvo de las cajas. Porque no hay nada más. Hace unos meses todavía venía gente, pero ahora ya estamos hasta las narices. Fíjate en las flores, situadas en la puerta (me enseña unas rosas que se están degradando), lo bonitas que son, ya no vendo ni una. Antes se vendían como churros. Nos han dicho los obreros que se han ido de vacaciones la mayoría por Navidades. Ya cuando abran el Camp Nou mejoraremos, pero por ahora, imagínate cómo estarán esas flores", afirma la mujer.

Los bares del barrio, los más pacientes

Estamos en la calle de la Riera Blanca, a escasos segundos del Spotify Camp Nou. Cruzamos la calle y nos dirigimos a un bar de 'barrio', de toda la vida, de previas y también de los Dracs. Entramos y lo primero que vemos es un cartel que dice lo siguiente: "A veces hay que pasar por caminos difíciles para llegar a destinos maravillosos". Una frase que refleja a la perfección la situación de los negocios locales de los alrededores del Camp Nou. Saludamos a Juan, el propietario de El Rellotge. Nos sirve el café y nos cuenta: "No es lo mismo. Pero somos pacientes. Es un bar de toda la vida, del barrio y sin fútbol se nota. El otro día me enfadé. Me viene uno de los obreros y me dice: Sírveme el café rápido va. Yo le contesté: "Trabaja más rápido, no te jod*", dice. "Llevamos meses aguantando y los obreros del Camp Nou hacen mil descansos, porque vienen aquí mientras trabajan. En cambio, los ingenieros son muy buenos. Eso sí, y vienen aquí a almorzar", comenta el trabajador.

El bar donde los Dracs suelen hacer las previas. RELEVO
El bar donde los Dracs suelen hacer las previas. RELEVO

El negocio existe desde hace ocho años. El Rellotge lo llevaba toda una familia del barrio de Les Corts, y ahora el propietario es el hijo, Juan. "Somos el bar del Barça. Los Dracs vienen a hacer las previas y queremos que la gente se sienta identificada. El Museu y el Palau nos ayuda, aguantamos con los partidos de baloncesto. Económicamente somos sostenibles, porque hemos logrado conectar con el barrio y la gente ya nos conoce", comenta.

"Somos pacientes porque sabemos lo que nos espera cuando esté construido".

Juan nos llevó a otro negocio, al de Manel, justamente a dos calles del Camp Nou. Es el Frankfurt de la calle de Riera Blanca. "Este negocio es de mis padres. Siempre hemos tenido bastante fama y faena. No estamos perdiendo dinero ni pasándolo mal. No ganamos lo que ganaríamos antes. Nosotros particularmente hemos estado bien, aguantando. Ha bajado la faena solamente. Peor fue el Covid", comenta Manel.

"Vivimos de la clientela nuestra. El día que hay fútbol se nota más, ingresamos mucho. No es nuestra fuente de ingresos principalmente, pero es un plus. Nosotros vivimos del barrio", afirma Manel, mientras hace la brasa y el calor de la parrilla le hace secarse las gotas de sudor. Hoy hace mucho calor y Manel está cada día trabajando duro. Pero él es feliz: "Yo no lo he pasado mal. Pasarlo mal lo ha pasado la gente que se dedicaba exclusivamente a trabajar los días de partido... con el típico bar pequeño de cervezas. 1500-2.000 euros lo hacían en birras, cuando había Copa y Liga. Esta gente lo ha pasado muy mal", se sincera. La realidad es que los negocios siguen subsistiendo. Algunos cierran, pero otros saben que la oportunidad de negocio está al llegar y son pacientes para cuando llegue la hora de apertura del nuevo Spotify Camp Nou. Los bares y restaurantes que más facturación tienen de los alrededores del estadio son los más consolidados. Un claro ejemplo es Casa Pin, el bar de las 'previas y birras' de los aficionados del Barça que es el más cercano al Spotify Camp Nou.

Los comercios junto al Camp Nou aún no ven la luz, solo polvo y cómo sus flores se marchitan: «Facturamos el 30%, el Museu y el Palau nos salvan»

"Con el hecho de no tener fútbol, estamos muertos, económicamente y a nivel de explotación de la actividad. Es un bar diseñado para las previas y postpartidos, bajo la base barcelonista. En términos económicos, estamos jodidos, con pérdidas recurrentes de cada mes, que estamos asumiendo a los socios para esperar tiempos mejores y para ser fieles a esta filosofía, que Casa Pin es un acto de servicio al barcelonismo y el rédito económico es secundario", dice Lluís, propietario de Casa Pin. 

¿Cuándo esperáis volver? 

"Hacemos el seguimiento de las obras todos los días y está muy atrasado, esperamos que de cara a septiembre abran. Hemos ido aguantando, porque pensábamos que lo que nos dirían sería verdad, primero noviembre, después diciembre… pero no ha sido así y estamos jodidos", dice Lluís.

"Éramos un modelo de negocio hecho por el fútbol, y si desaparece, desaparece el negocio".

"Como no nos dedicamos a la restauración, se nos ha complicado, pero queremos aguantar hasta que volvamos. Es necesario mantener la fidelidad y los valores, en un lugar en el que se reúnen todos los barcelonistas. Los de nuestro lado cerraron. La afectación se nota mucho ya todos, pero nosotros más. El aficionado del Barça siempre cuesta dinero, y siempre sale perjudicado", comenta.