Detrás de la figura de Alberto Toril hay dos caras y un hombre por y para el Real Madrid
Varios jugadores y jugadoras a los que ha entrenado retratan al técnico andaluz, que cumple tres años desde su llegada al fútbol femenino.
En el fútbol, como en la vida, todo es cuestión de feeling. De emociones y sensaciones. De relaciones que a veces salen bien. Otras, mal. Depende. Alberto Toril (51 años), como otros tantos y tantas, es buena prueba de ello. Con la vela del número tres sobre la mesa, en su aniversario como técnico del Real Madrid femenino, repasamos cómo es el cordobés de puertas para dentro. Lo que el ojo no ve.
Así está la clasificación de Liga F.
Un boceto guiado por varias voces de jugadores y jugadoras que han pasado por sus vestuarios, rescatando testimonios como los de Nahikari García, Lorena Navarro o Lucía Rodríguez y demandando otros, como los que proporcionan a Relevo futbolistas como Juanfran Moreno, exjugador del Castilla al que dirigió Toril y al que subió a Segunda en 2012, o Javier Matilla, jugador del Elche durante la etapa del técnico cordobés, en 2016-17. Además de recordar las palabras y gestos con los que ha recibido apoyo de algunas de sus futbolistas en el equipo madrileño, como Athenea del Castillo o Caroline Weir.
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— Relevo (@relevo) November 26, 2023
Entre todos ellos hay un factor común: Alberto Toril es un hombre de club. Más concretamente, de su Real Madrid. Primero, fue jugador y canterano -empezó en 1988 y llegó a debutar en el primer equipo de la mano de Benito Floro-. Después, como entrenador. Aunque en esto del fútbol también hay sus idas y venidas y el de Peñarroya-Pueblonuevo vivió un 'desencanto' tras su época dorada en el Castilla -ascendió al equipo a Segunda en 2012-. Volvemos a ese pasado para entender mejor su presente como técnico blanco en el primer equipo femenino.
Un mensaje 'envenenado' que le costó caro en el Madrid
"Cuando anunciaron que volvía al Real Madrid, y que emprendía esta aventura en el fútbol femenino, lo que pensamos su gente, sus jugadores y tal, era un sentimiento de alegría. Volvía al Real Madrid. Al final él es ADN Real Madrid, ADN club, ADN Institución. Fue una sensación de mucha alegría por él", admite Juanfran Moreno, exfutbolista, en declaraciones a Relevo.
Aunque para entender el curso de Alberto Toril en el Real Madrid hay que acudir a un discurso que marcó su destino en Valdebebas: "Yo solo entreno, no hago plantillas. Sé de dónde venimos, siempre es la misma historia. Cuando no haces pretemporada, tienes muy pocos jugadores, hay tantos cambios y no conoces a muchos de ellos, pues hay que improvisar sobre la marcha, conocerlos con partidos. Pero la responsabilidad al cien por cien es del cuerpo técnico, aunque hay situaciones que el cuerpo técnico no puede controlar".
En medio de esta situación delicada, con problemas de resultados tras una planificación a la que se le vieron las costuras, Alberto Toril lanzó un grito de socorro en rueda de prensa. Desmarcándose así de la política de silencio del Real Madrid y marcando su salida del club blanco, que llegó en noviembre de 2013, dos meses después de sus palabras en sala de prensa.
Un plantillón y ascenso en el Castilla y la polémica con Mourinho
De nada importó su trayectoria. O su gran resistencia a las polémicas de Mourinho, que lanzó varios dardos a la gestión del técnico cordobés en el filial blanco. Toril se mantuvo siempre firme a las provocaciones del portugués y supo evadirse de todo para darle forma a una plantilla histórica en la que había nombres como el de Carvajal, Nacho Fernández, Casado, Mosquera, Álex Fernández, Lucas Vázquez, Mandi, Juanfran, Cheryshev, Jesé, Álvaro Morata, Joselu. Un plantillón.
"Tengo muy buen recuerdo de él. Supo darle su lugar a cada uno. Era una persona cercana y manejaba bien los tiempos en aquel Castilla, que era un Castilla de grandísimos jugadores. Tenía mucha mano derecha con chicos jóvenes que de vez en cuando salían, y a veces llegaban, pues bueno, llegaban un poco con menos horas de descanso de lo habitual", recuerda Juanfran Moreno.
"En un momento complicado para mí, con un gran conflicto con Mourinho, que no entendía por qué había gente que ya no era Sub-23 en el Castilla, por qué jugábamos y tal, Alberto siguió manteniendo la confianza en mí. Hay una anécdota que justo en esa semana de mayor enfrentamiento entre Toril y Mourinho, yo marco un gol contra el Huesca, se lo dedico a Alberto Toril y salgo en una portada al día siguiente. Se lía una enorme en aquel momento, que la prensa era muy juguetona con el tema de Mourinho", rememora el exjugador madrileño, que se retiró recientemente tras haber jugado en clubes como Betis, Dépor o Leganés, entre otros.
El adiós de Toril al Real Madrid condicionó su futuro durante un periodo. Pues no fue fácil encontrar nuevo destino con la sombra de la duda que se desprendía de su salida de la entidad madridista. A esto, se sumaron problemas personales y la cicatrización de una etapa que dejó huella en Alberto Toril.
Toril: «La salida del Real Madrid fue traumática y dolorosa»
"La salida del Real Madrid fue un poco traumática para mi porque fue dolorosa. No es un club normal. Salí del Elche, pero fue de forma diferente. Pasé muchos años como jugador -desde 1988 a 1994- y también como entrenador -de 2008 a 2013- pasando por todos los puestos del área formativa. Traté de recuperarme mentalmente, pero a eso se sumó un problema familiar por la enfermedad de mi madre. Estuve un tiempo apartado del fútbol. Fueron tiempos en los que llegaron ofertas, pero no estaba preparado ni tenía motivación para entrenar. Dejé pasar un poco el tiempo hasta que apareció la opción del Elche y después de irme a China", confesó el entrenador español en Atalayar.
No obstante, el agua siempre vuelve a su cauce, que diría aquel. Y Toril se reencontró con el Real Madrid, gracias al respaldo de figuras como Jose Ángel Sánchez. Tras un periplo en el Guangzhou Evergrande, Toril volvió a 'casa'. Casualidad o no, en otro mes de noviembre. En esta ocasión, de 2021 y para levantar a un equipo que caminaba a bandazos por su segundo año de historia.
El orgullo de su hija, muy futbolera
"No me sorprendió porque, honestamente, yo, habíamos tenido muchas veces muchas conversaciones sobre el fútbol, masculino y femenino. Yo soy papá de tres niñas y hablo mucho con él de esto, y al final el fútbol femenino, yo no lo veo como fútbol femenino, y yo sé que él nunca lo vio como fútbol femenino, lo vio como fútbol. Él nunca lo entendió como un cambio -del masculino al femenino-, él iba a seguir haciendo lo que más le gustaba, que era entrenar en el club de su vida. Encima tiene una niña que le encanta el fútbol, que es futbolera, que juega fútbol y que iba a estar súper orgullosa de su padre", afirma Juanfran.
Sobre este salto del masculino al femenino también habla con Relevo Javier Matilla, al que Alberto Toril dirigió en el Elche. "No es que me sorprendiese, pero habla bien de él de que no se cierra puertas. Que se muestra abierto a entrenar en cualquier ámbito", apunta, antes de puntualizar: "Como entrenador, llevar tres años en el mismo lugar, habla por sí sólo".
Matilla, ex del Villarreal o del Betis, entre otros, guarda un "muy buen recuerdo" de su etapa siendo jugador de Alberto Toril. "Como entrenador, daba siempre mucha confianza y libertad al futbolista. Empezamos muy bien esa temporada, con buenos resultados. Hizo un gran trabajo. Es una persona muy tranquila y con serenidad, pero se hacía respetar porque veías que sus palabras no eran vacías. Era muy complicado que le vieses perder los papeles como otros entrenadores que son más de sangre caliente. Era más frío. Aunque, obviamente, como todo el mundo, tenía sus puntos de enfado, como cualquier persona de esta profesión", asegura.
Y continúa: "Tengo también el recuerdo de que controlaba muy bien el ambiente en el vestuario. Del grupo. Recuerdo que había muy buen ambiente a diario. Al final, mucha culpa de ello era de él. Era cercano y cariñoso con el futbolista y con esa tranquilidad que demostraba hacía que el vestuario fuera sano".
✍️ El Real Madrid C. F. y Alberto Toril han acordado la ampliación del contrato del entrenador, que quedará vinculado al club hasta el 30 de junio de 2026. Toril llegó al banquillo del equipo femenino en noviembre de 2021 y desde entonces ha dirigido 113 partidos oficiales.… pic.twitter.com/lnGRzSGduQ
— Real Madrid C.F. (@realmadridfem) June 29, 2024
Con estas referencias, Alberto Toril llegó con el mejor cartel al Real Madrid femenino, en el que fue renovado el pasado verano hasta 2026. Y, de inicio, encajó a la perfección, con una primera prueba que se saldó con la clasificación para la Champions y la buena imagen, aunque con derrota, en los cuartos de final de la competición europea ante el Barça -a pesar del global 8-3 en la eliminatoria, las blancas compitieron ante el todopoderoso equipo azulgrana, que venía de ganar su primera Champions-.
No todo fue un camino de rosas, con varias manchas en su historia como entrenador del Real Madrid femenino. Desde la gestión de la salida de algunas futbolistas como Lorena Navarro, Nahikari García o Lucía Rodríguez a los chascos deportivos, como la derrota en la final de Copa ante el Atlético de Madrid, la temprana eliminación en Champions dos temporadas consecutivas o la gran cuenta pendiente con el Barça, al que su equipo no ha conseguido doblegar o igualar.
Algunas de las futbolistas citadas recordaron en 'Quiero Ser Como' el infierno que vivieron durante su etapa en el Real Madrid, con un trato de indiferencia que les causó dolor. "Yo estoy tranquila porque desde el minuto uno al último lo he dado todo. Yo me fui con la conciencia tranquila... Yo tenía siempre la esperanza de que podía llegar y tenía que estar preparada. No quería que si me daban la oportunidad dijeran que no estaba preparada. Yo siempre he estado a disposición de todos y todas y siempre quería más. Si no estaba convocada, me quedaba a entrenar más. Hacía mucho más para poder estar si me necesitaban. Lo peor fue verte semana tras semana desconvocada cuando estabas bien. Dolía un poco, pero me ha servido para madurar y aprender", apuntó Lorena Navarro.
Otra exjugadora del Real Madrid, Nahikari García, va un poco más allá. "Tuve la mala suerte o coincidencia de estar en el Real Madrid con un entrenador al que no le entraba por el ojo y ya está. Son cosas que pasan. Con mi etapa en el Real Madrid he aprendido que el fútbol es totalmente subjetivo. Tú puedes ver una cosa y ella otra. Eso marca que soy mejor o peor", destacó la ahora jugadora del Ahtletic sobre su relación con Alberto Toril, con el que no llegó a tener regularidad desde la llegada del técnico cordobés en noviembre de 2021.
"Encima se dio que nos desconvocó para el Clásico a Lucía (Rodríguez) y a mí. Yo no sabía qué pasaba y hablé con él. Le pregunté si había algún problema y, por su parte, nada. Que eran cosas futbolísticas. Cada uno es como es, pero a mí me gusta ir de cara y la sinceridad. Si tus palabras no se sujetan con tus hechos, ahí ya has perdido a la otra persona. Son cosas que pasan. He vivido la parte más fría del fútbol", declaró.
A ella se suma el duro testimonio de Lucía Rodríguez, que tachó de "raro" todo lo que vivió a las órdenes de Toril: "En el primer tercio de temporada juego. Nos íbamos turnando: Kenti Robles jugaba en Champions y yo en Liga. Luego yo jugué el partido ante el Barça, perdemos y ya no vuelvo a jugar. Desaparecí un poco del mapa y no sé muy bien por qué. Lo llevé mal. Una cosa es no jugar y que haya un motivo futbolístico. El fútbol, para lo bueno y para lo malo, tiene su parte subjetiva, y es que el entrenador te quiera o no poner. Independientemente de lo que tú hagas. A partir de enero pasó algo raro y yo dejé de jugar e incluso ni calentaba. Ellos me dan unos motivos que no son del todo futbolísticos. Al final no podía hacer más. Entrené más y mejor, pero en abril ya me sentía fuera del equipo".
El gol dedicado por Athenea entre cánticos de «Toril dimisión»
De las manchas en su expendiente a los halagos de algunas de las futbolistas que siguen estando entre sus filas, como Athenea del Castillo o Caroline Weir. Ambas estrellas del Real Madrid han valorado muy positivamente el apoyo del técnico en todo momento. La primera de ellas emuló a Juanfran Moreno en un momento difícil y le dedicó un gol a Toril en un partido de Liga F ante el Sporting de Huelva y en medio de los cánticos de "Toril dimisión" en Valdebebas. El gesto de la cántabra no era casualidad.
El entrenador blanco fue un apoyo clave en los momentos más delicados durante la crisis de la Selección. La futbolista del Real Madrid no firmó la renuncia a ser internacional junto a sus compañeras, aunque sí que respaldó a Jenni Hermoso y la protesta en contra de la situación que estaban viviendo. Un momento crítico en el que Toril estuvo muy pendiente del estado de su jugadora, dándole fuerza. No ha sido la única vez que ambos evidencian una buena relación ni la única futbolista que ha mostrado su buen feeling con el cordobés.
Otro caso reciente es el de Caroline Weir, que confesó en un breve documental que el club publicó en Real Madrid Play titulado "Un viaje Inesperado" que el técnico había sido un gran apoyo durante su grave lesión de rodilla. "Se portó genial conmigo, tuvo la misma lesión dos veces, entonces sabe de lo que se trata. Desde el principio siempre me ha dicho que tenga calma, sea paciente y no me presione demasiado. Incluso ahora es compresivo, sabe cómo van las cosas, me anima a no exigirme demasiado, ser paciente y seguir trabajando", expuso.
Unas palabras con las que refuerza a Toril. El técnico afronta su cuarta temporada al frente del Real Madrid con la máxima confianza del club y el objetivo de dar un nuevo paso en la corta historia de este equipo.
Por lo pronto, han acabado con su 'gafe' en Champions, volviendo a los cuartos de final de la competición europea. Con el objetivo de ganar el primer título en el fútbol femenino y la ambición de dar la sorpresa ante el Barça -15 Clásicos y 15 victorias azulgranas-. Dos retos que se convertirán en deseos al soplar las tres velas de su aniversario como entrenador blanco. Un periplo con luces y sombras y en el que ha vuelto a erigirse como un hombre de su club, el Real Madrid. El club al que llegó siendo niño y en el que estaba escrito que, pese a su amarga salida en 2013, volvería.