¡Increíble mañana copera! Las Palmas sale goleado de Elche y el Ourense se carga al Valladolid

La Copa del Rey celebra la víspera de Reyes en una jornada que debería haber sido la última y que no lo será después de que Real Madrid y Valencia tuvieran que jugar el partido aplazado el pasado viernes para respetar así las vacaciones de los futbolistas. Lo hace con la sensación de que esto se acaba para los más modestos, ya que la mayoría ya se han quedado por el camino, salvo contadas excepciones y la resistencia de algún equipo de Segunda División.

Hasta la disputa de esta tercera cita de la ronda de dieciseisavos, la emoción había estado presente, pero solo se habían cerrado dos resultados sorprendentes. El que más, sin duda, es la goleada del Pontevedra al Mallorca, con tres categorías de diferencia. El golpe de Pasarón fue muy sonado, aunque tampoco anduvo lejos el del Almería al Sevilla, más que nada por la goleada (4-1) más allá del vencedor. El domingo también fue para vibrar y empieza con un sonoro batacazo de Las Palmas en Elche (4-0) y la caída del Valladolid en campo del Ourense (3-2):

Diego Cocca ya ha demostrado que no se anda con historias, ni siquiera en la visita a O Couto, para enfrentarse al decimonoveno de Primera RFEF. Plantó un once repleto de titulares. Por descansar no lo hizo ni siquiera Hein. El nuevo técnico no planea dar rotación ni siquiera al guardameta titular. Quizás es una forma de transmitir el mensaje de que no hay mejor resurrección liguera que ir escalando en la Copa del Rey y ganando sensaciones. Desde luego, su equipo captó el mensaje y comenzó con fuerza. En especial Raúl Moro, el mejor jugador de la plantilla, sin duda alguna. Amagó, recortó hacia fuera y clavó un disparo imparable desde la frontal. Los brotes verdes se disiparon en cuestión de segundos. Jairo realizó una gran jugada personal, partió desde el centro del campo y convirtió con un disparo que se pudo atajar.

El segundo del grande también llegó de las botas de Raúl Moro, como si la reacción fuera solo de nombres propios. Colgó un balón medido para que Amallah empujara. Lo celebró parte del estadio, en parte porque un importante núcleo de la ciudad iba con el Valladolid… por la naturaleza del Ourense. Aun así, la mayoría estaba con los locales, como demostraron con el gol de Jerín, en un error en masa de la defensa vallisoletana. Año nuevo y vida la de siempre. Y como las uvas no han traído ni pizca de suerte a Pucela, le tocaba lesionarse a Hein tras una caída fea y un fuerte golpe en la espalda. Lo que les faltaba. Como todo salía mal, Ángel Sánchez recibió en el costado, recortó hacia fuera y sin que nadie le apretara lo más mínimo, derechazo a la red. Conviene no quitar pizca de mérito a un Ourense atrevido, valiente y sinvergüenza. Para rematar la faena, un feísimo gesto de Raúl Moro en su rodilla hizo saltar todas las alarmas. Se pudo retirar por su propio pie, pero apunta a lesión grave. Más carbón todavía en el árbol del Valladolid y más gloria para un modesto que se empeña en citarse con la historia.

Un duelo trampa, en el que el favoritismo era completamente relativo. Un equipo de la parte alta de Segunda División contra un equipo de la parte baja de Primera, que, encima, alineó un once con más suplentes que titulares. Ya es mala suerte que bajo esa premisa se lesione Campaña, un habitual para Diego Martínez. El partido en el Martínez Valero comenzó sin demasiado pulso, los futbolistas de élite no están acostumbrados a competir madrugando. Pronto la situación dio un vuelco y los locales comenzaron a mandar ante su público. La primera mitad fue casi un monólogo. Los de Eder Sarabia manejaron el balón, sumaron una elevada cifra de posesión (66%) y, lo mejor, lo transformaron en ocasiones.

Primero salvó Dinko Horkas, otro suplentísimo que está dando la talla en esta competición. No pudo hacer nada para evitar el tanto de Rodrigo Mendoza, un superclase de 19 años cuyo nombre es de obligado seguimiento en los próximos meses. Nico, otro talentazo, se la regaló. Cómo son las dinámicas en el fútbol. El gol psicológico lo remató Las Palmas con el segundo en los primeros compases del segundo tiempo. El otro Nico, Fernández, puso un gran centro para que David Affengruber lo hiciera todavía mejor con un cabezazo sobresaliente. Al grande le tocaba reaccionar. Pero cuando se quiso dar cuenta el marcador del Elche ya tenía un 3. Fue Salinas en esta ocasión, con una volea tras un despeje dócil de la zaga. Ya empezaba a ser más sonrojante las formas que la eliminación. Qué mañana. Nico la redondeó con otro golazo. Este equipo juega como los ángeles.