PSG - GIRONA

El "no cojáis el teléfono, ¡que nos fichan a otro!" que explica otro milagro de Quique Cárcel para construir al Girona de Champions

El club catalán debuta en Europa ante el PSG después de un verano de muchos movimientos y esfuerzos para ser competitivos.

El Girona, en su último entrenamiento antes de viajar a París a debutar en la Champions. /GIRONA FC
El Girona, en su último entrenamiento antes de viajar a París a debutar en la Champions. GIRONA FC
Lu Martin

Lu Martin

El Girona ha construido una plantilla nueva después de que la pasada temporada viviera en Montilivi el año más maravilloso de su historia. El verano ha sido duro en los despachos, pero Quique Cárcel, el director deportivo del club, lo veía venir. Y su equipo de trabajo, esos que crecieron en el barrio del Poble Nou jugando a su lado, esos que compartieron horas en el fútbol base del Barça y ahora trabajan con él, también. Uno de ellos recuerda una reunión que marcó el punto de partida. "No fue algo muy formal, pero sí que recuerdo que fue a principios de abril. Una mañana estábamos tomando un café antes de empezar a currar y Quique nos avisó".

Seguramente, después de dejar a los hijos en el cole en Barcelona, siguiendo el ritual, móvil apagado conduciendo solo camino de Girona, acababa de dar por hecho que iba a haber escabechina, que estaba claro que alguien pagaría la cláusula de Dovbyk, porque sus goles le habían puesto el cartel de traspasado, que Savinho se iría al City, porque su talento le había convertido en el jugador del año y Guardiola no es tonto, y que Pablo Torre y Eric Garcia enfilarían el regreso al Barça tras su cesión.

"Lo teníamos claro, necesitábamos encontrar extremos, un par de nueves, algún mediocentro porque Aleix también estaba haciendo un temporadón... Y gente de banda. Teníamos faena", admite uno de los fieles colaboradores de Quique. Pero la maquinaria estaba engrasada desde hacía tiempo.

A pesar de que en Montilivi nunca se pierden los nervios, el verano fue una locura tal que en un momento dado, cuando al Girona le desaparecía la plantilla como a los niños los castillos de arena en las playas de la Costa Brava, Pere Guardiola, el copropietario del club, que no perdía el sentido del humor, en una de esas conversaciones habituales, casi diarias con Quique Cárcel y los suyos, tuvo una buena ocurrencia: "Si suena el teléfono, mejor no lo cojáis ¡que nos fichan a otro!". Tal era el nivel.

"Han venido buenos futbolistas, pero se necesita tiempo"

"Cuando haces una temporada muy buena, el riesgo que corres es que vengan a ficharte futbolistas. Sabíamos que íbamos a trabajar bien y que si se iban unos vendrían otros y que este año, vendrían muchos" explica Delfí Geli, el presidente de la entidad. Pero no cundió el pánico, por mucho que en la calle, la afición, en algún momento se impacientara, porque nombres salían muchos y no todos se concretaban, porque no todos eran ciertos. "Al final cuando vas a buscar a buenos jugadores, que los quieren los grandes, cuesta, pero han venido buenos futbolistas, jóvenes que necesitan rodaje y estamos contentos. Tienen mucha calidad y necesitan tiempo, que todo se encaje, se adapten y salga su mejor rendimiento".

"Michel nos pide talento y eso hemos intentado darle, porque nosotros también creemos en ello", dice el arquitecto, que ha tratado de tener una plantilla con gente joven y veteranos que la compense. Por eso renovaron a Juanpe con 33 años, seguramente, líder natural del vestuario, ahí sigue Juan Carlos, el portero (36), por supuesto Stuani, referente absoluto del grupo, o Daley Blind. Tambien sigue Gazzaniga: "Nos daba mucho miedo que vinieran a por él y quisiera irse. Eso nos inquietaba", admiten en los despachos. ¿Por qué? "Hay pocos porteros, uno por equipo. La oferta en otros puestos es más grande, pero gol y porteros hay pocos y caros. Afortunadamente él no movió un dedo".

"Hemos encontrado en el mercado lo que queríamos"

En total, el Girona ha conseguido un beneficio de ocho millones en este mercado a pesar de haber conseguido cinco de los diez fichajes más caros de la historia y realizar tres de los traspasos más caros. "En ese sentido estamos satisfechos porque, además, hemos encontrado en el mercado lo que queríamos y necesitábamos". Y más si se comparan con balances de otros equipos de Primera que llegan a un desfase de 150 kilos.

Dovbyk ha marcado el récord, con 40 millones que ha pagado la Roma, después de varios días de negociación con el Atlético de Madrid, que regateó demasiado. Aleix García acabó en el Bayern Leverkusen por 18 millones. "Eso fue rápido, el jugador quería irse, los alemanes pagaron lo que pedimos... fue fácil", recuerdan en Girona. Esa baja hizo daño, porque era uno de los pilares del juego de Míchel pero "sabíamos que podía pasar y al final... pasó", admiten resignados en el área técnica. Otro que hubieran querido retener es Pau Victor, que se fue al Barça a los 22 años, traspasado por 2,7 millones. Porque se quiso ir.

Y el veterano Alexander Callens al AEK Atenas también dejó caja, 70.000 euros. Tampoco está Valery, que pidió salir del primer equipo, y se fue cedido a los 24 años, en el club están convencido de que le vendrán bien los minutos que se intuía, no iba a tener en casa y probablemente los tendrá en Mallorca. Han recibido la baja otros jugadores como Toni Villa (Eibar) Manu Vallejo, (Ferrol) Arnau (Wroclaw polaco), Álex Sala (al Córdoba). El club ha cedido a Ylias Chaira (al Oviedo) Joel Casals (Mirandés), Kebe al Lommel y Fuidias (Cartagena).

También Gabi Martínez ha sido traspasado. Al Sporting de Braga, dentro de la operación de Abel Ruiz. El de Sant Fost de Campcentellas había jugado cedido en el Mirandés (9 goles, 5 asistencias) y ha firmado cinco años con los de Braga. El Girona se reserva el 25 por ciento de los derechos. El problema es que la misma mañana que llegó a Portugal para firmar llegó una oferta para el jugador cuatro veces superior del Al Nassr, el equipo de Cristiano Ronaldo en Arabia. En Girona cundió el pánico. "Llevábamos muchos años queriendo ficharle", admite Cárcel. "Es un futbolista que nos gusta mucho", explica. Y en su equipo siempre hubo unanimidad para ficharle, de ahí el esfuerzo.

Y el último día de mercado una oferta de Arabia se llevó a Iker Almena, por cinco millones, quien apenas llevaba unos minutos en Primera y había dado una asistencia ante el Betis. Un fichaje necesario para cubrir la cuota de Sub-23 necesaria en el país asiático. Hasta el último día el Girona estuvo con dolor de cabeza por lo que podía suceder.

La carta de Oriol Romeu que todos esperaban

Uno de los refuerzos que estaba más claro era el de Oriol Romeu, petición expresa de Míchel. El Barça no le quería, el jugador quería volver a Girona, no fue difícil. Tampoco costó fichar a Donny Van de Beek, del United. A los 27 años, ha costado 500.000 euros y es el típico futbolista en busca de una segunda oportunidad. "Nos aportará experiencia y dinamismo", dicen. De Bojan Miovski, procedente del Aberdeen y de 25 años, 4"9 millones por él, solo se cuentan cosas buenas. Es otra de las apuestas grandes del equipo, puede que desconocida para el gran publico pero que en el cuerpo técnico tienen súper controlado hace años y por él había muchas ofertas de clubs importantes. "Es muy bueno, va muy bien al espacio, ha marcado 25 goles este año en Escocia, le hemos visto mucho y estamos seguro que nos dará mucho".

Krejci, central Sparta de Praga, fue otro de los que estaban claros desde el principio. Les causó una gran impresión el día que le vieron jugar la fase de grupos en noviembre contra el Betis. Le siguieron todo el año y llegaron a un acuerdo por 8 kilos. Tiene 25 años.

También hace un par de años que el Girona pretendía a Bryan Gil. Llega cedido por el Totthenham. "Es puro desparpajo, solidaridad, trabajo. Estamos encantados". Francés, el excentral del Zaragoza, también es otro jugador muy valorado al que ya buscaron hace un año. Han incorporado gratis del filial del Ajax, al joven Gabriel Misehouy y a Pau López, cedido por el Olympique de Marsella.

Como siempre han buscado hambre. Futbolistas de mucha calidad pero que por una razón u otra tal vez vengan de no haber hecho su mejor año. "Estamos seguros de que aquí buscan una oportunidad de reivindicarse y sacar lo mejor que tienen y que aquí van a poder hacer", explica Quique Cárcel. Sabe que no puede haber mejor ejemplo que Savio. Venía de encadenar dos fracasos en Francia y Holanda, pero tenía claro que era buenísimo. Fue la revelación del año pasado y es titular en el City.

"La gente se cree que todo el trabajo lo hago yo, pero no es cierto", suele decir Quique Cárcel, que añade: "Trabajo con un equipo súper profesional, sabemos lo que queremos y lo que buscamos y lo encuentran. A los hechos me remito". Pero también mira para arriba: "El presidente y Pere son muy futboleros, llevan muchos años y llegado el momento tienen muchos amigos, muchos teléfonos".

El "lujo" de Asprilla, el futbolista de las tres posiciones

Sabe por qué lo dice. De hecho las buenas relaciones de Guardiola con el dueño del Watford –Ginno Pozzo- ayudaron muy mucho para concretar el fichaje de Asprilla, que se cerró en una reunión en el selecto barrio de Mayfair, puro lujo. Justo lo que cree el arquitecto del delantero colombiano: "Es un lujo tenerle en el equipo. Puede jugar en tres posiciones. Le necesitábamos". Sin duda es el fichajes estrella, porque el precio y su pasado en la Premier llevan a las expectativas.

También asoma Sergi Puig del Sestao 25 años, coste cero. Ureña regresaba del Leganés, cedido. Biel Farres también volvió, estaba cedido por el Sabadell. La mayoría de estos jugadores cedidos refuerza al filial del Girona, que dirige Quique Álvarez, ex del FC Barcelona y del Villarreal, entre otros equipos de Primera,

El domingo, contra el Barça, en el segundo partido de la temporada en Montilivi, en la alineación titular, comparada con la del año pasado ante los blaugrana, solo repetían cuatro y el portero.

"La plantilla es top", dijo al cierre del mercado el entrenador. Del 4-2 de la Liga pasada al 1-4, entonó el mea culpa Míchel tras un partido lleno de errores de sus jugadores. Sabe Míchel que el equipo está en construcción y que en el club están muy tranquilos. También sabe que no se puede comparar con la pasada temporada y que el equipo volverá a jugar como él quiere. Además, sabe que tiene un reto: "Me voy a quedar en Girona porque quiero saber si voy a ser capaz de manejar una plantilla en Liga y Champions" dijo a final de la temporada pasada.

Octavos en la Liga después de cinco jornadas, empatados a puntos con el Alavés, Athletic, Espanyol y Osasuna, diríase que el Girona lleva tantos goles marcados como encajados, ocho, y llega a París para un partido histórico, su estreno en la Champions League.

Cárcel y los suyos superaron el reto. Ya no viven del pasado, ha reconstruido al Girona para afrontar nuevos sueños. El reto terminó el 31 de agosto, con el cierre del mercado. En septiembre, como cada año, con sus colaboradores, se fueron una semana a Ibiza a tomar resuello. Este verano ya han hecho los deberes. Ahora, ya puede sonar el himno de la Champions.