El "vivir del recuerdo está muy bien, pero..." de Míchel que baja de la nube al Girona antes de la Champions

El Girona quedó lejos de poder competir con el Barcelona. Si bien unos meses atrás certificó contra los blaugrana su clasificación para la Champions y evidenció que en cuestiones futbolísticas estaba por delante, este domingo evidenció que ha vuelto a comenzar desde el punto de partida. Ya no están Eric Garcia -al que ovaciono Montilivi-, Savinho, Dovbyk o Aleix Garcia. En Girona han cambiado piezas estructurales y trata de guardar el curso pasado en el cajón de los recuerdos.

"Estamos lejos del Barça. Yo estoy lejos de los entrenadores top", señaló Míchel en una última respuesta en la rueda de prensa en que quiso rebajar la euforia. "Vivir del recuerdo está muy bien, pero yo sabía que nos toca seguir creciendo", apuntó. Y es que con las bajas de Oriol Romeu o Yangel Herrera, el entrenador apostó por caras nuevas de este año como Alejandro Francés, John Solís -que ganará protagonismo- o el tridente: Abel Ruiz, Bryan Gil y Arnaut Danjuma.

Lo de Míchel no es un aviso, sino un retrato de la realidad. En la misma línea, el presidente Delfí Geli lo comenta para Relevo. "Se está luchando un poco contra la temporada pasada, todos tienen el recuerdo. Nosotros tenemos claro que no es así. Es lógico que la gente aún se acuerde, pero los que llevamos tiempo en el mundo del fútbol sabemos que cada temporada empiezas de cero, tengas el mismo equipo o no", explica.

El presidente es partidario de enterrar el encuentro del Barça y opta por estrechar los márgenes sentimentales. "El partido del Barça no nos fue bien a nosotros, cometimos errores que no solemos cometer. Y luego el Barça fue superior. En las derrotas toca levantarse y en las victorias no ser demasiado triunfalista", explica. "Entiendo que la gente pida resultados, pero sabemos muy bien lo que hacemos", avisó Míchel.

El técnico acabó fastidiado con el tercer y cuarto gol del Barça. No pone la lupa, por ejemplo, en el primero, que llegó tras una clamorosa pérdida de David López en salida de balón. Pero Míchel no se cuestiona sus principios, que nacen desde los primeros pases. Pivotó el mensaje de confianza en su plantilla en Jhon Solís, apuesta importante del club que todavía no ha tenido continuidad.

"Pon un mediocentro de cualquier nivel con una presión de Lewandowski y demás y que tenga que tocar 200 balones. Hay que tener personalidad y él la tiene. Entonces no estoy preocupado. Vivir del recuerdo está muy bien, pero yo sabía que nos toca seguir creciendo. Estoy contento con la plantilla que tengo", aseguró Míchel. El 1-4 del Barça se le toman en Girona como la muestra de que el proyecto, con bases sólidas, está todavía en fase embrionaria en esta 24/25. El miércoles les espera París, donde estarán Stuani y diez más.