Falcao: "Era imposible ganar a Movistar Inter, es el mejor equipo de todos los tiempos"

Alessandro Rosa Vieira, Falcao, es el embajador de la Copa Intercontinental. Un trofeo que lucha por el reconocimiento de FIFA bajo la organización de la empresa brasileña Mundo do Futsal, con otra leyenda como Anderson de Andrade al frente. El próximo sábado, el Illes Balears Palma Futsal defiende su corona planetaria ante el Magnus de Sorocaba (Sao Paulo). El bicampeón de la UEFA Futsal Champions League se enfrentará al campeón de la Copa Libertadores en Son Moix (19:30 horas, DAZN) para dilucidar el nuevo emperador del fútbol sala.

Falcao elogió al director general del Illes Balears Palma Futsal, José Tirado, y aseguró que "el club está muy bien gestionado, y con su trayectoria en Europa, no me extraña que los jugadores quieran ir a Son Moix a jugar con Antonio Vadillo" y especificó que "cuando ganas dos veces la Champions, ya podemos hablar de respeto, al igual que pasó con Barcelona y Movistar Inter y es uno de los mejores equipos del momento" aunque avisó que "doy un 50/50 de porcentaje de victoria para ambos equipos. Aunque Palma juegue en su casa con su afición, Magnus es un equipo con mucha experiencia".

Un prestigioso torneo que Falcao ganó precisamente con el Magnus Futsal en 2016 y 2018. Previamente, lo intentó conseguir hasta en cuatro ocasiones con el Malwee de 2004 a 2007, pero siempre se topó con Movistar Inter. El club madrileño es el más laureado de la competición con cinco entorchados y el astro brasileño rememoró en Relevo los duelos con el conjunto español.

'O Rei do Futsal' no tiene ningún reparo en admitir que "aquel Movistar Inter entre 2004 y 2008-2009 era imbatible. Tenían la base de la Selección española junto con la base de la Selección brasileña, los mejores de España con los mejores de Brasil" y desveló que "aunque la plantilla de Malwee también era muy buena, teníamos a jugadores como Lenisio, Thiago o yo, pero les mirabas y era imposible ganarles. Para mí, es el mejor equipo de futsal de todos los tiempos, no habrá otro igual".

Falcao sienta cátedra en el eterno debate del mejor equipo de la historia y concede ese rango a la 'Maquina verde' dirigida por Jesús Candelas y capitaneada por Julio García Mera con Javier Orol, los hermanos Linares (Joan y Andreu), Luis Amado, Javi Limones junto a los brasileños Shcumacher, Marquinhos, Neto, Gabriel o Rogerio, entre otros. Un elenco de estrellas. "Tenían una constancia y jugadores que se complementaban con una fuerza física increíble", recordó.

En aquellas cuatro finales épicas jugadas de manera consecutiva, hubo un episodio en 2006 que oscureció todo el brillo que generaban tanto Malwee como Movistar Inter. El conjunto madrileño vencía 0-1 y cuando restaban 55 segundos para el final del choque, Daniel Ibañes recuperó un balón en la defensa del 5 para 4 con Falcao como portero jugador y disparó a la desguarnecida portería brasileña, pero su guardameta suplente, Bagé, salió desde el banquillo para evitar el segundo gol español y fue expulsado por el árbitro paraguayo Óscar Ortiz, aunque el reglamento estipulaba que solo era tarjeta amarilla.

"Fue algo muy feo para el deporte. Bagé es una persona maravillosa; creo que tuvo un momento desafortunado, porque fue un partido en el que estuvimos muy cerca de ganar, como también ocurrió en Portimão. Tuvimos dos ocasiones en las que casi vencemos a un equipo invencible. Creo que ese equipo fue el mejor de la historia. La gente no habla tanto de ello porque fue una victoria para el Movistar Inter, pero fue una situación muy fea", detalló Falcao.

Meses más tarde, FIFA enmendó la regla para añadir la roja en caso de ocasión manifiesta de gol. La Confederación Brasileña de Fútbol Sala sancionó dos años a Bagé por aquella acción antideportiva. "El propio Bagé se avergüenza de ello. Para nosotros fue muy malo, porque todo lo que es antideportivo está mal, y aquello fue una situación antideportiva que no perjudicó al Inter Movistar. Ahora, imagina si hubiéramos ganado con esa situación, habría quedado manchado. Qué bueno que el Movistar Inter ganó por mérito", reiteró.

Aquellos duelos llegaron tras los éxitos de España en el Mundial de Guatemala 2000 y Taiwán 2004 y Falcao ya era una némesis para los jugadores y los aficionados españoles. Frente a su papel de archienemigo, el astro brasileño puntualizó que "era una rivalidad muy grande, y estaba muy dirigida hacia mí, y nunca tuve ningún problema, es algo que no lograba entender. Ahora, estando con Javi Rodríguez, con Kike, con Julio, ellos decían que cuando jugábamos contra Brasil sabían que habría regatos, enfrentamientos y tal vez el hecho de no jugar en España hizo que no me conocieran personalmente. Los otros jugadores de la Selección brasileña jugaban con tres de la Selección Española, pero yo nunca jugué con nadie de allá, nunca tuve relación con ninguno de ellos, así que cuando había rivalidad, siempre se dirigía hacia mí".

Falcao recordó que "en 2008, me lesioné la rodilla en la final cuando Kike cayó sobre ella. Intenté volver; estaba jugando uno de mis mejores partidos, hice un primer tiempo maravilloso, ese juego era para mí. Me lesioné, fui al banquillo y Álvaro pasó junto a mí y me preguntó que si no iba a seguir jugando. Nunca tuve ningún problema con él, me había lesionado y no podía jugar, simplemente". Sin embargo, la tensión fue bajando y "en 2012, después de mi parálisis facial, cuando ganamos el campeonato, vi que algunos jugadores de España, al saber que sería el último enfrentamiento, se acercaron para felicitarme. Fue muy bueno competir contra ellos y todo quedó atrás. Creo que esa competitividad era buena para el deporte, con respeto, y nunca pasó de ahí".

De su rivalidad frente a los españoles se queda con Luis Amado como el portero de su mejor quinteto de la historia. Y lo complementa con "él mismo, Manoel Tobías y Ricardinho por su juego bonito, repercusión, popularidad y los resultados y Lenisio como pívot por su facilidad para hacer goles, siempre digo que para él la portería medía 7 metros". No pecó de falsa modestia y aseveró que "soy una historia de constancia, de títulos y de popularidad, una historia que inspiró a muchos. Así que creo que eso me da una ligera ventaja en el recuerdo de la gente, por los números, los títulos, y las historias como jugar con una parálisis facial en la Copa del Mundo de 2012. Todo esto es parte de mi historia, y por eso la gente me recuerda".

Falcao señaló que "nunca pensé que sería el mejor jugador del mundo, de la historia. Claro que hay personas con sus opiniones, pero mucha gente lo ve así. Eso me hace muy feliz. Aquel niño que nació en un barrio humilde de São Paulo, en Brasil, logró conquistar muchas cosas y ser reconocido en su deporte". A día de hoy y con Ricardinho en Italia apurando sus últimos años de carrera, el icono futsalero reconoce que "con 40 años y pensando en retirarse, perdemos la última referencia que tenemos. El Futsal, tiene un problema porque tenemos buenos partidos, buenos jugadores, pero estamos perdiendo las referencias, esas que salen de la burbuja del fútbol sala. Creo que logré salir de esa burbuja del Futsal, Ricardinho también, pero ningún deporte vive sin ídolos".

Falcao no titubeó a la hora de señalar al mejor jugador del mundo en la actualidad: "Pito está en un momento muy bueno, ha estado ganando títulos, marcando goles importantes. Es un estilo de juego que me gusta, porque tiene un estilo completo: sabe hacer goles, defiende bien, es habilidoso, sabe cuándo pasar y cuándo finalizar. Creo que está en un momento muy especial" y reiteró que "esperamos que pronto aparezcan otros jugadores que puedan promocionar el juego. El futsal tiene que ser un deporte que se venda. Debe ser un deporte de resultados, pero que también ofrezca algo diferente para atraer al público".

Además, el astro brasileño reflexionó sobre la escasa visibilidad del deporte en un momento en el que las tendencias de consumo audiovisual han cambiado y han aumentado los nuevos formatos de ocio deportivo con carácter innovador. "El público del futsal es un público fiel, siempre estará, somos nosotros, los que vivimos en el futsal. Pero necesitamos más, necesitamos conquistar a ese público que no es del futsal para que sea una referencia. Por ejemplo, la final del Mundial fue vista por mucha gente. Pero si preguntas hoy, tres semanas después, a personas que no son del futsal, los nombres de dos o tres jugadores, no los saben", sentenció Falcao.

El eterno número 12 de Brasil puso el dedo en la llaga. "Creo que los jugadores talentosos están siendo cada vez menos. Hablamos de generaciones, de diferentes estilos de juego; no es una crítica a los jugadores. La calidad técnica realmente se ha perdido. Creo que mi generación fue la última que no tenía portero-jugador cuando éramos jóvenes. Entonces decidíamos las cosas con habilidad, con una jugada, y hoy no. Hoy esta generación, con ocho, diez, once años, está perdiendo un partido y ponen al portero-jugador. Entonces no puedes ver lo mejor del jugador, ni que ese jugador va a ser decisivo, ni que va a hacer una jugada individual", finalizó.

El jugador más idolatrado del fútbol sala mundial también tuvo ídolos. Falcao reconoció en Relevo que "para mí, en el fútbol, cuando quería ser un atleta profesional, Romario fue una referencia para mí y hoy es mi amigo. En el futsal, tuve referencias como Vander Iacovino, una referencia cuando empecé en la selección, y Douglas, que ha sido una figura paternal para mí en el deporte".

Hablando de padres deportivos, el astro brasileño tiene un emotivo recuerdo para Fernando Ferreti. "Fue la persona más importante en mi vida, porque sin él, no sería ni la mitad de lo que fui. Era más que un entrenador; me apoyaba en todos los partidos, teníamos una relación muy fuerte. Él era mi amigo, mi consejero, y para mí, fue fundamental", recordó.

Cuando le preguntas a Falcao por el mejor equipo en el que jugó en su dilatada carrera, responde con rapidez. "Sin duda, el Atlético Mineiro de 1999, porque el equipo titular tenía a todos los mejores en sus posiciones: Índio, Manuel Tobias, LeniSio, Saad, Cacau, Lincoln, y el portero Rogerio". Y finaliza con una reflexión sobre la estéril búsqueda de un nuevo 'Falcao': "No basta con jugar bien uno o dos años; un ídolo necesita tiempo para demostrar su grandeza".