La última pesadilla de Fernando Alonso vuelve a acosarle
El asturiano se quejó de rebote en los Libres, igual que en Brasil, donde estuvo a punto de abandonar por dolor de espalda.
Con calambres y tremendamente dolorido. Fernando Alonso completó todas las vueltas del Gran Premio de Brasil de la semana pasada de milagro. Entre tanto sufrimiento y sin demasiadas ganas, lo hizo "por los mecánicos" y sus esfuerzos horas antes por reparar su coche a tiempo. El dolor de espalda le mató y estuvo a punto de privarle de acabar la carrera.
El efecto rebote azotó su cuerpo salvajemente contra el suelo a más de 300 kilómetros por hora en las rectas y el asturiano sufrió. Rozó las lágrimas, de hecho. Lo del rebote, un problema que tenían los coches en 2022, ha vuelto a acechar al español. Hamilton, por cierto, también sufrió en el pasado de la espalda tras tantos latigazos en su Mercedes.
Las buenas sensaciones que dejó Aston Martin en los primeros entrenamientos del Gran Premio de Las Vegas de F1, con Alonso séptimo y Stroll duodécimo, duraron muy poco. El bicampeón volvió a sufrir de rebote, su peor pesadilla últimamente. "Creo que tenemos que cambiar el set up, hay mucho rebote ahora", protestó por radio tras las primeras vueltas en la segunda sesión de Libres, donde terminó decimocuarto.
Alonso, muy dolorido de la espalda, recibiendo el cariño de sus mecánicos
— DAZN España (@DAZN_ES) November 3, 2024
Por radio dijo que iba a terminar la carrera por ellos 😍
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Los botes le afectan físicamente, como demostró en Brasil (14º), y psicológicamente, ya que restan mucho rendimiento al coche. Aston Martin, de los más lentos últimamente en la parrilla, es la única escudería que sufre de este mal del pasado. Su compañero Stroll, además, también se quejó de graining, una degradación salvaje en sus ruedas.
Parecía que Aston Martin podía pensar en los puntos con temperaturas tan bajas en Las Vegas pero, tras los Libres, han vuelto a emerger las dudas. Los enésimos reproches por radio del ovetense marchitan los sueños del equipo de Silverstone de sacar un resultado decente de Nevada: el monoplaza verde sufre de subviraje y de sobreviraje.
No obstante, hasta la disputa de la clasificación, resta tiempo suficiente para ajustar la configuración del coche. La esperanza del bólido del asturiano es que, como calienta tan rápido los neumáticos, el frío le ayude a ponerlos en la temperatura óptima de cara a la clasificación. La carrera, eso sí, será otra historia.