F1 | GP BRASIL

Un sinfín de desdichas culmina en los ojos llorosos de Fernando Alonso

El desastre de Valencia, un fuerte dolor de espalda y la inoperancia de su coche llevaron al asturiano a emocionarse.

Alonso, emocionado en Interlagos./DAZN
Alonso, emocionado en Interlagos. DAZN
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Nunca se le había visto así. Las lágrimas en los ojos de Fernando Alonso se asocian a sus campeonatos de hace veinte años. Era joven y la emoción le invadía cuando se veía como el mejor piloto del mundo. Ahora, con 43 años y como él mismo ha reconocido en alguna entrevista, tiene otra visión de la vida. El español rozó el llanto tras la carrera en Brasil después de que se le hayan alineado una serie de desdichas de todo tipo.

Se le junta el dolor físico con la tortura psicológica. El cuerpo con la mente. "Termino la carrera por los mecánicos, se lo merecen. Llamad a un coche médico para que me espere cuando acabe la carrera y así tenerlo al lado", expresó por radio antes de cruzar la meta fuertemente dolorido de la espalda. El asturiano sufrió un accidente durante la clasificación y sus mecánicos trabajaron a destajo para que el Aston Martin llegara a colocarse en la parrilla de salida.

"Tenía mucho rebote en la segunda parte de la carrera, no se por qué. Estábamos fuera de los puntos, en cualquier otra circunstancia habría parado pero los mecánicos habían hecho un trabajo increíble así que tenía que terminar la carrera por ellos". Completar todas las vueltas fue el mejor homenaje posible al esfuerzo contrarreloj de sus compañeros.

"Ha sido una carrera muy difícil, sabíamos que íbamos a ser más lentos que en clasificación. Tuvimos un problema de frenos, Lance en la vuelta de formación y yo, en las resalidas, es como si tuviera freno de mano", comentó tras terminar decimocuarto en Interlagos. Los últimos giros se le hicieron eternos y hasta le costó un rato salir del monoplaza. Tuvo que ser ayudado.

El asturiano sufrió los salvajes rebotes de su coche contra el asfalto durante gran parte de la carrera. Su espalda terminó destrozada. "Era doloroso, y la llegada a esta carrera tuvo mucha preparación y muchas pruebas por mi parte, con el fisio, con los doctores, para poder llegar a Brasil", recordó. El bicampeón llegó un día tarde al circuito porque arrastró problemas intestinales de México.

Esta cita refleja la mezcla de sentimientos que atravesaron su cabeza en el momento exacto en el que casi se le saltan las lágrimas. "Mi condición física después de esta carrera da un paso atrás, así que había mucho esfuerzo por parte de todos, el mismo que el de los mecánicos este domingo. Pero hay gente que está mucho peor que yo, en Valencia vemos imágenes terribles y la gente está sufriendo mucho más. Tenía que sufrir un par de vueltas por todos los demás". La DANA, como a todo el mundo, también le ha pesado.