Aston Martin no esperará sentado la llegada de Adrian Newey
El equipo de Alonso huye de relajaciones porque quiere lucirse ante el ingeniero desde la próxima carrera.
Aston Martin tiene un dilema para la temporada que viene. Si se hila fino, de hecho, sus preocupaciones se pueden adelantar a las seis citas que restan este año. 'Arrastrarse' por pista en 2025 o lucirse ante Adrian Newey, que no se incorporará hasta marzo y no diseñará el próximo coche de Fernando Alonso.
Hay que tener en cuenta que la temporada que viene es especial al tratarse del último año con la normativa actual. En 2026 se estrenará una nueva normativa técnica y muchos equipos apostarán todo a esa temporada, dejando a un lado 2025. El dilema de tirar por tierra o no el curso que viene es grande ya que cuanto más abajo se termine en el Mundial, de más horas de túnel de viento dispondrá el equipo para probar el monoplaza.
La idea que revolotea en Aston Martin es clara: no quieren esperar sentados a que Adrian Newey haga magia y lo quieren impresionar desde ya. "Creo que deberíamos usar 2025 como una oportunidad para demostrarle a Adrian lo que podemos hacer. Debería servir de motivación para todo el equipo", explicó Mike Krack, jefe de equipo, mientras la escudería marcha quinta en el campeonato. Mientras, se marcan plazos: ganar carreras en 2026 y el Mundial, en 2027.
Inviernos inciertos
La escudería de Silverstone quiere evitar a toda costa que se instale la relajación en su fábrica. Por ahora, van bien, ya que algunos empleados españoles están haciendo horas extra. No quieren esperar sentados a que Newey, gurú de la aerodinámica, haga algún milagro. "Si identifico a alguien con esa actitud, no durará mucho", advirtió Krack. Aston Martin solo triunfará si logra encajar todas sus valiosas piezas con el paso del tiempo: ya sea el año que viene, en 2026, o más adelante.
La mano de Newey desde marzo, la nueva fábrica, el túnel de viento propio, los combustibles Aramco desde 2026 y otros fichajes de renombre como Andy Cowell o Enrico Cardille tendrán que aprender a trabajar juntos. El 2025 es un interrogante gigante para el equipo de Alonso pues sus inviernos han traído buenas y malas noticias a partes iguales.
El progreso de 2022 a 2023 casi pudo tildarse de milagro. Aston Martin pasó de ser uno de los equipos de abajo a darle a Alonso el segundo coche más rápido de la parrilla. En unos pocos meses de trabajo que derivaron en ocho podios del asturiano. Del cambio de 2023 al 2024, sin embargo, no se puede decir nada bueno. El coche se desplomó y se alejó de Red Bull, Ferrari, Mclaren y Mercedes, que los adelantaron por la derecha.