FÓRMULA 1

El fichaje de Adrian Newey por Aston Martin viene con letra pequeña para Fernando Alonso

El primer coche que pilote Alonso con la firma del ingeniero más deseado de la F1 será el de 2026. Será accionista de la marca y trabajará a diario en la fábrica.

Adrian Newey ya es una realidad para Aston Martin. /REUTERS
Adrian Newey ya es una realidad para Aston Martin. REUTERS
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Adrian Newey no es la panacea. Su fichaje no supone la salvación inmediata para Aston Martin por arte de magia. El cerebro más relevante que ha pasado por la Fórmula 1 es "la pieza que le faltaba a Aston Martin", según el máximo accionista Lawrence Stroll, pero su contratación tiene letra pequeña: no resucitará de un día a otro a un equipo que vaga por la media tabla.

Para empezar, habrá que esperar unos meses para verlo vestido de verde ya que su periodo de 'gardening' con Red Bull termina al comienzo de año. Newey será como tal, trabajador del equipo británico, el 1 de marzo de 2025. ¿Qué significa esto? El próximo coche que pilote Alonso, que empezará a diseñarse 'oficialmente' al terminar la temporada (ya se está mirando hacia él conforme vaya acabando esta campaña), no tendrá influencia del británico.

Según confirmó el propio diseñador durante su presentación, tendrá un papel importante en la fábrica de Silverstone. Aunque todavía no ha escogido despacho, trabajará a diario y a tiempo completo en las nuevas instalaciones de Aston Martin. Además, también será accionista de la marca como maniobra para que su elevado salario no interfiera ni supere el límite presupuestario. Tendrá las llaves del equipo.

Si los esfuerzos en el nuevo Aston Martin de Alonso y Stroll empiezan a intensificarse en noviembre o diciembre, el diseñador llegará 'tarde' y se unirá a su desarrollo cuando pueda. Su papel sí tendrá influencia en las actualizaciones del monoplaza durante la temporada 2025. Las famosas mejoras que haya durante el curso sí llevarán la firma de Newey, la creación del coche, no.

Sin impacto inmediato

Lo que ocurre es que 2025 es un año peculiar al tratarse del último de una normativa técnica. En 2026 entrarán nuevos monoplazas con diferentes normas y, el año previo a un cambio de reglas, los equipos miran hacia otro lado en el diseño de sus coches. Hay quienes, directamente, se espera que renuncien a ese año para centrar sus recursos y su tiempo en el túnel de viento para el señalado 2026.

Aston Martin, por cierto, desde enero de 2025, utilizará su nuevo túnel de viento. La mano de Newey se podrá notar en el coche de dentro de dos años, la última temporada que tiene firmada Alonso, a día de hoy, con el equipo británico. Hay que entender que la llegada del gurú de la aerodinámica no supondrá resultados inmediatos, es solo la última pieza, y tal vez la más codiciada, del proyecto.

De hecho, el primer Red Bull que diseñó logró dos podios en 35 carreras. El primer año de reglamento, que es una incógnita para todos los equipos, se espera que saque lo mejor del ingenio de Newey y que, en 2027, cuando se conozca mejor el reglamento, explote las famosas zonas grises que otorgan ventaja competitiva. Que Alonso siga corriendo es otra historia.