La Vuelta tiene fiebre... y otras conclusiones de esta primera semana
Tras nueve etapas, Ben O'Connor es el líder de la general y Primoz Roglic el máximo favorito al triunfo final… pero en esta edición de la gran ronda española no hay certezas.
"Les voy a pedir a los entrenadores del equipo que me hagan una media de la temperatura de las nueve primeras etapas de esta Vuelta, porque estoy seguro de que está por encima de los 38ºC". Lo asevera un director deportivo en la meta de Granada, y nadie puede ponerlo en duda: esta edición de la gran ronda española tiene fiebre. Fiebre porque la meteorología durante esta primera semana ha sido terrible, provocando numerosos golpes de calor como el que acabó este domingo con la participación de Antonio Tiberi (Bahrain Victorious), que partía como 4º en la general y mejor joven. Fiebre, también, porque el desarrollo de la prueba está siendo delirante.
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La Vuelta (@lavuelta) August 25, 2024
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El inicio de La Vuelta ha sido atroz. Los recorridos, tan exigentes, se han sumado con las circunstancias, tan duras, para marcar un escenario cambiante e incierto. Probablemente el terrible traslado de casi mil kilómetros de Granada a Galicia altere la tónica de la carrera: habrá otro terreno, habrá otro sol, habrá otras ganas. No obstante, la primera semana ha sido para recordar y dejará huella en el cuerpo y la mente de la caravana de la gran ronda española.
Nadie contaba con un Ben O'Connor (Decathlon-Ag2r La Mondiale) al frente de la general; de hecho, muchos directores descartaban que se repitiera el escenario de 2023, con una escapada sacudiendo la general… y sin embargo ha ocurrido dos veces. El beneficiario de aquel vuelco y vigente campeón, Sepp Kuss (Visma | Lease a Bike), está muy lejos de revalidar título en una prestación coherente con una temporada poco brillante. Entre los grandes favoritos, Primoz Roglic (Red Bull-Bora-Hansgrohe) lleva la voz cantante… pero una decena de hombres están a los coros.
La Vuelta es la carrera de Primoz Roglic… y Enric Mas
Los finales en alto de Pico Villuercas y Cazorla no estaban destinados a ser representativos de la realidad de La Vuelta: subidas cortas y empinadas que se definían más por chispa que por nivel. En ellas, Primoz Roglic sacó partido del sólido 'punch' que le ha permitido imponerse en tres ediciones previas de la gran ronda española. No obstante, Enric Mas (Movistar Team) ha ido apareciendo en escena para concretarse en una amenaza real para el dominio del esloveno. Su prestación en la ascensión a Hazallanas no produjo ganancia en términos de tiempo neto, pero sí le ha convertido en la alternativa más sólida a Roglic. Después de un Tour decepcionante, el mallorquín tiene licencia para soñar en La Vuelta: su carrera.
Red Bull y UAE en el filo de la navaja
Los dos equipos más fuertes a priori de esta Vuelta a España han vivido esta primera semana como una montaña rusa. En el caso de Red Bull-Bora-Hansgrohe, la competitividad de su líder Primoz Roglic ha contrastado con las prestaciones desiguales de sus gregarios, unos limitados por su nivel y otros por enfermedad: sólo en el Pico Villuercas actuaron de forma sólida en defensa de las opciones del esloveno.
En cuanto a UAE Team Emirates, sólo uno de sus muchos potenciales líderes está en concurso: Adam Yates, excelso en la etapa de Sierra Nevada, donde el mexicano Isaac del Toro perdió un verano y el luso João Almeida ni siquiera concursó, enfermo de Covid-19. En las 12 jornadas que restan, ambos equipos deberán dar un paso más si quieren afirmar las riendas de la carrera.
Un escenario propicio para los vuelcos
Tal y como sucedió la pasada temporada en Javalambre, la movidísima etapa de Yunquera generó una carambola inesperada que dejó a Ben O'Connor al frente de la general. El australiano se benefició de una buena táctica de su Decathlon-Ag2r La Mondiale y de una estrategia marrada por Red Bull. Por un momento, el efecto de recencia le convirtió en el máximo favorito a la victoria final; de hecho, todavía porta el maillot rojo con una sólida ventaja de casi cuatro minutos sobre el segundo clasificado. No obstante, ni su equipo ni ningún otro parecen capaces de controlar la carrera. Con el terreno que queda por delante, no sería extraño otro vuelco… y que La Vuelta se decidiera por minutos.
Algo pasa con las etapas llanas
Cuatro de las cinco jornadas propicias para la llegada masiva de esta Vuelta (Ourém, Castelo Branco, Sevilla y Córdoba; queda Santander) se han disputado en esta primera semana. El desarrollo de todas ellas fue más bien anodino, si bien la jornada cordobesa dio bastante de sí en la última hora de competición. Pese al calor, llovió sobre mojado tras varios paseos tórridos en el Tour y ya han surgido voces de calado pidiendo cambios reglamentarios que propicien un mayor espectáculo en las etapas planas. La preocupación por la audiencia es justa y necesaria: el rival de La Vuelta o el Tour no son las otras carreras, sino todos los deportes y contenidos de entretenimiento que existen ahí fuera.
Esta Vuelta va a ser muy larga
Por su posición en el calendario, la gran ronda española suele ser disputada por ciclistas que llegan a su salida con el depósito de energía justo. Una vez en ella, la mentalidad y la concentración marcan la diferencia: para el ciclista, desconectar al primer contratiempo y encarar las vacaciones es muy tentador. En esta Vuelta en particular, la acumulación de desnivel supondrá un desgaste que también resultará eliminatorio; si le sumamos las circunstancias meteorológicas, con un calor intensísimo en esta primera semana, y la lotería de la Covid-19, podemos encontrarnos con un abanico de favoritos bastante reducido a la salida de Asturias.