LA VUELTA

Salvó la muerte con Vingegaard, Roglic y Evenepoel y ahora es el mejor escalador de La Vuelta: "Es bastante loco"

El australiano Jay Vine, compañero de Tadej Pogacar en el UAE Team Emirates, estuvo cerca de dejar el ciclismo tras el grave accidente de la Itzulia, hace justo 150 días.

Jay Vine, en La Vuelta./SprintCycling
Jay Vine, en La Vuelta. SprintCycling
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Cuitu Negru.- La niebla apenas deja distinguir la meta, así que son los gritos de los aficionados, que se cuentan por cientos, los que evidencian la proximidad con el punto más elevado de la presente edición de La Vuelta (1.789 metros sobre el nivel del mar). Las rampas imposibles también ayudan, claro. Todo se junta en un maremágnum de emociones que eriza la piel hasta al más contenido.

Por allí se retuerce el indomable Pablo Castrillo, vencedor de la etapa que cierra en Asturias la segunda semana de la ronda española, y con él, otros tantos ciclistas, cada uno sufriendo a su ritmo, cada uno buscando la trayectoria menos imposible en unas rampas inabordables, con pendientes de hasta el 24%.

Entre todos destaca el australiano Jay Vine, compañero de Tadej Pogacar en el UAE Team Emirates y, con 28 años, pieza fundamental en el cuadro de Joxean Fernández 'Matxín' desde 2022, cuando llegó procedente del conjunto Alpecin tras deslumbrar precisamente en La Vuelta a España con dos triunfos de etapa.

Jay Vine, tras igualar a puntos a Wout Van Aert en la etapa del Cuitu Negru.D.A. / RELEVO

Tras dos años de altibajos, esta pasada primavera, Vine se fue al suelo en la curva que sacudió los cimientos del ciclismo mundial en la Vuelta al País Vasco. Allí cayeron Jonas Vingegaard, Primoz Roglic y Remco Evenepoel, pero también otro puñado de ciclistas que, sin tanto nombre, bien podrían haber lamentado males mayores.

"Fue durísimo", reconoce Vine a Relevo en la imponente meta del Cuitu Negru, donde este domingo, justo 150 días después de sufrir una fractura cervical que le obligó a permanecer en cuidados intensivos durante siete interminables días, ha igualado a Wout van Aert —a 46 puntos— y se ha colocado como colíder de la clasificación de la montaña de La Vuelta.

"Sería increíble ganar el maillot de la montaña; siento que es una cuenta pendiente desde 2022"

Jay Vine Ciclista

"Volver de una lesión así y ser capaz de ayudar a mis compañeros es muy especial para mí, más aún en un recorrido tan bestial como éste", añade el australiano, con contrato en el cuadro emiratí hasta 2027. "Si estar a este nivel ya es una victoria para mí, imagínate hacerlo ayudando a mis compañeros e involucrándome en dos domingos consecutivos de etapas súper explosivas [Granada y Cuitu Negru]".

"Además, mi hijo nació un día antes de venir a La Vuelta [el 14 de agosto]", sentencia Vine, ganador una semana antes en la etapa contrarreloj de la Vuelta a Burgos. "Cuando miremos atrás dentro de diez años y le explique que no pude estar ahí con él pero que fue por todo esto, creo que será algo muy especial. Si lo piensas, es algo bastante loco".

El maillot de la montaña, no obstante, parece un viejo anhelo del australiano. "A nivel personal sería algo increíble", sentencia. "Siento que tengo un trabajo inacabado desde 2022, cuando lo rocé con el Alpecin". Aquel año, el de Townsville se retiró de la ronda española a solo tres etapas del final, cuando lideraba la clasificación de la montaña con 59 puntos, casi el doble que el segundo clasificado, Richard Carapaz (30 puntos).