ATLETISMO

La llamada del 'Florentino del atletismo': "Al día siguiente tienes la mitad del dinero en tu banco"

Michael Johnson, el padre de la Superliga del tartán, seduce cada día a nuevas estrellas, pero falta Jakob Ingebrigtsen.

Michael Johnson (57), excampeón mundial de 200 y 400 metros. /MEMORIAL VAN DAMME
Michael Johnson (57), excampeón mundial de 200 y 400 metros. MEMORIAL VAN DAMME
Andrés G. Armero

Andrés G. Armero

El Grand Slam Track, 'la Superliga del atletismo' que verá la luz en la primavera de 2025, avanza con paso firme. Su Florentino Pérez particular es Michael Johnson, la estrella de la velocidad de los 90, un hombre que acapara todas las miradas de los atletas. Son muchos los que esperan recibir una llamada que vale oro. De momento, 13 han sido los afortunados. Faltan 35.

El pasado 18 de junio el ocho veces campeón del mundo y cuádruple oro olímpico (palmarés repartido entre los 200 m, 400 m y relevo 4x400) sacó del armario un proyecto que llevaba tiempo cociéndose en reuniones con inversores. El producto no podía ser más disruptivo. Un circuito de cuatro pruebas (dos en EE.UU., dos fuera del país de origen) repartidas entre primavera y verano con un sistema innovador detallado en este artículo. En ellas, competirán 48 atletas fijos (velocistas, vallistas, mediofondistas y fondistas) que se comprometen a participar en los cuatro mítines del Grand Slam Track (los racers) y 48 corredores que irán variando para retarlos (los challengers).

Los premios (12,6 millones de dólares a repartir en todo el circuito) son suculentos, superando con creces el dinero que percibían los atletas de esas mismas pruebas en la Diamond League. La Liga Diamante, el circuito oficial de 15 pruebas repartidas por todo el mundo y que goza de la protección de la Federación Internacional de Atletismo, ha visto amenazada su posición por la llegada del Grand Slam Track y ha tenido que tomar medidas para tratar de paliar el golpe. La primera, anunciada tras reunirse de urgencia en la final de Bruselas, aumentar un tercio la cantidad destinada a premios. Ahora, la Diamond pondrá sobre la mesa 9,24 millones de dólares de variable entre todas las pruebas que la componen, pero siguen tocando a mucho menos (al haber más mítines y más disciplinas que en el nuevo circuito de Michael Johnson).

Para las estrellas, además del variable por premios, cuentan y mucho los fijos. La Diamond se reserva otros 9 millones de dólares para asegurarse a algunos de los grandes nombres del panorama mundial en cada mitin. Y el Grand Slam Track no se queda atrás. En el caso de la categoría de medio fondo, una de las seis que componen el proyecto de reciente creación, ya hay tres estrellas comprometidas, el podio al completo de los Juegos de París en 1.500 metros: el estadounidense Cole Hocker (oro), el escocés Josh Kerr (plata) y el también estadounidense Yared Nuguse (bronce), compañero de entrenamientos del español Mario García Romo.

El tridente se compromete a participar en las cuatro estaciones del Grand Slam en la categoría de medio fondo. El primer día de cada mitin compiten en los 800 metros y el segundo en los 1.500 m. El ganador del cómputo global de los dos días de competición (800 m y 1.500 m en este caso) se lleva 100.000 dólares; el segundo clasificado, 50.000; y así hasta el octavo, que recibe 10.000 dólares (justo la cifra que la Diamond pagaba por ganar un mitin en 2024). Por ello, los velocistas, vallistas, medio fondistas y fondistas implicados en la nueva competición se muestran exultantes. Además, en este circuito que aspira a fomentar las rivalidades cuerpo a cuerpo (sin liebres ni luces) los atletas podrán lucir patrocinios sin límites, otra fuente de ingresos nada desdeñable. ¿Pero a cuánto ascienden sus fijos por adherirse a la causa?

"Esos fijos, en el caso de esos mediofondistas, estarían rondando los 150.000 dólares, si firmas con el nuevo circuito", apunta un hombre cercano a los contratos. "Y, lo mejor de todo, es que el día después de la firma ya tienes la mitad del dinero en tu banco". Un caramelo que no han dejado escapar tres de los cuatro reyes del medio fondo mundial. La incógnita es el cuarto hombre: ¿qué hará el astro noruego Jakob Ingebrigtsen? El caso del flamante oro olímpico en 5.000 m en París (y oro en los 1.500 m de los Juegos de Tokio) presenta varias contraindicaciones.

La primera, la asociación de distancias. Le gustaría competir en 1.500 m contra el tridente del podio de París, pero los 800 m (que tendría que correr por contrato) no se ajustan a sus características. Se adapta más la categoría de fondo (3.000 y 5.000 m), en la que sería el gran favorito, pero le obligaría a hacer concentraciones y pruebas en EE.UU., en un momento de su vida en el que aspira a entrenarse a conciencia en Europa para batir un abanico de récords (el de 3.000 m ya lo tiene y el de 5.000 m lo batirá cuando se lo proponga) y pasar a la historia.

En el atletismo creen que un competidor nato como Ingebrigtsen no se va a quedar fuera de la nueva fiesta. Como racer (en todas las pruebas) o como challenger (en alguna estación en concreto) Ingebrigtsen va a participar. "En el caso de que firme como racer, le podrían pagar de fijo el doble que al resto de estrellas del 1.500", apuntan las mismas fuentes. En septiembre, en la final de la Diamond League en Bruselas, Michael Johnson coincidió con Ingebrigtsen y con algunos de los grandes nombres que compondrán su Grand Slam Track. En la capital de Europa, sin ir más lejos, se terminó de perfilar el acuerdo con el vallista brasileño Alison Dos Santos, uno de los flamantes fichajes anunciados estos días por el nuevo circuito.

Bruselas dejó también una imagen curiosa. En la primera jornada de la final de la Diamond League, disputada el 13 septiembre en el Estadio de Heysel, Michael Johnson acudió al centro de la pista para que los aficionados le cantasen el cumpleaños feliz, acompañado por Hicham El Guerrouj, que nació un 14 de septiembre. Fue la guinda a un fin de semana en el que el americano ocupó un rol central. No en vano, la organización del Memorial Van Damme le incluyó en su Hall of Fame y La Estatua dio un discurso en la cena de gala. Es como si Florentino Pérez recibe un homenaje en el centro del campo en la final de la Champions, pensarán los futboleros. Pero el tartán nada tiene que ver con el verde y los caminos del Grand Slam Track son inescrutables. De momento, con el pecho igual de hinchado que cuando corría, la sombra de Michael Johnson sigue de visita en los despachos. Todos esperan su llamada. Es el nuevo jefe del chiringuito.