JJOO | ATLETISMO

Hocker, el músico con melena que fulminó a Ingebrigtsen y Kerr tras clasificarse a los Juegos durmiendo en un Airbnb

El estadounidense Cole Hocker sorprendió al mundo colgándose la medalla de oro en la final de 1.500 metros.

Hocker celebra la victoria ante Josh Kerr (plata) e Ingebrigtsen (4ª)./REUTERS
Hocker celebra la victoria ante Josh Kerr (plata) e Ingebrigtsen (4ª). REUTERS
José M. Amorós

José M. Amorós

Cole Hocker es el nuevo rey del mediofondo mundial. El estadounidense se ha proclamado nuevo campeón olímpico de 1.500 metros, superando a los dos grandes — y parecía que — implacables favoritosJakob Ingebrigtsen y Josh Kerr en un Stade de France a rebosar que vibró como nunca ante una de las mejores carreras de la historia. La gran sorpresa del tartán ya ha llegado y lo hace a ritmo de música.

Hocker es un tipo peculiar y se parece bien poco a la figura de estrella que destaca en los comportamientos de Ingebrigtsen y Kerr. Este joven americano, con larga melena al viento, sale del tartán y olvida rápidamente el atletismo al ritmo de su música. Toca el piano y la guitarra, compone canciones desde el hip hop hasta el house europeo y hasta tiene una canción en Spotify: "For The Crowd".

"La música me ayuda a distraerme y a mejorarme", contaba hace unos días Hocker en una entrevista para IndyStar. "Es un proceso, como lo es el atletismo. Se me ocurre un concepto para una canción y luego trabajo en él hasta que está perfecto y como a mí me gusta. Es un proceso similar al correr. Tienes un objetivo y sigues trabajando en él hasta que lo consigues". No sabemos qué banda sonora pondría a su carrera de hoy, pero el objetivo lo ha conseguido al ritmo de un ataque rock&roll en los últimos 100 metros y un resultado de música celestial. No sabemos si conseguirá el platino en la música, pero ya tiene el oro más importante en atletismo.

Tras aguantar el duro ritmo de Ingebrigtsen, que volvió a utilizar la táctica de reventar a sus rivales a ritmos casi inalcanzables para los humanos, supo aguantar un turbo final que le hizo superar a todos los favoritos en los últimos 100 metros.

Durmiendo en Airbnb para clasificar a los Juegos

Lejos de los lujos que rodean las llegadas de Ingebrigtsen y Kerr, Hocker era hasta ahora un tipo normal. Por ejemplo, para competir en los últimos selectivos estadounidenses — más conocidos como trials durmió en un Airbnb en Eugene (Oregon). Casualmente, terminó ganando aquella prueba y logrando la clasificación olímpica en la que fue su pista de entrenamiento y formación, la de su Universidad de Oregon.

Pocos le colocaban en la terna de candidatos al podio, pero muchos menos al de la medalla de oro. En la última gran cita, en el Mundial de Budapest, también estuvo en la final pero se tuvo que conformar con un séptimo puesto justo por detrás del español Mario García Romo. Mientras que en los anteriores Juegos de Tokio, terminó en sexta posición entrando a la espalda de otro español, Adel Mechaal. Ahora, él es campeón olímpica en una final sin españoles.