Michael Johnson prepara una Superliga multimillonaria que amenaza con reventar el atletismo: "Es lo que siempre hemos querido"

El fútbol sigue en la guerra interna del modelo de competiciones con el debate de la Superliga como punta de lanza. La búsqueda del enfrentamiento entre los mejores deportistas de una manera más repetida a lo habitual hace más atractivo el producto de competición y, por consiguiente, los ingresos para todos los implicados se multipliquen. Más allá del balón, otros deportes ya llevan trabajando este camino desde hace años e incluso, ya están en el siguiente nivel: una alternativa a un sistema 'Superliga' que ya existe.

Es el caso del atletismo, que ya cuenta con la Diamond League organizada por la federación internacional con los quince mítines más poderosos del mundo en cuanto a premios y calidad en sus listas de salida, pero que está cerca de tener un segundo circuito de estrellas. Con fecha de inicio en abril de 2025, coincidiendo con la apertura de la próxima temporada al aire libre y hasta una última cita en el mes de septiembre, el cuatro veces campeón olímpico Michael Johnson está impulsando el denominado Grand Slam Track. "Estamos a punto de cambiar este deporte", amenazaba en el vídeo presentación.

El primer gran objetivo y lo que dice haber impulsado a la leyenda estadounidense a afrontar este reto mayúsculo es "crear valor para los atletas". Y en esto reside el primer cambio respecto a las competiciones tradicionales: por primera vez, no habrá límite para que los atletas muestren marcas publicitarias durante la competición, ni en número ni en forma. "Puedes llevar patrocinador en la frente o en la parte inferior de los dedos de los pies", afirman desde la organización. Y las estrellas, entre los que se encuentra uno de los ya firmados, el mediofondista británico Josh Kerr, lo agradecen: "Va a cambiar el juego. Creo que es darle más poder a los atletas y es lo que siempre hemos querido. Va a suponer una gran diferencia económica para nosotros".

Con este atractivo, la cartera de atletas ya ha empezado a conformarse y los nombres no han defraudado. A falta de varios meses para el estreno, Grand Slam ya presume de tener firmados a la plusmarquista mundial y oro olímpico de 400 metros vallas Sydney McLaughlin, y al podio olímpico de París 2024 al completo de los 1.500 con Cole Hocker, Josh Kerr y Yared Nuguse. Pero Johnson ya se marca nuevos objetivos próximamente y mira a lo más alto: "Noah Lyles y Julien Alfred son los campeones olímpicos de 100 metros y son los más rápidos, esto es lo que buscamos", afirmaba el comisionado Johnson en una entrevista reciente en TMZ Sports.

En las últimas horas, el veto a McLaughlin en la prueba de la Diamond League fue utilizada por el nuevo circuito para mostrar una política agresiva en sus redes sociales con un mensaje directo: "Siempre serás bienvenida aquí, podrás competir cuatro veces al año".

La libertad de patrocinio no será el único aliciente para terminar firmando por el circuito, ya que los premios también se multiplican. El ganador de las distintas categorías en cada uno de las cuatro citas previstas — en Los Ángeles, otra ciudad de Estados Unidos y dos citas internacionales por definir— tendrá un premio de 100.000 dólares, 50.000 dólares para el segundo y 30.000 dólares para el tercero del podio. Habrá premio hasta el 8º puesto, que se embolsará 10.000 dólares. O, lo que es lo mismo, el último del TOP8 cobrará idéntica cantidad que el ganador de una prueba de la Diamond League [en la prueba final, la Diamond League sube la cifra hasta los 30.000 dólares].

En resumen, un montante total de 12,6 millones de euros en premios. A falta de conocer posibles ingresos televisivos, la organización afirma contar con 30 millones de dólares asegurados para lanzar el proyecto tras un acuerdo con inversores como Winners Alliance.

La participación estará limitada a un total de 96 atletas, 48 en cada género, divididos en seis grupos de pruebas masculinas y otras tantas femeninas. Según afirma la organización de Johnson, la mitad de los participantes tendrán un contrato con Grand Slam Track bajo el nombre de 'GSP Racers' que tendrán que enfrentarse a los 'GSP Challengers', 48 atletas 'retadores' que sí podrán cambiarse de evento en evento.

Las estrellas ya firmadas partirán con una retribución fija por contrato por su participación, que será obligatoria en las cuatro citas. Además, tendrán todas las facilidades para su presencia con viajes en primera clase y todo tipo de servicios de apoyo al deportista pagados por la liga. Ventajas que no tendrán los otros atletas que, aún así, les será rentable participar porque aseguran 10.000 euros quedándose en el último puesto en la cita de esta 'Superliga' más lo que consigan por la libertad de patrocinios en las pruebas.

"Tenemos los ejemplos de los cuatro Grand Slam de tenis o los Majors de golf donde sabes que tienes a los mejores enfrentándose cuatro veces cada año, vamos a hacer lo mismo con el atletismo", señalaba Johnson hace unos días. "Los Juegos Olímpicos son cada cuatro años y los aficionados están pidiendo ver este tipo de cara a cara cada año... y aquí se lo garantizamos".

El formato de competición será radicalmente distinto a lo que estamos acostumbrados. A diferencia del formato Diamond League, los atletas tendrán que disputar en dos pruebas distintas en cada uno de los mítines. Para que compitan una vez por día, los eventos de Grand Slam tendrán dos jornadas de dos horas y media cada una. La división de pruebas incluye carreras de distancias cercanas entre ellas. En el caso de las vallas y al no existir nada compatible, se vivirá una imagen curiosa con los vallistas de 100 y 110 metros vallas correrán los 100 metros lisos, algo muy poco habitual.

El ganador de cada prueba diaria sumará diez puntos, el segundo se llevará ocho, el tercero conseguirá seis y ya sucesivamente hasta un punto para el octavo clasificado. Con la suma de las dos pruebas por grupo, los ganadores de cada categoría serán los que más puntos tengan tras la disputa de las dos pruebas de cada Grand Slam Track.

Pero no todo ha despertado ilusión y Grand Slam Track ya tiene las primeras críticas. El circuito solo contará con pruebas de pista (track) y no contará con una sola prueba de concursos (field) ni tampoco marcha y combinadas. "En esto somos inflexibles", señala Johnson, que analiza que "nuestros atletas merecen toda la atención, por lo que no pueden haber eventos coincidentes en el tiempo y eso hace imposible que haya concursos". Un calendario que, como define Kerr en un vídeo en las cuentas oficiales, ofrecerá un campeonato "rápido, dinámico y que atraerá al gran público".

El evento fue presentado en sociedad con un acto en París 2024, donde acudieron un buen número de los mejores atletas de velocidad de toda la historia. Junto a Johnson, Carl Lewis, Edwin Moses, Maurice Green, Jessica Ennis-Hill, Assafa Powell o Ato Boldon estuvieron presentes entre un elenco con más de 50 medallas de oro internacionales que son una carta de presentación inmejorable para una nueva competición que promete cambiar el atletismo.

Como ha pasado con la UEFA de fútbol ante los movimientos de la Superliga liderada por el Real Madrid, World Athletics también ha movido ficha tras estos movimientos privados que ponen en riesgo su monopolio organizativo en la primera línea del atletismo. El pasado mes de junio anunció la creación de un nuevo Mundial bianual con los mejores atletas del mundo de todas las disciplinas sin cupos de participación por países que se estrenará en 2026 con 150.000 euros de premio para los campeones.