US OPEN

Badosa baila y sueña, pero no olvida de dónde viene: "Hace unos meses pensaba dejar el tenis"

Tras acceder a los cuartos de final del US Open, la española recuerda lo mal que lo pasó en el inicio de esta temporada por una lesión en la espalda que no mejoraba.

Paula Badosa celebra su victoria en los octavos de final del US Open. /AFP
Paula Badosa celebra su victoria en los octavos de final del US Open. AFP
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Nada más rendir a la china Yafan Wang, Paula Badosa saluda a su rival en la red, estrecha la mano al juez de silla, lanza la muñequera a su banquillo y vuelve al centro de la pista para soltar un grito que retumba en las paredes del estadio Louis Armstrong de Nueva York. En ese grito hay rabia, hay alegría, hay una aviso a sus próximas rivales y hay liberación.

Porque aunque Badosa sueñe, aunque esté en sus primeros cuartos de final del US Open y aunque se atreva a bailar en la entrevista postpartido a pie de pista, la catalana no olvida de dónde viene. No olvida que hace apenas unos estaba metida en unas arenas movedizas sin conocer la receta para salir. Que se estaba inyectando cortisona en la espalda para poder soñar con volver a sentirse competitiva. Y que la espalda no respondía. Que estaba fuera del top 100. Que no salía nada.

"No quiero llorar porque el año pasado me tuve que retirar aquí, no pude jugar este torneo y fue muy duro. Estar de vuelta aquí un año después con mi mejor resultado en un Grand Slam es un sueño hecho realidad", ha señalado la tenista española tras arrasar a Wang por 6-1 y 6-2 y plantarse en los cuartos de final del US Open.

Efectivamente, Badosa viajó hace un año a Nueva York con la idea de jugar el último grande del curso. Pero se terminó retirando y anunciando que no jugaría más el resto del curso. La culpa la tenía la rotura de una vértebra que sufrió a mediados de mayo en el torneo de Roma. Una lesión que se convirtió en un calvario.

"Hace unos meses pensaba en retirarme, en dejar el tenis. Dejé de creer en mí misma, no respondía ante la lesión que tenía... Así que volver a ser una de las mejores jugadoras del mundo es un sueño hecho realidad", ha indicado este domingo en Nueva York.

El punto de inflexión, en Madrid

Antes de la lesión en la espalda, Badosa estaba inmersa en una dura crisis de resultados. Pero aquel crack en la vértebra acabó por desbaratarlo todo. Jugó apenas dos partidos más en 2023 y en este 2024 se presentó en Madrid con un balance de ocho derrotas por solo seis victorias. Y en la Caja Mágica tocó fondo.

"Yo llego a Madrid. Tengo una cosa en mi carácter que, cuando toco fondo, saco fuerzas. En Madrid lo pasé muy mal. Estuve muy mal, pero intentando buscar soluciones en tema médico, físico, psicólogo. Quería volver a lo que tenía en 2021, que eran mis preparadores físicos David y Dani, además de Pol, que siempre ha estado a mi lado", explicó recientemente Badosa en una entrevista con El Larguero de la Cadena Ser.

Fue aquel día, con aquella derrota ante Jessica Bouzas en la primera ronda, cuando decidió dar un giro de 180 grados a su carrera deportiva, algo que sabía que muchos no entenderían en aquel momento, pero que a la vista de los resultados, fue todo un acierto. "Ahí hice un punto de inflexión. Creo que todo el mundo a mi alrededor pensó 'se ha vuelto loca'. Romper con todo me va a ayudar, empezar desde cero, estoy fuera del 100 y ahora cada partido va a ser una batalla. Confiaba en mí, pero solo tenía miedo en mi espalda", asegura.

Estaba harta ya de la espalda. Había pasado por las manos de seis médicos, había estado en consultas de Suiza, Estados Unidos, Dubái, España... pero las cosas no salían. Hasta que, de repente, la espalda le dio una tregua y la mejor Badosa empezó a florecer. Tras renunciar a los Juegos Olímpicos, conquistó en Washington su primer título desde 2022 y alcanzó las semifinales de Cincinnati justo antes del US Open. Eran señales de que Badosa estaba de vuelta. Y Nueva York lo ha confirmado.