Paula Badosa y su punto de inflexión tras pasarlo "muy mal" en Madrid: "Creo que todo el mundo a mi alrededor pensó que me había vuelto loca"

Paula Badosa vuelve a sonreír después de vivir una de las etapas más duras de su carrera deportiva. La tenista española acaba de subir al puesto 27 del ranking WTA tras una gira con muy buenos resultados por Estados Unidos donde ha sido capaz de ganar en Washington. Todo eso tras unos meses en los que no le salía nada y donde incluso llegó a caer más allá del puesto 100 en la clasificación mundial.

Todo ello, además de sus problemas físicos recurrentes, han quedado atrás. A las puertas del US Open, dondeBadosa llega en el mejor momento de forma desde hace años, la tenista se sincera sobre el camino que ha tenido que recorrer desde que la pasada primavera en Madrid tocase fondo al perder con Jessica Bouzas. Ese día fue un punto de inflexión para ella.

"Yo llego a Madrid. Tengo una cosa en mi carácter que, cuando toco fondo, saco fuerzas. En Madrid lo pasé muy mal. Estuve muy mal, pero intentando buscar soluciones en tema médico, físico, psicólogo. Quería volver a lo que tenía en 2021, que eran mis preparadores físicos David y Dani, además de Pol, que siempre ha estado a mi lado", explicó Badosa en una entrevista en El Larguero.

Fue aquel día, con aquella derrota, cuando decidió dar un giro de 180 grados a su carrera deportiva, algo que sabía que muchos no entenderían en aquel momento, pero que a la vista de los resultados, fue todo un acierto. "Ahí hice un punto de inflexión. Creo que todo el mundo a mi alrededor pensó 'se ha vuelto loca'. Romper con todo me va a ayudar, empezar desde cero, estoy fuera del 100 y ahora cada partido va a ser una batalla. Confiaba en mí, pero solo tenía miedo en mi espalda", asegura.

Porque los problemas físicos han sido uno de sus mayores lastres estos años. Tratamientos, infiltraciones, abandonos... todo un calvario al que por ahora ha conseguido ponerle fin, aunque su tiempo le costó. "Consulté a unos seis médicos: estuve en Suiza, EEUU, Dubai, España... Intentaba hacer lo imposible. Me importa mucho mi carrera. Empecé de cero. Cambié mi manera de trabajar física, mental, de nutrición... y las cosas empezaron a salir. De Madrid salí fuerte hacia adelante", detalla.

Todo eso lastró su juego y sus resultados, pero no su confianza. Badosa estaba segura de que volvería a jugar a su máximo nivel. "Lo que más me preocupaba era la espalda, no me estaba respondiendo hasta que me infiltré una vez más antes de Roland Garros. Desde entonces no he tenido una molestia más. Yo sabía que, si eso me respondía, iba a jugar bien en algún momento, porque las ganas están, he trabajado mucho y creo que el talento también está", comenta.

Fue precisamente tras Roland Garros cuando tuvo que tomar una de las decisiones más importantes del año. Debía elegir entre ir a los JJOO o prepararse para la gira estadounidense con la que podía sumar puntos en la clasificación WTA y escalar posiciones para intentar ser cabeza de serie en el US Open. Y pese a lo complicado de la situación, la tenista lo tuvo bastante claro.

"Yo acabo Roland Garros y recibo un mensaje sobre lo que quiero hacer para los JJOO. La única manera es con ranking protegido. Pero si yo uso ranking protegido, no lo podía usar para el US Open. Era un torneo que me hace muchísima ilusión, pero que no me da puntos. Yo quería acabar 2024 yendo cabeza de serie a Australia, porque no quería depender de wild cards. Quería entrar por méritos propios. A mí me salía mejor US Open, no quería jugar qualy de un Grand Slam. Por desgracia, me lo hacen decidir dos meses antes. No tenía tiempo, eran dos meses antes y tenía que elegir JJOO o US Open. Personalmente, prefería tenerlo para US Open y tenía que priorizar mi carrera y mi ranking", detalla.