Jannik Sinner recibe una 'masterclass' de un mago de la volea para mejorar uno de sus puntos negros y acercarse a Alcaraz
Antes de las ATP Finals, el italiano ha entrenado con el mítico tenista checo, uno de los últimos jugadores que practicaban el saque-volea.
En la última final de Pekín, con Jannik Sinner mandando 3-1 en el tie break definitivo y saque a favor, Carlos Alcaraz muestra que está hecho de otra pasta, de la pasta de los valientes: resta y sube a la red y después de que el italiano le respondiera con un globo y le echara para atrás, el español vuelve a atacar y llega al centro de la pista para acabar el punto con una volea. La intrepidez y esa muñeca de mago le dan un punto que acaba siendo decisivo, porque a partir de ahí Sinner se queda en blanco y Alcaraz acaba con la copa en las manos.
No hay ninguna duda de que Sinner está siendo el mejor tenista -y el más regular- en todo 2024: son siete títulos, dos de ellos de Grand Slam, y tiene asegurado el número uno del ranking mundial incluso antes de que se disputen las ATP Finals de Turín. No obstante, el tenista italiano es consciente de que Alcaraz tiene un punto de genialidad que le hace prácticamente inabordable cuando está inspirado.
Sinner tiene claro que no llegará nunca a ese nivel de inspiración que tiene el murciano y que, por mucho que sea una roca desde la línea de fondo, carece de la varita mágica que esconde Alcaraz en el bolsillo. ¿Cómo estrechar ese cerco? Sinner lo tiene claro: a base de trabajo, trabajo y trabajo. Y en el punto que le ganó Alcaraz en Pekín está la explicación de la 'masterclass' que ha recibido estos últimos días: Sinner quiere mejorar la volea, uno de sus puntos negros y, a la vez, una de las especialidades de Alcaraz.
La conexión con Stepanek
Tras bajarse a última hora del Masters 1000 de París-Bercy por un virus y pendiente todavía de que se resuelva su caso de dopaje, Sinner puso rumbo a Montecarlo para preparar las ATP Finals que se celebran del 10 al 17 de noviembre en Turín. En el Principado, el italiano estuvo entrenando a las órdenes de Darren Cahill, uno de sus dos técnicos, y también de Radek Stepanek.
"Gracias por el gran entrenamiento y por la masterclass de volea", escribió en su cuenta de Instagram Darren Cahill, acompañando el mensaje de una foto y varios vídeos de la sesión de entrenamiento. "Gracias por venir y por todos los comentarios. Fue maravilloso para nosotros", añadió el entrenador de Sinner.
Stepanek, de 45 años, es uno de los tenistas con mejor volea que ha habido en lo que va de siglo. El checo, que llegó a ser el número ocho del ranking ATP en 2006 y que ganó cinco títulos, era un tenista de otra época, amante del saque y volea y que subía a la red siempre que podía. Pese a que su mejor resultado en un Grand Slam fueron los cuartos de Wimbledon 2006, Stepanek cuenta en su historial con victorias ante jugadores como Roger Federer o Novak Djokovic. Tras retirarse en 2017, ha estado en los banquillos de Djokovic, Grigor Dimitrov y Sebastian Korda.
Preocupado con la volea desde siempre
Sinner siempre ha sido muy consciente de que la volea es uno de los pocos agujeros que hay en su tenis. En 2021, cuando comenzó su irrupción en el circuito profesional, se puso como reto jugar muchos torneos de dobles -disputó nueve- para poder coger práctica con la muñeca.
"Voleo bien, pero creo que tengo que mejorar muchas cosas, sobre todo en la red. Cuanto más lo repitas, mejor entiendes cómo se juegan las voleas", dijo en marzo de aquella temporada. Tres años después, el italiano continúa sumando herramientas para intentar acortar distancias con Alcaraz.